Un Starmus Festival «marciano», marcado por la crisis climática en la Tierra


ROSA M. TRISTÁN

Entrega de la Medalla Stephen Hawking de las artes a Brian May

Cuando el músico Rick Wakeman, que marcó la historia de la música con el grupo Yes, anunció la concesión de la Medalla Stephen Hawking de las Artes a Brian May, guitarrista de Queen, el auditorio del Sport and Concert Center en Yerevan (Armenia) explotó en aplausos mientras el músico subía al escenario. Poco después, fueron premiadas la primatóloga Jane Goodall, que se llevó la medalla a la  trayectoria científica -no pudo estar presente pero si envió un vídeo-, la escritora americana Diana Ackerman y la NASA TV, en la categoría de cine. La entrega de estos galardones era uno de los momentos más esperados de un evento que, hasta el día 10, ha logrado reunir en la ciudad a un espectacular grupo de científicos, entre ellos casi una decena de premios Nobel, astronautas y músicos. Es la sexta edición del Starmus Festival, nacido en España y ahora repetido por todo el mundo.

El festival, que este año se dedica a conmemorar los 50 años del envío de una primera nave a Marte, en realidad ha comenzado con el foco más puesto en la Tierra que en otros planetas. Prácticamente todos los participantes, hasta el momento de esta crónica, han hecho referencia a la situación a la que los seres humanos estamos llevando a nuestra ‘casa’ debido al cambio climático que hemos provocado con nuestra actividad en el último siglo. Con diferentes enfoques, desde microbiólogos a físicos, pasando por climatólogos y artistas, tienen muy presente la urgencia que tenemos en actuar para solucionar este problema.

Para empezar, el propio Brian May, gran apoyo del astrofísico Garik Israelian para la organización  del Starmus Festival desde 2011. “El mundo camina en la dirección equivocada y debemos llamar la atención sobre ello porque estamos dejando un terrible impacto y si dejáramos de pensar tanto en nosotros y pensáramos en la humanidad tendríamos un mundo mucho mejor”,  declaraba en una rueda de prensa.

En la misma línea han intervenido los primeros científicos que se han podido escuchar en unas sesiones a las que están acudiendo miles de personas, muchas de ellas jóvenes, que no han querido perderse la ocasión de ver a sus ídolos musicales y acercarse a escuchar a astronautas como Charlie Duke, de la misiones Apolo a la Luna, Chris Hadfiel , que fue comandante de la Estación Espacial Internacional, o Garrett Reisman, que viajó en tres transbordadores distintos (el Discovery, el Atlantis y el Endeavour) y ahora se ha unido a la compañía privada de Elon Musk, SpaceX, y ya sueña con millones de humanos viajando por el espacio.

Uno de los más incisivos respecto a la crisis climática ha sido el científico y divulgador británico Chris Rapley, que fue responsable del Programa Antártico Británico durante nueve años y presidente del comité científico antártico SCAR. Rapley  recordaba a la audiencia los riesgos a los que nos enfrentamos en la Tierra porque, señalaba, “el cerebro humano es muy complejo pero ha evolucionado para vivir el instante y eso es una barrera que debemos romper, pues tenemos la creatividad suficiente como para poner en marcha soluciones”. “Estamos atascados y los medios de comunicación tienen que hacer más para ayudar a salir de ese atasco”, señalaba en una declaraciones antes de su conferencia.

También la microbióloga y Nobel francesa Emmanuelle Chanpertier, Nobel de Química en 2020, se ha referido al reto que suponen las bacterias en un mundo que se calienta y en el que, por un lado, pueden surgir nuevas infecciones y, por otro, hay que adaptarse. En este sentido, explicó cómo el mecanismo que descubrió para editar genomas de seres vivos –lo hizo con una bacteria, pero es extrapolable a otros organismos- puede ayudar, acelerando un proceso que ya se da en la naturaleza, a adaptarse a un planeta con unas condiciones climáticas distintas, que es a lo que nos enfrentamos.

Y aunque la primatóloga Jane Goodall no ha podido estar en Yerevan, si que envió un emotivo mensaje en el que, además de agradecer la medalla, hizo hincapié en la importancia de recordar que no estamos solos en la Tierra, sino que nos acompañan otras especies a las que debemos proteger, algo que no estamos haciendo.

La exploración astronómica, como no puede ser menos, es otro eje fundamental del encuentro. Como me contaba  la astrofísica y directora del Centro Carl Sagan Lisa Kaltenegger, “conocer otros mundos nos ayuda también a conocer el nuestro, sobre todo, a saber cómo va a evolucionar la Tierra en el futuro” . Poco después o se anunciaba a nivel internacional que había sido encontrado otro exoplaneta –ya van más de 5.000 desde que Michel Mayor y Didier Queroz encontraron el primero-, en cuya búsqueda ha participado Kaltenegger, un astro que está en una lejana estrella a unos 100 años luz  -bautizado como Speeculoos 2- y que podría tener respuestas que nos ayuden a saber cómo una ‘ Tierra’ se va convirtiendo en un planeta ‘Venus’ . Por cierto, Mayor también está en Yerevan.

Imposible no mencionar que todo ello tiene lugar entre conciertos de música en los que miles de personas disfrutan de actuaciones de Brian May, Rick Wakeman, el armenio Trigran Hamasian o el grupo Sons of Apollo con el guitarrista Ron «Bumblefoot” (en el pasado en Gun’s and Roses).

El fundador y promotor del Starmus, sin embargo, destacaba de todo el programa las actividades paralelas que se desarrollan en las universidades armenias y en las calles de la capital . “Esta es la gran novedad del Starmus en Armenia, un país al que hace tiempo soñaba con traer el festival  y gracias al apoyo oficial conseguido ha sido posible. Que más de 100.000 personas, al final, participen en alguna parte del programa de Starmus va a ser un gran éxito que nos anima a seguir ya preparando nuevas ediciones”, nos comentaba.

De Armenia a Marte, un viaje para 2021 con Starmus


ROSA M. TRISTÁN

Cuando el festival Starmus nació en Canarias en 2011, su promotor, el astrónomo Garik Israelian, no imaginaba que se convertiría en un evento de fama mundial y vocación itinerante. Diez años después, la próxima parada de Starmus, nacido para aunar ciencia y cultura, será Armenia, lugar de origen de su fundador y punto de partida de un viaje que nos trasladará a los misterios y los retos que supone para la Humanidad conocer nuestro planeta vecino: Marte. La exploración de ese mundo, situado a 54 millones de kilómetros de la Tierra, cuando se encuentra más cerca, forma del imaginario humano desde que Galileo Galilei lo descubriera allá por 1610 con su rudimentario telescopio y ahora más que nunca parece estar de moda.

El Starmus VI Festival fue anunciado oficialmente hace escasos días, con pocas horas de diferencia del lanzamiento de la nave espacial china ‘Tianwen-1’ hacia el planeta rojo. Llegará en febrero de 2021 si nada falla antes.  Mientras la sonda, con un orbitador, un módulo de aterrizaje y un rover, iniciaba su aventura, a miles de kilómetros se presentaba lo que pretende ser un homenaje a quienes desde hace cinco décadas han puesto su mirada en ese mundo gélido y árido. La primera misión desde la Tierra que tocó su superficie sin estrellarse fue la Mars 3 de la URSS, en 1971, que nos envió los primeros datos e imágenes desde tan inhóspito lugar que soñabamos lleno de ‘hombrecillos verdes’. Apenas dos semanas antes, en plena carrera espacial, alentada por la Guerra Fría, se había lanzado la misión Mariner 9 de la NASA (Estados Unidos), que se convertiría en el primer satélite marciano. En realidad, desde entonces sólo 26 de las 56 misiones enviadas a Marte han sido un éxito, entre ellas las cuatro americanas que llevaban rovers a bordo (Sojourner, Spirit, Opportunity y Curiosity).

“Estoy muy contento de que el próximo año Starmus se celebre en Yerevan, gracias al total apoyo de las autoridades de mi país, muy comprometidas para que sea un éxito y dedicarlo a los 50 años de exploración de Marte será un imán para quienes quieren mirar más allá de la Tierra”, explica Israelian, que ya está en marcha para ofrecer muchas sorpresas entre el 6 y el 11 de septiembre del próximo año. Para entonces, si se cumplen las previsiones, se da por seguro que las vacunas contra la COVID-19 nos habrán alejado la amenaza de la pandemia con la que el mundo brega desde comienzos de este año y viajar a Marte, con escala en Armenia, será una oportunidad de acercarnos a ese mundo.

Entre los que ya han confirmado su asistencia al próximo Starmus VI están varios premios Nobel, como el noruego Edvard Moser (quien descubrió con May Britt Moser las células que componen el sistema de posicionamiento en el cerebro humano) y el  astrónomo suizo Michel Mayor, que reveló que en el Cosmos había planetas más allá de nuestro Sistema Solar. Además, están convocados muchos de los que más saben de este planeta, de cómo se podría vivir allí, de las misiones pasadas y de las que están en marcha. Y es que, además de la nave China, el pasado 20 de Julio despegó hacia la atmósfera marciana la misión Hope Mars de los Emiratos Árabes Unidos y este 30 de Julio ha salido la misión Mars 2020 de la NASA, en la que participan varios proyectos punteros españoles destinados a encontrar vestigios de vida marciana, si la hubo. De todo ello se hablará en Armenia, y de otros proyectos tan ambiciosos como el de SpaceX, que trabaja ya en preparar una misión tripulada a este planeta rojizo. Es más, como las tres misiones llegarán a su destino en febrero de 2021, para septiembre es más que posible que ya nos cuenten novedades de todas ellas.

Y no sólo habrá mucho debate científico, sino que investigadores de las más diversas áreas del conocimiento compartirán espacio con músicos como Brian May, del grupo Queen, astronautas como Charles Duke, que viajó en el Apollo 16 y se paseó por la Luna, creadores como el padre del iPod y fundador de NEST, Tone Fadell.  El resto de ponentes, artistas y músicos invitados los dará a conocer el Consejo Consultor de Starmus en los próximos meses. 

La invitación para su celebración en Armenia surgió el pasado año durante el Starmus V, celebrado en Zürich. Fue realizada por el propio presidente del país, Armen Sarkissian, y de hecho la organización será bajo su Alto Patronazgo, con el apoyo del Ministerio Educación, Ciencia, Cultura y Deporte y del Ministerio de Altas Tecnologías armenios.

Para terminar, la autora con Alexei Leonov. Fue  la segunda foto con él. Y la última..

Haciendo historia, conviene recordar que Starmus Festival nació en Tenerife (Canarias), con la intención de convertirse en un evento español de referencia científica y cultural mundial. Lo segundo lo consiguió, y logró hitos como que Neil Armstrong, Alexei Leonov  o Stephen Hawking (hoy los tres fallecidos) visitaran nuestro país, en el caso del último logrando ilusionar tanto al famoso astrofísico que pasó a formar parte de su comité. Hoy la Medalla Hawking a la divulgación científica recuerda ese compromiso. Pero Israelian no consiguió lo primero, que Starmus se quedara en España, ante una falta de apoyo institucional y empresarial a nivel nacional y autonómico que dice mucho de lo que se ha valorado la divulgación de la ciencia en este país. Finalmente, después de tres festivales canarios, y ante las invitaciones para llevarlo a otros países, Israelian y su equipo optaron por celebrarlo en 2017 en Noruega, en concreto a Trondheim, donde contó con la presencia de los príncipes herederos y las autoridades del país. Sirva de prueba del compromiso con el festival.

El último Starmus V tampoco regresó a España. Fue en 2019 y conmemoraba un momento único en la historia de la Humanidad: los 50 años de la llegada a la Luna.  Se convocó en Zürich (Suiza), ciudad donde logró reunir a casi todos los astronautas vivos que participaron en las misiones Apollo de la NASA. Ahora, el siguiente será en Armenia… y surge la pregunta inevitable: ¿Regresará algún día al país que lo vio nacer? De momento, todo indica que mucho tiene que cambiar el panorama.

Respecto a la Medalla de Hawking, recordar que ya ha sido recibida por Elon Musk, Jean-Michel Jarre, Neil deGrasse Tyson, Brian Eno, Hans Zimmer y el documental Loco por las partículas (The Particle Fever), dirigido por Mark Levinson.

Os animo a seguir de cerca las futuras incorporaciones a un plantel que, sin duda, de nuevo será estelar y muy marciano.

Música de del Cosmos para un desconfinamiento terrestre


ROSA M. TRISTÁN

¿A qué suenan las estrellas? Eso se preguntó un día el astrofísico armenio Garik Israelian, del Instituto de Astrofísica de Canarias, y como no hallaba respuesta decidió ‘traducir’ las ondas que nos envían y con ello creó una ‘blibioteca de sonidos’ única. El músico británico Brian Eno, un visionario  que inició su carrera con Roxy Music y que ha conseguido a lo largo de su carrera seis Grammys, un día de 2016, escuchó esos mensajes estelares y el resultado acaba de salir ahora, precisamente durante el confinamiento, como obra para el Starmus Festival, esa convocatoria nómada que lleva a la ciencia y la cultura por el mundo desde que se creó en Canarias, en 2011.

La historia tiene su anecdotario. Fue precisamente un 8 de enero de 2016, durante la fiesta de cumpleaños de Stephen Hawking, cuando Israelian mostró a Eno su tesoro musical. De hecho, en el primer Starmus, el grupo Tangerine Dreams había utilizado alguno de los registros de las estrellas en el concierto de cierre en Tenerife, algo que pude disfrutar en directo, pero se quedó en algo anecdótico que no tuvo más recorrido. Hasta que llegó Eno -por cierto, la música de inicio de Windows es suya- y decidió meterse de lleno en aquella extraña biblioteca.

Hace unos días, mientras españoles y británicos estábamos confinados, Garik recibió una llamada: «Soy Brian Eno. Ahora que todo son noticias tristes, he pensado que es buen momento de sacar algo que no sea del coronavirus, que sea distinto y he hecho una composición con tus grabaciones». Me lo cuenta Garik, que está entusiasmado con el resultado y que me explica, además, que Eno ha utilizado el sonido de cuatro estrellas que están muy lejos, a muchos años luz, pero que aquí nos traslada al auténtico más allá de nuestro pequeño mundo terrestre.

Una ‘supertierra’ junto a su estrella enana roja. @Weiss/ Cfa

El proyecto se ha llamado «Stardsounds» y en esta orquesta cósmica, además de Israelian y Eno, han participado Paul Franklin, Oliver James y DNEG.

Mientras lo escucho, leo que acaban de ser descubiertos dos planetas ‘supertierras’ en torno a una estrella enana roja que también nos envía música como ésta desde un lugar en el Universo a 10,7 años luz. Se llama GJ887 (un nombre muy poco atractivo) y por lo visto es 2.100ºC más fría que nuestro Sol. Los planetas que giran en torno a  ella, GJ887b y GJ887c, tienen una masa mínima de unas cuatro y siete veces la de la Tierra. Según el investigador Eloy Rodríguez, del CSIC, que ha participado en el hallazgo, uno podría tener agua líquida en su superficie y si hay agua quizás exista algún tipo de vida… De momento, imposible confirmarlo. Pero lo que si tiene es música.

Quién sabe en cuantos lugares del Cosmos esos sonidos que Brian Eno ha modulado en su obra podrían ser escuchados, o quizás se pierdan en el infinito. Gracias al artista y al astrónomo hoy podemos disfrutarlo y sentir que el desconfinamiento nos lleva más allá de lo que habíamos imaginado.

 

Michel Mayor, el sabio que nos abrió la ventana a otros mundos


Festival Starmus 2017 @RosaTristán

ROSA M. TRISTÁN

Hay seres humanos que se nos quedan prendidos dentro, personas que irradian sabiduría y sencillez a partes iguales y que con las que merece la pena mantener el fino hilo que un día surgió y que, si bien no crece si que permanece ahí, a la espera de nuevos encuentros. En mi caso, uno de esos hilos me une al nuevo Nobel de Física, Michel Mayor, el científico suizo que hace ya casi 25 años nos descubrió, junto con su alumno Didier Queloz, que más allá de nuestro Sistema Solar había mundos, miles, millones de mundos quizás, a la espera de ser descubiertos. Michel y Didier, un día de 1995 encontraron que cierto movimiento en la velocidad radial de la lejana estrella 51 Pegasi (también llamada Helvetios) era, sin duda, un pequeño planeta, un exoplaneta porque está fuera de nuestro Sistema Solar. Nuestro mundo, con este hallazgo, dejó de ser tan especial. Si a 50 años luz de la Tierra, en la constelación de Pegaso, había un planeta orbitando otra estrella ¿por qué iba a ser el único?

Con Michel Mayor y el astronauta Claude Nicollier en Starmus 2017 @RosaTristán

 

Hoy ya se han localizado 4.031 confirmados y otros 2.420 potenciales y es un número que no deja de aumentar, pero la brecha que abrieron Michel y Didier con el abrasador planeta Dimidio (antes se conocía como 51 Pegasus B) fue clave  y por ello cuando hace 10 años le entrevisté por primera vez el tiempo se me hizo infinitamente corto para tanto como podía aprender con ese hombre tímido y discreto, de los que parece que no tienen más vida que mirar por un telescopio (en realidad las pantallas del telescopio) hacia el mucho más allá de nuestra mirada. Y de repente descubres que no, que esa persona es, además, un sabio, un filósofo de la vida.

En 2011, nos volvimos a encontrar en el Starmus Festival de Tenerife, adonde acudió con su mujer Francoise y en los años siguientes repetimos citas en las nuevas ediciones de ese festival de ciencia, divulgación y música, organizado por su amigo y colega Garik Israelian, al que nunca ha querido faltar. Con ellos, recuerdo una fría y mágica noche mirando las estrellas por un telescopio de aficionados en las cercanías del Teide. «No entiendo como no le han dado ya el Nobel», le dije entonces. Y Michel Mayor se reía mientras me explicaba que, en realidad, poco sabía de constelaciones, que lo suyo era de buscar lo que no somos capaces de ver, de hacer visible lo invisible.

Y tenía que llegar… porque antes del Nobel ya tenía la Medalla Albert Einstein (2004), era Caballero de la Legión de Honor francesa (2004), el Premio Shaw de Astronomía (2005), la Medalla de Oro de la Real Sociedad Astronómica del Reino Unido (2015) y el Premio Wolf de Física (2017), considerado el más prestigioso del área tras el Premio Nobel. Junto con Isaelian, con el que ha publicado más de 40 artículos científicos, también recibió el prestigioso Premio Viktor Ambartsumian, en Rusia. Hoy, por fin, el ansiado premio de la Academia sueca.

La última vez que nos encontramos fue en el Starmus de 2017 en Trondheim. Llegamos a la vez al aeropuerto, aunque la pareja venía de recoger el mencionado Premio Wolf de la calurosa Israel. Les perdieron las maletas y el clima en Noruega no era para andar desabrigados. De aquellos días en Starmus tengo infinidad de recuerdos; desde luego las conferencias de otros Nobel sobre temas apasionantes, las meteduras de pata machistas de algunos, el compartir canapés y cerveza con el mediático periodista Larry King y el no menos mediático Oliver Stone, la recepción con los príncipes noruegos, el concierto de Steve Vai, para el que nos dieron tapones para los oídos…

Con Francoise y Michel Mayor, en Tenerife.

Pero de todo ahora me vienen a la mente las tertulias improvisadas en torno a un café con Michel Mayor, con Francoise, que habla un excelente español, por cierto, y con su amigo de aventuras, el astronauta suizo Claude Nicollier, el primer europeo en viajar al espacio.

Ahí descubrí a un ser humano pegado a la Tierra, a un viajero cuya curiosidad es tan infinita en nuestro planeta como en el Universo, eso sí, siempre con el empuje, a su lado, de una mujer tan fuerte como discreta e imprescindible. Y donde menos lo esperaba encontramos un hilo que nos unía y que pasaba por África subsahariana, que habían recorrido, para viajar desde allí a las estrellas. Tampoco olvido el cariñoso mensaje que Michel me envió cuando se enteró, hace ya más de siete años, de que había dejado de trabajar en El Mundo (en este caso, bien terrenal) a través del cual nos habíamos conocido.

Por eso, cuando hoy supe que este sabio y el que fuera su doctorando, Didier Queloz, son los nuevos Nobel de Física 2019, junto con el norteamericano, James Peebles, he sentido muy cerca la alegría: llega el reconocimiento global que hace tiempo pienso que lo merecía. Así que, desde este Laboratorio para Sapiens, gracias Michel por habernos ‘empequeñecido’ en el Universo. Para los seres humano nos debiera sacudir de soberbia saber que, muy muy probablemente, no somos tan especiales…

Otros muchos mundos están ahí fuera y esa ventana la abristeis Didier y tú a la Humanidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

Starmus: de Davos a la Luna con las misiones Apolo


Michel Mayer, Jean-Michel Jarre y Garik Israelian, presentando Starmus en Davos.

ROSA M. TRISTÁN

Entre líderes políticos (este años con sonadas ausencias), empresarios de postín y financieros de primera línea, el World Economic Forum que un año más se celebra en esa ciudad perdida en los Alpes suizos llamada Davos, este año se han visto a algunos científicos astrofísicos y a músicos de los que figuran entre las estrellas. Ocurrió durante una presentación especial del Festival Starmus, esa cita bianual que reúne a grandes de la investigación con grandes de la cultura para atraer a los jóvenes, hoy tan esquivos, en general, de lo que es la ciencia.

Durante una mesa redonda, los grandes líderes económicos, así como medios de todo el mundo, pudieron escuchar al Dr. Brian May (guitarrista de Queen y astrofísico), al músico y compositor francés  Jean-Michel Jarre y al científico del Instituto de Astrofísica de Canarias, y director y fundador del Starmus, Garik Israelian, hablar de la especial conexión que existe entre entre la ciencia y la música.

Flanqueado por un panel de científicos de renombre, de astronautas de la Agencia Espacial Europea y de premios Nobel, Jean-Michel Jarre presentó su innovador homenaje a las misiones Apolo de la NASA, que este año celebran su 50 aniversario. Entre los participantes estaban el astronauta suizo Claude Nicollier, Israelian, Jean-Michel Jarre, Brian May y el también astrofísico Michel Mayor, quien nos descubrió hace ya muchos años que no habitábamos en la única estrella con planetas, sino que había otros muchos más allá, ampliando infinitamente las posibilidades de encontrar vida fuera de nuestra pequeña Tierra.

El evento atrajo a muchos de los máximos responsables de empresas presentes en Davos y también a  fanáticos de la música que querían conocer el nuevo tributo musical al 50 aniversario de las misiones Apollo de Jean-Michel Jarre, en el que ha incorporado investigaciones del propio Israelian. «Por primera vez, la biblioteca de ‘sonidos de estrellas’ desarrollada por Garik Israelian se incorporará a una composición musical. Si bien es un fenómeno relativamente desconocido, es real y estoy emocionado de incluir los sonidos reales de los planetas y las estrellas en esta innovadora oda a las misiones de Apolo «, señaló Jean-Michel Jarre, según la nota de prensa envida por Starmus.

Este año, el festival STARMUS V se traslada a  Zurich  Suiza, donde tendrá lugar entre el 24 al 29 de junio de 2019 con uno de los programas más potentes de su historia, si bien cada dos años es una auténtica sorpresa. En esta ocasión, coincidiendo con el 50 aniversario de los aterrizajes lunares, contará con siete miembros del equipo original de las misiones Apolo de la NASA, entre los que se encontrará el esquivo Michael Collins, dos astronautas de la ESA (Tim Peake y Samantha Cristoforetti), la leyenda de la divulgación científica en Estados Unidos Bill Nye, junto con las estrellas de rock Brian May, Brian Eno, Steve Vai y Rick Wakeman. Además, como homenaje especial a las misiones a la Luna, Hans Zimmer (compositor de bandas sonoras como la de ‘El Rey León’, ‘Thelma y Louise’ o ‘Batman’) tocará un concierto muy especial:  “Once Upon a Time on The Moon”.

Pero STARMUS V no sólo es música. También es la ocasión para escuchar en directo a científicos de diversas disciplinas, entre los que este año habrá 12 premios Nobel que participarán en debates y mesas redondas de diversos temas, desde microbiología y bioquímica hasta astrofísica y neurociencia.  Entre los oradores, también estarán El programa 2019 reunirá a algunas de las personas más inteligentes, creativas y artísticas del planeta, entre los que estarán  Sir Martin Rees (astrónomo y presidente de la Real Sociedad de Londres), la bioquímica Emmanuelle Charpentier y la ex astronauta británica Helen Sharman. Además, estarán los miembros de la Junta de Starmus, de la que formó parte Stephen Hawking con May-Brit Moser, Elizabeth Blackburn, Linda Buck, Brian May, Peter Gabriel Richard Dawkins, Alexei Leonov, Jill Tarter, Robert Williams, David Eicher, Emmanuelle Charpentier y su fundador, Israelian. De hecho, un momento especial es la ceremonia en la que se entregará la Medalla Stephen Hawking 2019 destinada a  la Comunicación de la Ciencia, un premico que cuenta con el apoyo de Omega y Kaspersky Labs.

Las entradas ya están a la venta en www.starmus.com.

2019: 50 años desde que pisamos la Luna en Starmus


Los miembros del Apolo 11, 50 años antes. @NASA

ROSA M. TRISTÁN

Hay fechas de la historia humana que han quedado para siempre en la memoria de sucesivas generaciones. Una de ellas es, sin duda, el 20 de julio de 1969. Me recuerdo, con apenas siete años, junto a mis padres y mi abuela viendo en una televisión en blanco y negro aquellos primeros pasos fuera de nuestro planeta. Recuerdo sobre todo a mi abuela mirando hacia el cielo, tan incrédula como todos. Quien me iba a decir entonces que un día conocería a los protagonistas.. En 2019 se cumplen 50 años de aquel casi mítico momento y por primera vez en mucho tiempo se van a reunir siete de los astronautas que protagonizaron la aventura de las misiones Apolo de la NASA, un acontecimiento mundial que tendrá lugar en el marco de Starmus

Este año que viene, Starmus, que nació en Canarias por iniciativa del astrónomo Garik Israelian y que celebrará su quinta edición, se traslada al corazón de Europea,  Zurich (Suiza), donde tendrá lugar entre el 24 y el 29 de junio con la presencia de grandes personajes de la música, la ciencia y la cultura universal, pero sobre todo con las pocas personas aún vivas que vieron la bola azul que es la Tierra desde la pequeña bola blanca que vemos en las noches. A Israelian le hace especial ilusión la presencia de Michael Collins (Apolo 11): «Ha sido todo un éxito convencerle de que venga a Starmus porque es una persona que nunca acude a conferencias, pero en Zurich quienes vengan tendrán esa oportunidad», señalaba el director de Starmus a este Laboratorio para Sapiens. A mí también, pues es el tercero de los tres que aún no ha escuchado en persona.

Con Charlie Duke en Starmus.

Y con Collins estarán Charlie Duke (Apolo 16), Harrison Schmitt (Apolo 17), Jame McDivitt (Apolo 9 ), Russel Schweickart (Apolo 9) , Walter Cunningham (Apolo 7), Alfred Worden (Apolo 15) . A ellos se sumará la presencia del cosmonauta ruso Alexei Leonov (Soyuz 19), que a sus 84 años es un veterano apoyo de este festival y de otros muchos viajeros espaciales (Claude Nicollier, Yuri Baturin, Tim Peak, Gennady Padalka, Sandra Magnus, Nicole Stott, Helen Sharmann, Garrett Reisman, Samantha Chrisforetti y Chris Hadfield, de momento). Todo un homenaje a quienes iniciaron el camino. 

Pero además de una ocasión para escuchar y disfrutar de la presencia de tantos astronautas, Starmus aunará una vez más la ciencia, con la presencia de al menos 12 premios Nobel, con la música y la cultura, porque es el camino que han escogido sus promotores para ‘atrapar’ a los jóvenes hacia unos temas que no suelen estar en la agenda juvenil pero que van a necesitar de su presencia. Garik Israelian lo tiene claro: «Para nosotros es fundamental que los jóvenes vengan a Starmus y por ello mantenemos precios muy asequibles para ellos, 400 euros todo el festival, con la posibilidad de ver a artistas de la talla de Brian May (Queen), Peter Gabriel, Brian Eno, Steve Vai o Rick Wakeman. Son todos grandes músicos que han sabido entender lo importante que es la ciencia para tener un futuro mejor».

Este año será el primero sin Stephen Hawking,  un gran inspirador y gran promotor de Starmus, en el que estuvo presente dede su segunda edición y que ya en 2017 no pudo acudir a Trondheim (Noruega) por problemas de salud, aunque si que estuvo conectado con el festival. En su honor se ha creado la Medalla Stephen Hawking a la Comunicación Científica, con el apoyo de Omega, que se entregará en un gran acto en el mayor auditorio de Zurich, con capacidad para 3.000 personas.

El festival, que también cuenta este año con el patrocinio de Kaspersky Lab y ETH Zurich, ha cambiado la sede anunciada en un principio en Berna por Zurich precisamente para poder contar con un espacio que tuviera las dimensiones adecuadas para el evento. Entre los presentes estarán personalidades como Richard Dawkins, Jill Tarter, Robert Williams, David Eicher, Emmanuelle Charpentier o el propio fundador, Garik Israelian.  “En un momento en que el mundo se retira hacia el  aislacionismo, se necesita la colaboración para presentar estratégicamente las ideas, las pruebas y los desafíos que enfrentamos colectivamente. Creemos que los mayores y mejores logros de la raza humana son el resultado de esa colaboración científica», ha declarado.

Las entradas para Starmus V se ponen a  la venta a partir del 23 de enero de 2019 y se pueden comprar en http://www.starmus.com. Para más información visite http://www.starmus.com.

Starmus de luto: Brian May, Leonov, Israelian, Dawkins… dicen adiós a Stephen Hawking



ROSA M. TRISTÁN

«Hoy, el 14 de marzo de 2018, la raza humana ha sufrido una pérdida inconmensurable». Así comienza el mensaje que los amigos de Stephen Hawking en el Festival Starmus han lanzado hoy al conocer la noticia de su fallecimiento. Pareciera que a nadie debiera extrañar, dado que casi su vida entera ha sido un regalo, para él mismo y para el resto de la Humanidad, pero aún así deja un hueco que ha unido a astronautas, científicos y estrellas de la música en un adiós que refleja en si mismo la pasión por divulgar del astrofísico más famoso del mundo. Quien tuvo ocasión de estar con él saben que es alguien a quien no se olvidará nunca, por su obra y por su inmensa capacidad de supervivencia. Tampoco se olvidará que este país dejó marchar un festival único en el mundo que él defendió hasta el final. 

En la misiva, que me llega desde el Festival Starmus, el guitarrista Brian May (Queen), Peter Gabriel, el fundador y director de Starmus, el astrómomo Garik Israelian, el cosmonauta ruso Alexei Leonov, la directora del SETI (institución para la búsqueda de vida inteligente extraterrestre en EEUU) Jill Tarter, el biólogo Richard Dawkins, el astrónomo Robert Williams, el Nobel de Medicina en 2009 Jack Szostak y  el escritor y divulgador David J. Eicher, señalan que « no fue solo uno de los mejores científicos de todos los tiempos y una de las personas más influyentes del planeta, también un modelo e inspiración para muchos de nosotros».

«Stephen Hawking» -continúan – «cambió la forma en que percibimos nuestro Universo, nuestro tiempo y nosotros mismos y lo hizo con su talento único de comunicación y su suave sentido del humor Hawking. Aunque dejó un rico legado de ambos académicos y textos de popularización de la ciencia, extrañaremos su personalidad hilarante y su destacada habilidad para hacer de este mundo un lugar mejor». 

Y es que Stephen Hawking fue miembro de la Junta Asesora de Starmus, y además un miembro activo porque encontró en este evento, creación de Garik Israelian (astrónomo en el Instituto de Astrofísica de Canarias), un espacio idóneo para su afán de atraer a los jóvenes hacia la ciencia, y hacerlo a través de su otra gran pasión: la música. Así que participó siempre que pudo, desde que en 2014 fuera su principal estrella (en el último Starmus 2017 en Noruega por Skype porque sus médicos no le dejaron viajar, pero quería estar) y también siempre estuvo dispuesto a enviar cartas de apoyo, a estar presente ante los medios para los grandes anuncios. 

La Medalla Stephen Hawking, otorgada a los comunicadores científicos más  exitosos, y creada por el Festival Starmus, mantendrá su legado y continuará inspirando a los amantes de la ciencia en su nombre. 

«Para muchos de nosotros, Stephen Hawking era un símbolo de las inmensas capacidades del ser humano, de la mente que nunca se rinde y de la ciencia misma», señalan los firmantes, que recuerdan que Stephen nació el día del cumpleaños de Kepler, pero 300 años después,  y ha fallecido el día del cumpleaños de Einstein, y como Einstein a la edad de 76 años. «Conservaremos este símbolo en nuestros corazones y seguiremos el camino que él anhelaba para nosotros. ¡Descansa en paz, profesor Hawking!». 

El Starmus 2019 ya no contará con su presencia, pero no dudo de que será el gran homenaje a lo que le ha impulsado los últimos años: que la ciencia ayude a tener un mundo mejor.

Convocado el festival Starmus V para 2019: los 50 años del primer alunizaje


-Reunirá al menos a cinco de los astronautas de las misiones Apolo

-Premios Nobel y figuras del rock buscan atraer a los jóvenes a la ciencia

ROSA M. TRISTÁN

 Starmus, un evento que reúne a grandes personalidades de la ciencia mundial, astronautas y estrellas de rock, ha anunciado en la Royal Society de Londres que su próxima edición tendrá lugar en Berna (Suiza) en 2019, en concreto entre los días 24 y 29 de junio. Esta edición del festival Starmus, que ya en 2017 salió de España para celebrarse en Noruega conmemorará el 50° aniversario del aterrizaje estadounidense del Apolo 11 en la Luna, en 1967, y contará con al menos cinco de los astronautas que participaron en las míticas misiones: Bill Anders, Charlie Duke, Rusty Schweickart, Al Worden y Walt Cunningham. (Sigue)

VÍDEO RUEDA DE PRENSA

Starmus, fundado en España en 2011 por el astrofísico Garik Israelian, del Instituto de Astrofísica de Canarias, tendrá en esta nueva edición de 2019 se realizará en Berna (Suiza), tras llegar a un acuerdo de colaboración con las instituciones de la ciudad y con la Universidad de Berna. Las autoridades suizas han manifestado su gran satisfacción porque este evento único en el mundo, dedicado a la divulgación de la ciencia, especialmente entre los jóvenes y en temas de Astronomía y Astronáutica, haya elegido su municipio como sede.

En la presentación oficial, Garik Israelian estuvo acompañado por el músico de Queen, Brian May, que también es astrofísico, por el rector de la Universidad, el responsable de la organización del turismo de Berna, Christian Leumann, el responsable de la promoción turística en Berna, Martin Bachofner, y la astronauta británica Helen Sharman, la primera mujer que visitó la estación rusa MIR, que será una de los 30 participantes ya confirmados.

Starmus V conmemorará el 50 º aniversario del aterrizaje estadounidense del Apolo 11, el 20 de julio de 1969, en la Luna. Israelian explicó la relación especial de Berna con este acontecimiento, dado que el primer experimento científico que llevaron los astronautas en aquel viaje fue un proyecto del profesor bernés Johannes Geiss, inaugurándose así medio siglo de investigación espacial. A raíz de este primer viaje, la Universidad de Berna ha participado en otras muchas misiones espaciales.  Israelian recordó que es también la ciudad en la que vivió Albert Einstein y donde descubrió, en 1905, la teoría de la relatividad. “Sin ella no habría ninguna investigación espacial”, destacó en la presentación. (Sigue)

Presentación de Starmius 2019. En la Royal Society de Londres. con Garik Israelian y Brian May, en el centro.

Starmus V, cuyas entradas se pondrán a la venta el próximo mes de junio, un año antes de su celebración, contará con conferencias en directo de astronautas y cosmonautas rusos de misiones espaciales desde el Apolo 11 a las más recientes en la Estación Espacial Internacional, premios Nobel que forman parte del Consejo de Starmus y, si su salud se lo permite, del físico británico Stephen Hawking. El programa está siendo diseñado por el consejo de Starmus, del que forman parte el propio Stephen Hawking, Brian May, Peter Gabriel, Richard Dawkins, Alexei Leonov, Jill Tarter, Robert Williams, David Eicher, Jack Szostak y fundador, Garik Israelian. Asimismo habrá grandes estrellas de la cultura y el rock, entre ellas el guitarrista de Queen, Brian May. “Este festival de 2019 va a ser muy especial porque hay grandes personalidades que quieren participar. Y Berna es el lugar perfecto por su estrecha relación con la ciencia espacial en el año del aniversario de un gran hito”, ha señalado Israelian, vía telefónica. “En el Starmus de 2019 queremos que se expongan y debatan los avances y retos en diversas áreas de la ciencia, desde la microbiología y la bioquímica hasta la astrofísica y la neurociencia”, ha añadido.

En esta ocasión, Stamus V tiene previsto reunir entre 2.000 y 3.000 participantes, una cifra similar a la que ya acudió a Trondheim el pasado año. El festival se celebró en tres ocasiones en Tenerife (2011, 2014 y 2016), si bien finalmente el año pasado cambió de sede debido a la falta de apoyo, fundamentalmente de las empresas. En 2017, se trasladó a Noruega (http://www.huffingtonpost.es/2017/06/20/el-festival-starmus-arranca-en-noruega-con-la-busqueda-de-vida-e_a_22491708/9 ). “La ciudad de Berna se presentará así, a nivel internacional, como sede de una universidad y un centro de investigación puntero y no será un congreso de ciencia en una torre de marfil, sino que también estará en la calle», aseguró Leumann en la presentación.

De momento, aún habrá que esperar para conocer el listado final de todos los científicos y estrellas del rock que participarán en el Starmus 2019. De momento, entre los confirmados también están el astrónomo Sir Martin Rees, Richard Dawking, Brian Cox, el responsable del Observatorio Espacial Europeo Xavier Barcons, la astronauta de origen paquistaní Nergis Mavalvala, el nobel Kip Thorne y el director del Astrofísico de Canarias, Rafael Rebolo.

 

Starmus… una patada en España y acaba en Noruega


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Participantes en Starmus 2016. Algunos de los más grandes científicos del mundo, poniendo el nombre de Canarias y España por lo más alto.

ROSA M. TRISTÁN

No encuentro palabras para definir lo que ha ocurrido con el Festival Starmus en España. No las encuentro porque me produce una tremenda tristeza que este país haya dado una patada a un evento de estas características, tan potente que lo ha lanzado hasta Noruega. Allí, ha caído en blando, sobre unos brazos abiertos, porque allí no tienen políticos ni empresas tan cerriles como las que tenemos aquí. Pero no sólo maltratamos, es que encima culpamos al organizador,  el astrofísico Garik Israelian, de que se fiara de los compromisos contractuales, de que pensara que no le iban a dejar en la estacada.

No voy a recordar todo lo que ya conté a un mes antes del evento, celebrado a finales de junio, cuando quedó patente que de nuevo algo no iba bien a nivel financiero con Starmus durante la rueda de prensa de presentación. Podéis leerlo aquí lo que se dijo entonces. Lo único que he sabido después es que fue un éxito de afluencia, que todos los asistentes quedaron encantados  y que el Cabildo de Tenerife, presidido por Carlos Alonso, no consiguió los patrocinios de algunas grandes empresas por 350.000 euros como había dicho y no ha negado. En concreto, me refiero a las grandes empresas ITER y  ATOS, de las que si han quedado fotos en las que se ve a los empresarios con el científico Stephen Hawking. Mira que bien..  «Salir en la foto» parece ser lo único que importa, pero gratis.

Me sorprende  que ningún medio español se preocupara, salvo de pasada, de unos problemas financieros conocidos desde entonces y que ponían en riesgo su continuidad, al menos en España; que en sus tres ediciones, no tuviera apoyo del Gobierno central (salvo también para ir a hacerse la foto con grandes genios del planeta); y que ninguna de las grandes empresas de este país quisiera ligar su marca a un encuentro de este nivel, que no ha dejdo de crecer y pasará a la historia de la divulgación científica. Guste a unos su formato o no guste.  Y parece que a los noruegos sí les parece estupendo.

Desde luego, ninguno de los grandes empresarios del IBEX35 podrá decir que no se les contactó, pero unos quisieron aprovecharse de la presencia de algunos famosos (como Hawking) sin poner un euro  y otros ni se molestaron en abrir la puerta, en contestar a una carta, a una llamada o a un email. Quiero pensar que cuando veían el plantel , políticos y empresarios o conocían a los protagonistas, pero no tengo la certeza. Así de patético es este país. Así de triste.

Leo en los medios que el Cabildo de Tenerife dice  en torno al 80% de la financiación de Starmus ha sido pública. Y Starmus lo niega (en su Facebook ha hecho un comunicado). Más del 50% se ha financiado con las entradas, asegura. También leo que resulta que  el festival tiene deudas en Canarias por pagar. Y vamos a ver, si alguien se compromete por contrato a hacer algo que no hace (como se dijo en rueda de prensa con los patrocinios) y eso afecta al balance final ¿de quién es la culpa? Así se hunden iniciativas en este país de pandereta.

Con todo lo anterior, no me sorprende que el Festival Starmus tuviera otras ‘novias’ más cariñosas. Más de una, según tengo entendido. No sólo por la resonancia mundial del evento que pone el nombre de cualquier lugar en el candelero internacional (incluyendo páginas en el New York Times o National Geographic, por sólo mencionar algunas publicaciones), sino porque eran muchos los jóvenes (mayoritariamente canarios) que esperaban cada año la oportunidad de acercarse a la ciencia de más  alto nivel durante una semana. Los canarios, por 350 euros, y los demás por 500 (si se sacaban con antelación). Si hubieran costado 1.000 euros seguramente se habría financiado sin ese apoyo público, pero en ese caso ¿qué jóvenes hubieran ido?

Como ciudadana que paga impuestos, prefiero que se financien estos eventos con ‘mi’ dinero antes de que vaya para las ayudas públicas al fútbol, mucho más millonarias, a la banca (de las que hemos recuperado el 5%) o  ‘mordidas’ de partidos políticos corruptos. Puestos a elegir.

No se si Starmus 2018 será o no en España, o en Canarias. Pero tal como van las cosas, mucho me temo que no.

Pero vamos, es sólo otra gran iniciativa española que se va fuera.

Con políticos y empresarios como los de ahora, Colón no habría descubierto América para el resto del mundo. Fijo.

 

 

 

 

 

 

 

 

STARMUS y los compromisos incumplidos de los políticos


 

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ROSA M. TRISTÁN

Hace unos días estuve en la presentación del Starmus Festival (27 de junio-2 de julio), que vuelve este año a celebrarse en Tenerife por el empeño personal del astrofísico Garik Israelian, del Instituto de Astrofísica de Canarias. Debo reconocer que tengo debilidad por ese evento que aúna astronomía, música,  cine, literatura… porque hay pocos eventos similares en el mundo y porque se que organizarlo, cada dos años, y superar al Starmus anterior es un reto comparable a la búsqueda de un exoplaneta con una lupa. Lo es porque a las puertas de su tercera convocatoria, este evento único en el mundo, que traerá a España a 11 Premios Nobel, que rendirá tributo a Stephen Hawking, que juntará al astronauta Miguel López Alegría con el astrofísico Roger Penrose y el cosmonauta Alexei Leonov, se convierte un año más en el espejo de lo que importa la ciencia en este país: NADA o CASI NADA.

Y es que, a un mes del comienzo del festival, con las reservas de sus prestigiosos participantes, incluida la de Hawking y sus asistentes, ya hechas, resulta que ni instituciones públicas ni empresas privadas muestran interés suficiente en tamaño evento, aunque por otro lado no tardan en ponerse en la foto para figurar junto a los científicos o cantantes más famosos cuando la ocasión se presta. Y si es Hawking, miel sobre hojuelas. Ahora bien, ¿cumplir los compromisos financieros? ¿interesarse por patrocinar el encuentro, aún a costa de unas carreras de coches o un torneo de golf? No, no. ¡Dónde vamos a parar!

Recomiendo ver en el programa de Starmus 2016 lo que por 700 euros (350€ para canarios y estudiantes) se puede disfrutar durante cuatro días (y eran 500 para quienes reservaron con antelación). Por sólo mencionar algunos: el físico Premio Putlizer Brian Green, el divulgador de la BBC Brian Cox, el Nobel David Gross, el experto en virus informáticos Eugene Kaspersky, Roger Penrose, Jill Tarter del SETI, el cantante Brian Eno (que estrena una composición dedicada de Hawking), el Premio Mundial Albert Eisnstein Martin Rees, Joseph Stiglitz , Brian May, Rick Wakeman, Kip Thorne… Por cierto, para quienes les puede parecer caro: una entrada para la final Atlético-Real Madrid costó unos 400 euros, hora y media de partido, sin incluir viaje a Milán.

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Algunos se preguntarán como se paga todo esto. Pues bien, hagamos memoria. El primer Starmus, que congregó en España al mayor número de astrónomos y astronautas jamás reunidos, se financió en un 90% gracias a un premio recibido por el propio Israelian y ayudas de conocidos suyos, incluido algún préstamo. Para el segundo, recibió apoyo público y privado por 400.000 euros (del Gobierno central ni un duro, por cierto) para un presupuesto de 700.000, que pagó con las entradas. Y para este año, con un evento aún más grandioso, el primer tributo a Hawking, el astrofísico consiguió el compromiso del Cabildo de Tenerife y del Gobierno de Canarias de poner 330.000 euros cada uno (660.000, suma la cuenta), además de que le buscarían patrocinios por otros 330.000. Así lo explicó en la rueda de prensa.

Pues bien, tanto el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, como el viceconsejero del Gobierno, Cristóbal de la Rosa, reconocieron en ese mismo encuentro informativo que iban a poner unos 400.000€ entre las dos instituciones, por cierto que el Cabildo aún no ha desembolsado. Y que el resto, se abonaría en servicios, pero ¿qué servicios? es una pregunta sin respuesta. Alonso incluso mencionó que «no sólo se trata de dinero, sino de creatividad», como si con creatividad se pagaran billetes de avión y hoteles. A menos de un mes del Starmus 2016, ¿el compromiso firmado se cumplirá? ¿Han logrado los patrocinios prometidos? Todo indica que no. Curiosamente, los mismos políticos reconocían que la repercusión mundial de Starmus 2014 generó 171 millones de euros de retorno a las Islas Canarias, un dinero en publicidad que seguro que dará pingües beneficios a muchos empresarios de los que construyen hoteles en zonas protegidas.

Garik Israelian, que en algún momento antes del anterior acuerdo pensó en llevarse el festival a otros lares,  recordó que «un festival como Starmus, aunque muchos de los ponentes vienen sin cobrar, es costoso, si bien compensa porque tiene eco en todo el mundo, como demuestra esa reciente página en The New York Times». «Tampoco tenemos empresas de alto nivel que nos apoyen. Debemos estar en otro planeta y no nos ven, porque ninguna ha querido patrocinar el evento», señaló a modo de metáfora. Y tiene razón, porque es patético que entre  los patrocinadores no haya ninguna gran empresa del IBEX, aunque me consta que las han visitado todas en busca de apoyo. Ni Telefónica, ni la Fundación BBVA, ni La Caixa, ni Iberdrola…. Es más, incluso alguna de las que ya tienen su logo en los paneles no han puesto nada, pero ya se llevan la publicidad.

Debo reconocer que en 2014 hubo errores de organización, y que algunos colegas  se cebaron en ellos sin parar a preguntarse cómo era posible que Starmus Festival fuera posible en este país de mentecatos políticos y empresarios (en lo que se refiere a la ciencia) , donde escasean los eventos para atraer al público hacia la investigación. Por mi parte, considero un privilegio que traigan a «mi casa» a tanto cerebro de primera, porque igual con tanto conocimiento algo se queda pegado en este territorio de fiesta de Toros de la Vega y tomatinas.

Pero igual que Garik es consciente de que no se puede encontrar un exoplaneta con una lupa, presiento que en la España de los que manejan los dineros (públicos y privados) hay una superficie en la que resbala todo lo que huele a ciencia.