Eurasia: un pasado de mestizaje humano


Hueso del pie de una denisovana, o Mujer X. 'Nature'

Hueso del pie de una denisovana, o Mujer X. ‘Nature’

La endogamia (palabra griega que viene de ‘endon’, dentro y ‘gamos’, casamiento) es un fenómeno dañino, enfermizo, tanto a nivel biológico como si se trata de un comportamiento social. Resulta tan destructivo que son muchos los investigadores que apuntan que fue la principal causa de la desaparición de los neandertales, esa especie humana que habitaba Europa cuando los ‘sapiens‘ llegaron de África y que ni eran tan tontos como los pintamos en el pasado ni eran tan débiles físicamente como nosotros. Pero eran pocos y en su pasado acumulaban un ‘mestizaje’ que complica mucho el escenario de Eurasia hace decenas de miles de años.

Ahora, un dedo de un pie de una mujer neandertal,  nos ofrece nuevas pruebas de ambos fenómenos, por un lado, al revelar los parentescos que había entre sus progenitores tras un exhaustivo análisis de su ADN, por otro al hablarnos de relaciones con otros humanos arcaicos que no sabemos identificar. Si hace escasos días, científicos del Instituto Max Planck y de Atapuerca lograban revelar el ADN mitocondrial de un ‘Homo heilderbergensis’ (con medio millón de años) pariente de los Denisovanos, ahora, ese anular o ese meñique nos cuenta que los antepasados de aquella hembra de hace 50.000 años  tuvieron ‘relaciones’ con vecinos de otras especies más primitivos, quizás los Homo erectus que vivían en Asia.

Denisova Cave, excavation in the East Gallery

Echando la vista atrás, fue en 2006, cuando el investigador alemán Svante Pääbo, del Instituto Max Planck para la Antropología Evolutiva en Leipzig, inició un proyecto para secuenciar el genoma Neandertal, que culminó cuatro años más tarde. En aquel trabajo, en el que participó el grupo de la cueva asturiana de El Sidrón, se reveló que los neandertales se cruzaron con los Homo sapiens cuando estos últimos salieron de África, dejándonos su huella genética. Curiosamente, ese mismo 2010 también se descubrió en una cueva de Siberia, en Denisova (en la foto), un pequeño fósil con ADN nuclear de una especie humana que no se conocía: los denisovanos, parientes de los neandertales (con quienes comparten un ancestro común) y que acabarían dejando una herencia genética en las poblaciones de Oceanía.

Pero de entonces a ahora, el equipo del Max Planck ha mejorado la técnica y ahora, como publican en Nature, ha logrado una secuencia de genoma neandertal de tan alta calidad como si fuera la de un ser humano actual. Y lo han hecho con el pequeño hueso de un dedo de pie que encontraron en la cueva Denisova los arqueólogos rusos Anatoli Derevianko y Michael Shunkov.

¿Y qúe nos dice? Una vez hechas las comparativas pertinentes con otros genomas, el trabajo nos descubre que, además de que eran más endogámicos que la universidad española, no todos los ‘sapiens’  no africanos tenemos el mismo porcentaje de ADN neandertal, sino que varía del 1,5% al 2,1% . También que asiáticos y americanos nativos tienen un 0,2% de los desconocidos denisovanos. Y, sobre todo, que los neandertales de esta cueva tienen entre un 2,7% y un 5,8% del genoma de un homínido arcaico que no se conoce, al menos genéticamente, porque puede que si tengamos sus fósiles. Uno de lo autores del estudio, Kay Prüfer, afirma que «esta  antigua población de homínidos vivió antes de la separación de neandertales, denisovanos y  seres humanos modernos y que pudiera tratarse de un Homo erectus«, que andaba por Asia.

El experto en ADN antiguo Carles Lalueza-Fox, del Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-UPF) explica al Laboratorio para Sapiens, que esta conclusión es, sin duda, la más importante: «Me sorprende esa hibridación con un homínido anterior, que no se detectó con el genoma nuclear porque nos dice, como ya hizo el estudio sobre la Sima, que el escenario era muy complejo, que muchas epescies se mezclaban. Da igual cómo les llamemos, heildebergensis, erectus, antecessor…. «.

Eso si, Lalueza-Fox explica que siempre existió cierta barrera reproductiva: «En genética de poblaciones se conoce como señal de infertilidad la falta de señales en el cromosoma X de que hubo hibridación entre especies, como en estos casos; es decir, que hay evidencias de que hubo cruzamientos, pero que los descendientes eran menos viables».

Respecto al tipo de parentesco de los padres  que tiene grabado el dedo, los investigadores no son capaces de precisar si eran  medio hermanos con una madre en común, o  doble primos, o un tío y una sobrina, o  una tía y un sobrino, o incluso un abuelo y una nieta, o viceversa, pero si está claro que eran de la misma sangre.

Por supuesto, también han aprovechado para buscar aquellos aspectos genéticos que marcan la diferencia entre nosotros, los sapiens, y los corpulentos parientes del Pleistoceno, y se han encontrado con que  la lista de secuencias simples de ADN que nos distinguen es bastante pequeña. «Esta lista de cambios de ADN que distinguen  los seres humanos hoy de nuestros más cercanos parientes extintos es relativamente pequeño», dice Svante Pääbo, director del Instituto Max Planck de antropología evolutiva. «Es un catálogo de las características genéticas que nos diferencia a los humanos modernos del resto de organismos vivos, creo que  esconde algunas de las claves que ha hecho posible la enorme expansión de las poblaciones, la cultura y la tecnología humanas  en los últimos años 100.000».

La cueva de Denisova, en Siberia, es la misma donde apareció el ADN de la misteriosa especie de los ‘denisovanos’, aún por describir y en la misma campaña. Por cierto, también era una mujer, la Mujer X, una hembra de piel y cabello oscuro.

El sueño de Fernanda, y la pesadilla de Greenpeace en Siberia


Fernanda Arduino tiene 32 años. Nació a 1.200 kilómetros del mar, pero desde muy joven se empeñó en ser marinera. Fernanda es argentina y activista de Greenpeace. No está entre los 30 detenidos en Siberia, pero podría estarlo. El año pasado, como los apresados por las autoridades rusas, navegó hasta el Ártico en el rompehielos Artic Sunrise de los ecologistas, y se subió a una plataforma gasística rusa.

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Los secuestrados de Greenpeace 


LOS CAPITANES INTRÉPIDOS DE GREENPEACE (publicado en El Huffington Post)

Hace unos meses, en mayo, compartí con los tripulantes del rompehielos Artic Sunrise de Greenpeace un viaje por las costas españolas en una campaña por la pesca sostenible.  Hoy, y desde hace más de 40 horas (que irán aumentando desgraciadamente) están ‘secuestrados’  a punta de pistola por las fuerzas de seguridad rusas, tras intentar parar perforaciones de la compañía Gazprom en el Ártico.

He leído que podrían ser acusados ¡de terrorismo! Acabo de regresar de Groenlandia, muy cerca del lugar y no puedo ni imaginarme lo que será esa tierra el día de mañana: combustibles fósiles que provocan el calentamiento global, y por tanto el deshielo, permitiendo sacar a la luz nuevos depósitos de combustibles fósiles…. Una rueda que si tiene fin: no la destrucción de la Tierra, sino de la vida tal como la conocemos sobre ella.

Daniel Rizzoti, uno de los capitanes del Artic Sunrise. |ROSA M. TRISTÁN

Daniel Rizzoti, uno de los capitanes del Artic Sunrise. |ROSA M. TRISTÁN

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