Objetivo: Crear el ‘Santuario de las Abejas’


Alvaro Marcos Martín con sus colmenas.

ROSA M. TRISTÁN

Cuenta la historia que en excavaciones egipcias con más de 2.000 años han sido encontradas muestras de miel perfectamente conservadas en vasijas. Incluso hay pinturas rupestres de hace más de 5.000 años en las que quedó registrada la utilización de la miel, tal como la siguen consumiendo numerosos pueblos indígenas en la Tierra. Los mursi de Etiopía, por ejemplo, la recolectan de panales hechos de troncos que cuelgan de las acacias espinosas de las tierras del sur por las que descansan los leones. Es una escena del presente que nos lleva al pasado, y eso es lo que quiere hacer el joven apicultor Alvaro Marcos Martín, que busca recuperar esa práctica ancestral y aún viva para ayudar a unos inteligentes y hacendosos insectos que están en crisis.

La contaminación, la proliferación de plagas y patógenos, como la varroa, la llegada del ‘avispón asiático’, los insecticidas… Las pequeñas abejas, polinizadoras ‘estrella’ del planeta, tienen demasiados enemigos y detrás casi todos se oculta el ser humano. Hace tiempo ya que la ciencia viene alertando de que casi el 10% están desaparecidas y también de que no podremos vivir en un planeta sin ellas. Alvaro, que lleva ya ocho años de apicultor ecológico y tiene unas 200 colmenas, las ha visto morir muchas veces. Por ello, ha decidido crear ‘un santuario’ en el que estén plenamente integradas en su entorno natural. Será un espacio en la Sierra Norte de Madrid desde donde investigar y hacer educación ambiental sobre tan pequeño y necesario ser vivo. «Con el tiempo he aprendido que las colmenas cuadradas de madera y metal les generan estrés. Además, no se les deja suficiente miel para tener una vida tranquila en invierno, les faltan nutrientes y todo ello les afecta. En este ‘santuario’ se trata de volver a la apicultura artesanal y natural para mejorar su bienestar y poder comparar su estado con las colmenas habituales. Determinar qué es lo mejor para ellas», explica Alvaro.

Para conseguir los fondos que necesita, como mínimo 9.780 euros (pero lo óptimo son 13.780 euros) , acaba de lanzar una campaña de crowdfunding en la plataforma Goteo.org, gracias a la cual espera poder ver cumplido el sueño de su santuario con al menos 60 colmenas-tronco, o ‘dujos’, que es como se llaman en el norte de España. Esos fondos también servirán para alquilar la finca en Rascafría (Sierra de Madrid), en un lugar a resguardo de productos químicos y otras interferencias, para ponerles un techado que proteja los ‘dujos’ durante el invierno y, por supuesto, para comprar los 60 enjambres. «Se que la producción, totalmente ecológica, será mínima y tardará, porque al menos les llevará un año construir ‘su casa’ en el tronco, pero mi objetivo no es sacar producción, sino ver qué pasa cuando están en colmenas naturales como antes, tranquilas. En un intento experimental con troncos, ya comprobó que las abejas tienen más fuerza para matar a los ácaros y se protegen mejor de la varroa», explica.

Alvaro aprendió la técnica hace años de un apicultor ecológico que lleva muchos años en el negocio en Palencia, Aurelio González. Especializado ahora en la producción de jalea real, tiene su propio negocio, especializado en la jalea real, el alimento de la abeja reina. Se llama  EntreAbejas. Como no le falta experiencia, sabe bien que la paciencia es clave apicultura.  «La realidad es que la falta de conocimiento sobre un animal tan sensible como la abeja y la lógica ansiedad por aumentar la producción en un mundo consumista, nos ha llevado a generar mucho  estrés a las abejas y eso está detrás también de su alta mortandad», asegura. En realidad ¿cómo no estresarse si por un kilo de miel una abeja debe hacer  200.000 vuelos?

Según su experiencia, ese ‘estrés’ en un insecto con un millón de neuronas no es natural:  «Para empezar, la poca ventilación de las colmenas cuadradas, hace que dentro lleguen a sufrir un intenso calor; tampoco les favorece que se les suministre azúcares para estimular la producción porque empeoran su alimentación y acortan su vida; además, hay una manipulación excesiva que rompe el equilibrio de las colmenas y a menudo se recolecta la miel en otoño, dejándolas con pocas reservas para el frío. Si además les orientan los panales y la cera, cuando ellas lo hacen muy bien, y no les dejan seleccionar a su reina, aumenta su debilidad», argumenta. En su ‘santuario’, asegura, serán totalmente libres.

En el crowdfunding se puede participar desde 10 euros, pero con 20 euros ya tienes derecho a recibir más de un kilo de esa miel, que tardará en llegar pero será muy especial. También se puede participar en la reforestación de la finca con árboles melíferos autóctonos que suministren alimento a las abejas, en  jornadas de divulgación que tiene previsto organizar, visitas guiadas para familias y colegios o disfrutando de cursos y talleres sobre apicultura ecológica y artesanal, de la que sabe mucho. «Se trata de difundir la situación de las abejas y lograr que si esta técnica funciona, pueda recuperarse y con ellas tengamos abejas más fuertes frente a las amenazas a las que se enfrentan», asegura.

Lo dicho, para ayudar a crear este Santuario de las Abejas, puedes hacer una aportación en GOTEO.ORG.

 

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