El Manzanares cumple un mes canalizado en Madrid Río


ROSA M. TRISTÁN

Un mes ha bastado para que los madrileños descubrieran lo que significa el río Manzanares para ellos. Un mes en el que ha desaparecido en un tramo que ya formaba parte de la vida de la ciudad, un mes en el que unos pocos se han escudado en la defensa de un deporte en Madrid como es el remo para tratar de mantener su escuela (de gestión privada) mientras el Ayuntamiento de Madrid, pese a anunciar que se abriría la presa nº 9 que ha permitido el embalsamiento, sigue sin terminar de cumplir este anuncio.

Presa nº 9 cerrada en el Manzanares #MadridRio . @Rosa Tristán

Desde hace un mes, precisamente, la respuesta ciudadana al cierre de esta presa y la transformación en canal de 1,8 kilómetros del tramo urbano del río ha sido contundente. Más de 22.200 firmas recogidas en la campaña Change.org de #EsUnRíoNoUnCanal son prueba de ello.

La respuesta del río también lo ha sido: como no es un canal, si el agua no fluye, la basura se ha acumula y es lo que ha ocurrido  en el tramo embalsado: ha habido proliferación de bacterias y eutrofización (enriquecimiento de las aguas con nutrientes, a un ritmo tal que no puede ser compensado por la mineralización total, de manera que la descomposición del exceso de materia orgánica produce una disminución del oxigeno en las aguas profundas), la fauna fluvial se ha trasladado casi totalmente a otras zonas, la flora ha desaparecido, han muerto peces y la situación va a peor.

Zona canalizada del Manzanares y escuela de remo. @Rosa Tristán

Conviene recordar que el Manzanares en su tramo urbano se embalsó en sus 7 kilómetros urbanos durante los años 50 del siglo XX, en plena dictadura y sin ningún tipo de estudio ambiental. Ya en 1943 se había creado un organismo autónomo llamado Canalización del Manzanares, encargado de dar al río «una imagen similar, dentro de lo posible, a un Sena o un Támesis«, es decir, convertirlo en lo que no es. Y Madrid perdió desde entonces la memoria de lo que era su río natural, al que antes de la Guerra Civil los vecinos iban a bañarse o lavar la ropa.

Así siguió , como una sucesión de ‘piscinas’, hasta 2016, que fue cuando Ecologistas en Acción convenció a la Alcaldía actual para abrir las presas y ‘renaturalizar’ el río. Pero había una pega: una escuela de remo se había instalado para la práctica de este deporte, autorizada en tiempos de Ana Botella, a la altura del Puente de la Princesa., así que, según explica el promotor del proyecto de renaturalización, Santiago Martín-Barajas, de esta ONG, «se optó por aceptar en ese momento que quedara un tramo de 1,5 kms canalizado con el convencimiento de que cuando los vecinos vieran el río natural en gran parte de Madrid Río, comprenderían su valor ambiental y lo reclamarían para la totalidad, como así está ocurriendo».

Hay que recordar que Madrid el remo se ha practicado en pequeña escala en El Retiro o el Lago de la Casa de Campo, precisamente debido a la falta de condiciones para hacerlo en otros lugares, de igual modo que no se practica vela o esquí náutico o windsurf a nivel profesional. No es una excepción. Ni siquiera en el caudaloso Sena se ven remeros a su paso por París.

Garza real en #MadridRio, zona renaturalizada, 1 de agosto 2018. @Rosa Tristán

Coincidió que en 2016 la presa nº 9 que había que cerrar para una escuela de remo se averió y durante dos años todo el río fluyó ‘libre y natural’, recuperando su fisonomía y con ella una flora y una fauna fluvial espectacular, sobre todo en aves, hasta convertirse en un lugar único a lo largo de todo su recorrido, un espacio que muchos madrileños comenzaron a apreciar, pese a sus aguas someras (y es que nunca fue profundo).

La mejor prueba de ese cambio de visión ha sido la mencionada respuesta ciudadana desde comienzos de julio ante el cierre de la mencionada presa en Change.org  (hoy 22.200 apoyos) y Decide Madrid.org (otros 2.000) . «Se ha demostrado  que la renaturalización no era una petición de Ecologistas en Acción sino de mucha más gente, en definitiva, que hay más a favor del medio ambiente que de un deporte que puede hacerse en otro lugar porque el río no tiene las condiciones adecuadas para el mismo», insiste Martín-Barajas.

Área que se segó e inundó hace un mes, en plena nidificación de aves, por el canal para remo.@Rosa Tristán

La escuela Remo Madrid Rio, por su parte, abrió el 9 de julio sus puertas con la autorización municipal, convocando a muchos remeros gratuitamente como demostración de la demanda. La autora de este artículo fue acosada y perseguida hacía fotos de la apertura por personas relacionadas con el centro. Curiosamente, el centro aprovechó tres tuits amenazantes de uno o dos energúmenos (habrá que investigar su origen) para denunciar violencia contra los remeros.

En todo caso, no hubo presencia ‘masiva’ de remeros (nunca podría serlo pues la Confederación Hidrográfica del Tajo no autoriza más de 20 embarcaciones, cifra que no se ha visto nunca en el agua, por cierto). Asimismo, iniciaron la presión para mantener su presencia en este tramo canalizado, aduciendo que es el único lugar de todo Madrid donde pueden practicarlo. No les sirven ni Estanque de El Retiro, ni Lago de la Casa de Campo, ni canal Parque Juan Carlos I, ni embalses cerca de la ciudad. Aducen que es un deporte que no contamina (es cierto) pero sin aludir a lo que supone ambientalmente la canalización. Y obvian que la campaña no es contra su deporte, sino contra el lugar donde este grupo quiere practicarlo.

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Concentración de Ecologistas en Acción por la total naturalización del río. @Rosa Tristán

Y lo más grave que ha pasado es que en el tramo embalsado es visible cómo la calidad del agua ha disminuido, se acumula basura en algunas zonas dado que no fluye, proliferan las algas y la fauna fluvial (gallinetas, ánades reales, garzas reales, galápagos, gansos, etcétera) se han trasladado a la zona renaturalizada, río arriba. Como toda agua estancada, va acompañada de malos olores y más mosquitos.

Llegados a este punto, desde la Alcaldía deberían explicar a qué se debe el retraso de la apertura de la presa, cerrada por este deporte minoritario (nunca podría ser mayoritario en este lugar pues un máximo de 20 embarcaciones tienen autorización para navegar en 1,5 kms) tras el anuncio ya realizado. Es más, hay que recordar que entre 2012 y 2016, según la escuela de remo, tuvieron unos 100 usuarios habituales (ahora dicen que son 40) y que embalses para su práctica cerca de Madrid hay muchos que no requerirían una transformación drástica como la que sufre el río Manzanares.

Por ello sigue activa la campaña #EsUnRioNoUnCanal y se ha lanzado otra: #AbrirLaPresa9Ya.

 

 

 

 

Un millón de ‘pajaritos fritos’, alta tensión en la naturaleza


Un busardo ratonero electrocutado yace bajo un tendido. Foto: SIECE.

Un busardo ratonero electrocutado yace bajo un tendido. @SIECE.

ROSA M. TRISTÁN

En un profundo pueblo castellano recordaban un grupo de ancianos «lo ricos» que estaban los «pajaritos fritos». Mientras les escuchaba, no podía por menos de pensar que, afortunadamente, ese gusto gastronómico, por ley, entró en desuso. Si embargo, y aunque hoy es una anomalía que alguien dispare a un gorrión o un jilgero, y aún menos a un quebrantahuesos o un águila perdicera, unos días después de esta conversación me cuentan que cada año cientos de miles de aves mueren «fritas» en este país, achicharradas por tendidos eléctricos que están cómo y dónde no debieran.

Lo cuentan los miembros de la nueva Plataforma SOS Tendidos Eléctricos, la unión de nueve organizaciones ambientales que cansadas de esperar que las leyes se cumplan y se desarrollen, han decidido lanzar una campaña conjunta para que nos enteremos de que las compañías eléctricas, además de inflarnos la factura mensual, del misterioso déficit tarifario y de ser refugio de ex políticos en paro,  se pasan las leyes de protección por alto, tan alto como cada uno de los 25.000 postes peligrosos que tienen repartidos por el territorio español, y tan de largo como los 3.500 kilómetros de cable que son una trampa mortal para nuestras aves.

Los cadáveres de dos cigüeñas blancas yacen junto al apoyo de un tendido eléctrico. @SIECE.

Los cadáveres de dos cigüeñas blancas yacen junto al apoyo de un tendido eléctrico. @SIECE.

La Plataforma no pudo dar una cifra de víctimas, si bien dijo que en Francia se habla de un millón, y aquí tenemos muchas más aves migratorias, así que esa cifra es más que conservadora. El Real Decreto de 2008, donde se habla de medidas de protección para insralar en los tendidos, habla de decenas de miles, que bien pueden ser cientos. Y es esa normativa, precisamente, la que no se cumple porque resulta que las comunidades autónomas, salvo excepciones honrosas y escasas (y la de Madrid no está entre ellas) no la han desarrollado. «Se ha abandonado la solución al problema», comentaban los ecologistas en la presentación de la Plataforma.

Sólo al centro de recuperación de Grefa llegan un millar de ejemplares heridos al año, pero como precisaban son una minoría los que son localizados, pues casi todos los cadáveres desaparecen en muy poco tiempo entre las fauces de algún depredador, o sencillamente nadie los encuentra. «En Madrid, en un solo tendido ya han muerto 12 cigüeñas blancas y algún milano real. Es escandaloso y por eso queremos movilizar a la población», señalaba Iván Rodríguez, representante de los Agentes Forestales. Y otro dato: en Jaén, el grupo SIECE puso en marcha una campaña de sensibilización (‘PON UN TENDIDO EN TU PUNTO DE MIRA’) que permitió localizar 1.850 años en lo que va de 2016.

Precisamente, esta es  una campaña que ahora la Plataforma extiende a todo el territorio nacional, así que si encuentra algún animal con claros signos de haber muerto electrocutado o colisionado junto a un tendido eléctrico, puede colaborar enviando a sostendidos@gmail.com las coordenadas de la ubicación del tendido o animal y algunas fotos.

Pero ¿por qué las eléctricas no se ponen manos a la obra? ¿acaso es demasiada inversión lo que se pide? Según las estimaciones de la Plataforma, arreglar cada apoyo para evitar estas muertes, o minimizarlas en lo posible, cuesta entre 900 y 1.200 euros, que multiplicado por los puntos que están mal dan como resultado 30 millones de euros (las grandes compañías eléctricas rondan los 1.000 millones de beneficios al año). 

De hecho, cuando se les presiona lo hacen: en Baleares una compañía ha corregido ya la mitad de los apoyos por mandato del gobierno balear ante el riesgo que suponían para las águilas pescadoras y en Mallorca, desde 20o2, todos los nuevos tendidos son soterrados o de cable trenzado, también por una normativa. «No tiene sentido que por un lado estemos protegiendo y reintroduciendo especies y por otro mueran electrocutadas o por impactos que son evitables debido a la desidia de las empresas. Si las eléctricas causan las muertes, también deben poner el dinero para solucionarlo», argumentó Theo Oberhuber, de Ecologistas en Acción en la presentación de la campaña. Y en similares términos se expresaron los representantes de SEO Birdlife, WWF España, AMUS, la Fundación para la Conservación de los Quebrantahuesos y el resto de las ongs, a las que se suma la revista Quercus.

Las peticiones para poner fin a esta desidia con nuestras aves son cinco e «inaplazables» para la Plataforma. La primera, mejorar la normativa que protege las aves, porque parece ser que la actual las protege poco; la segunda, que sean las compañías quienes paguen los costes de adecuar sus instalaciones; la tercera, que las administraciones se impliquen y presionen para que se solucione el problema; la cuarta, evitar que se instalen postes en lugares de paso de aves, porque aunque no se posen pueden colisionar; y por último, que no se coloque ni una nueva línea sin tener en cuenta a la avifauna, como por ejemplo las 300 torres de 50 metros de alto que se proyectan instalar en Fuerteventura, de momento parado pero no olvidado, una isla donde hubaras y guirres son potenciales víctimas, o no tan potenciales.

En definitiva, mejor volando o revoloteando (como en el vídeo) que fritas….

 

 

 

Los ‘rescatadores’ de GREFA: sanan, vigilan y dan vida a la fauna ibérica


Camaleón que nos da la bienvenida a GREFA. Fue entregado por su propietario, al saber que tenerlo era ilegal. |@ROSA M. TRISTÁN

Camaleón que nos da la bienvenida a GREFA. Fue entregado por su propietario, al saber que tenerlo era ilegal. |@ROSA M. TRISTÁN

ROSA M. TRISTÁN

Hacía tiempo que quería visitar el centro de la organización GREFA (Grupo de Rehabilitación de Fauna Autóctona y su Hábitat) en Madrid. Casi 34 años en activo, desde que un grupo de jóvenes comenzó a preocuparse por los heridos y enfermos entre la fauna salvaje en nuestras tierras, han hecho crecer su prestigio tanto como sus instalaciones. La ocasión llegó el sábado 17 de enero, en una visita organizada por la Asociación Española de Comunicación Científica (AECC), con el secretario general de GREFA, Fernando Garcés Toledano, como maestro de ceremonias. Todo un lujo.

Enfermería del hospital de GREFA. |@R.M.T.

Enfermería del hospital de GREFA. |@R.M.T.

Injertado cuando apenas era un embrión en el Monte del Pilar de Majadahonda (Madrid), lo que empezó siendo una clínica veterinaria especializada es hoy todo un complejo en el que no sólo hay un hospital, sino también programas de cría, recuperación y reintroducción de especies y una importante actividad formativa, educativa y de divulgación. Y todo ello funciona con 31 empleados fijos y un centenar de voluntarios, que mantienen activo el centro las 24 horas del día y los 365 días del año. Más de 10.000 llamadas a sus teléfonos de emergencia y 4.000 pacientes anuales requieren una dedicación muy similar a la de cualquier centro de emergencias. Son ‘la cruz roja’ de los animales.

La veterinaria Irene López es quien nos introduce en el Hospital en ese día soleado, pero gélido, en el que unos 20 socios de la AECC les visitamos. Hay de todo: sala de admisiones, servicio de Enfermería, Quirófano, UCI, sala de necropsias, zona de rehabilitación, ‘habitaciones’… y los laboratorios, de los que se siente especialmente orgullosa: recientemente han podido incorporar algunas máquinas de análisis que les facilitan, y abaratan, muchos de los diagnósticos. «En GREFA, con tantos animales, conseguimos miles de datos que son útiles para infinidad de investigaciones, pero nosotros no tenemos medios para realizarlas, así que colaboramos con universidades o centros como Raptor Center [Universidad de Minnesota] para publicarlos en revistas científicas de impacto», apunta Irene.

Águila culebrera, en GREFA. ¡Qué mirada!. @R.M.T.

Águila culebrera, en GREFA. ¡Qué mirada!. @R.M.T.

 

Es allí, en el laboratorio, donde nos habla del brutal impacto del plomo en la sangre de las rapaces. «En el último año, hemos tenido 24 buitres negros y 60 leonados con plomo en sangre; lo ingieren al comerse presas con perdigones, y no siempre llegamos a tiempo con los tratamientos», explica la bióloga.

En la UCI, espacios asépticos en los que los enfermos se recuperan de los casos más graves, estos días hay pocos animales. Algún milano, buitres con las alas amputadas, un zorro que ingresó el día anterior… Se nota que la naturaleza está ‘invernando’.

Dos buitres negros, hospitalizados. Sufrieron electrocuciones.|@R.M.T.

Dos buitres negros, hospitalizados. Sufrieron electrocuciones.|@R.M.T.

Por todo los lugares, unos carteles nos recuerdan que estemos en SILENCIO. «En GREFA tratamos de reducir al máximo la manejo de los animales, que nos vean lo menos posible, porque el objetivo es que vuelvan a su hábitat», explica Irene. De todos los que pasan por sus manos, y las de sus colegas, un 80% serán aves, un 15% reptiles y un 5% mamíferos. Un reflejo de la fauna ibérica.

Cernícalos primilla, del programa de cría y reintroducción de GREFA. |ROSA M. TRISTÁN

Cernícalos primilla, del programa de cría y reintroducción de GREFA. |ROSA M. TRISTÁN

Como profesionales de la comunicación, aprovechan la ocasión para pedirnos que les ayudemos a difundir su teléfono de contacto, aquel al que cualquier persona, y a cualquier hora, puede llamarse si se encuentra un animal salvaje malherido, ya sea un jabalí, un milano o un reptil. «Tenemos un servicio de rescate para atenderles. También hemos creado una red de información con los cuerpos de seguridad de la Comunidad de Madrid y aledaños. Les damos cursos y se nota que ha mejorado la concienciación sobre la importancia de cuidar a nuestra fauna. A veces, nos traen animales decomisados».

Un cernícalo primilla me mira con malas pulgas...por interrumpir su desayuno, en GREFA. |@RMT

Un cernícalo primilla me mira con malas pulgas…por interrumpir su desayuno, en GREFA. |@RMT

Cada paciente de este Hospital tiene su registro. Ninguno recibe ‘el alta’ hasta tener plenas garantías de que podrá sobrevivir, y sin haber pasado por el servicio de Rehabilitación. Un ala rota son tres meses de recuperación en unas estancias, en este caso semi-externas, para que los animales tengan  contacto con la naturaleza. «Ahora tenemos un pollo de cigüeña negra que tendrá que quedarse hasta que vuelvan los suyos, porque ya han emigrado a África y no sobreviviría», explica Fernando Garcés.

Fernando Blanca muestra una radiografía de un galápago europeo. Es hembra, y ¡tiene un montón de huevos! @R.M.T.

Fernando Blanca muestra una radiografía de un galápago europeo. Es hembra, y ¡tiene un montón de huevos! @R.M.T.

Los que, pese a sus cuidados, no sobreviven pasan a Necropsias, donde sus restos servirán para la ciencia. Son 200 cadáveres al año, de media, que ofrecerán valiosa información sobre su muerte; casi nunca por enfermedad, casi siempre por la acción humana o por sus infraestruturas, ya sean atropellos, electrocuciones en torretas de alta tensión, venenos o disparos. «La lucha contra el veneno es espcialmente difícil, pero a veces descubrimos casos gracias a los animales marcados. Ayer mismo salió una sentencia que condena a los dueños de un coto de Guadalajara porque encontramos un águila marcada envenenada, y junto a ella otros animales muertos. La gente debe saber que tenemos mucha fauna marcada y que les podemos encontrar. Que se anden con ojo. Este coto será multado y cerrado dos años», nos cuenta el secretario general de GREFA, que sabe que este fallo judicial es un gran éxito contra los matarifes de nuestra fauna.

Simpático y macabro búho en la sala de necropsias. @RMT

Simpático y macabro búho en la sala de necropsias. @RMT

Pero GREFA no solo sana, también cría especies en riesgo de extinción para reintroducirlas en nuestros ecosistemas. Son programas con los que están tratando de conectar poblaciones de buitres negros ibéricos con otras del Mediterráneo, hasta Turquía; de reintroducir los leonados, que aquí abundan, en países como Bulgaria donde su presencia es anecdótica; para instalar cajas de cría o ‘primillares’ para los cernícalos primilla a los que tanto mal han hecho los insecticidas que acaban con su comida; reintroducir el águila real en Orense, controlar plagas de topillas con ejemplares de lechuzas y cernícalos… y tantos otros que muestran a sus visitantes en unas instalaciones pensadas para que niños y mayores se hagan idea de la riqueza natural que nos rodea.

En la zona de reptiles, el rey es el galápago europeo, un animal capaz de enterrarse los seis meses de invierno bajo tierra o bajo el agua y sobrevivir sin respirar. Un pequeño ser que es víctima de un comercio ilegal (se paga a 200 euros el ejemplar) que ha acabado con sus poblaciones en buena parte de España, y también de una enfermedad introducida por galápagos exóticos, como nos cuenta su responsable, el naturalista Fernando Blanca. «Hay casos registrados de que viven hasta 130 años, pero no se sabe con certeza. Y el problema es que crían muy poco al año, así que no es fácil  su reintrodución. En 2015, esperamos soltar unos 65 ejemplares», cuenta.

Fernando Garcés, con un artilugio para insectos. |@RMT

Fernando Garcés, con un artilugio para insectos. |@RMT

Pero ¿cómo se financia todo esto? Pues no es fácil, pero lo van consiguiendo. A medida que han disminuido las subvenciones, GREFA ha buscado recursos en el ámbito privado, ya sea con socios (y ya tiene casi 2.500), patrocinios, apadrinamientos de animales, organizando cursos o alquilando sus instalaciones. También recurren a subvenciones europeas, a través de los programas LIFE. Pero siempre falta, porque siempre hay proyectos pendientes. «Ahora queremos acondicionar una zona para traer algún lince del programa de cría de Doñana y crear un módulo sobre Cambio Climático, para explicar a los visitantes cómo está ya afectando a nuestras especies», afirma Fernando Garcés.

Al final de la mañana, abandonamos el Monte del Pilar con los ojos llenos de espectaculares buitres, pequeñas tortugas, altivas cigüeñas y hasta un simpático camaleón que nos saluda sin temor. Y con un mensaje claro para quienes les hacen daño (os están vigilando…), para quienes se los encuentren malheridos (la ‘cruz roja’ de los animales nunca duerme) y para quienes desean un futuro compartido con ellos: hay que apoyar a GREFA y a  organizaciones similares que luchan contra una naturaleza ‘vacía’.

Y para despedirnos... una lechuza. |@RMT

Y para despedirnos… una lechuza. |@RMT

 

 

 

 

Gran bacanal de buitres en Iruelas, carroñeros al ataque (con VÍDEO)


ROSA M. TRISTÁN (Valle de Iruelas, Ávila)

El valle de los buitres from Miguel Ángel Nieto on Vimeo.

(Vídeo: Rosa M. Tristán. Edición del vídeo: Miguel Angel Nieto)

La señal la dio un cuervo pequeño.  Se acercó a la carne fresca que, ya llena de moscas, había sido dejado hace casi tres horas a escasos metros del observatorio. Llegó, olió y no se lo pensó mucho para aprovechar la comida. En segundos, un revuelo de más de 250 buitres se lanzaron al banquete. Buitres leonados y buitres negros. El cuervo hizo ‘mutis por el foro’ mientras comenzaba un espectáculo apabullante, cargado de agresividad, a la vez hermoso y salvaje. Ocurrió el 10 de septiembre en la reserva natural del Valle de Iruelas, en Ávila, quizás pronto conocido como el ‘Valle de los Buitres’ porque allí se encuentra una de las colonias de buitre negro más importante de España, y del mundo.

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Todas las aves de España, a un ‘click’ en el móvil


«Es un milano».  «No, no, es un aguilucho». «Pues a mí me parece una aguililla calzada». «Y aquello es un pato, pero ¿qué pato? Casi siempre que miramos al cielo y vemos un ave desearíamos tener al lado un ornitólogo que, con la certeza que da la sabiduría en una materia, nos aclarara las dudas, o una guía de esas que al final no metemos en la mochila porque pesa y porque cuando queremos encontrar lo que buscamos, el ave en cuestión ha largado volando. Ahora, la Sociedad Ornitológica Española (SEO/Birdlife) nos lo pone muy fácil: acaba de presentar una aplicación para teléfonos móviles, totalmente gratuita, que contiene toda la Guía de Aves de España con sólo pulsar una tecla. Y no solo eso: también  incluye los mejores itinerarios para poder encontrarlas.

Abejaruco Tatavasco

Abejaruco Tatavasco

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