ROSA M. TRISTÁN
PUBLICADO EN EL HUFFINGTON POST
La cueva de Altamira es más grande de lo que se pensaba y su Sala de Polícromos, donde se encuentran las pinturas rupestres, más pequeña. Así lo concluyen las nuevas técnicas de imagen aplicadas en su interior por el equipo SIGAREP, unos resultados que ayudarán a comprender con más precisión lo que ocurre en la caverna. En concreto, la famosa cueva cántabra tiene un 19% más de superficie de lo que se había topografiado hasta ahora, lo que son 723 metros cuadrados más. Por contra, el espacio en el que está el famoso techo, cuenta con un volumen total de 286 metros cúbicos, un 15% menos que la cifra utilizada hasta ahora.