“Reciclar con la música es una buena fórmula para aprender a cuidar la Tierra”


ROSA M. TRISTÁN

(publicada en ESCUELA)

Hurgando en la basura, aquí y allá, para convertir un desperdicio en arte sonoro, en un espectáculo en el que los objetos ‘resucitan’ y que fascina por igual a niños y adultos. Hace ya algún tiempo que los cinco miembros del grupo de percusión Toom-Pak se pasean por el mundo con su ReciclART 2.0, una vuelta de tuerca de su anterior show que acompañan con un proyecto que triunfa en las aulas: ReciclART SCHOOL. Si algo tiene claro Gorka González, su director, es que el mensaje medioambiental que transmiten debe calar en los pequeños cerebros infantiles “¿Qué mejor que hacerlo divirtiéndose con lo que tienen más a mano?”, se pregunta.

¿Cómo surgió la idea de este proyecto?

Gracias a un profesor de percusión del Conservatorio, el rumano Rares Hotescu. Quería montar un grupo y nos encandiló a un grupo de alumnos. En mi caso, estudiaba Filología árabe, y acabé dejando la carrera. Rares no sólo nos enseñó sino que, además, no implicó en el proyecto, en su diseño. Eso hizo que nos volcáramos de lleno en hacer algo diferente. En menos de un mes ya salíamos en el Telediario. Como sólo teníamos dinero para pagar un local de ensayo, tuvimos que buscarnos la vida para conseguir los instrumentos: bidones, latas, maderas… En cualquier contenedor encontramos con qué hacerlos. Y vimos que a la gente le gustaba el espectáculo, y que percibían que lo hacíamos sin gastar un duro. Ya se reutilizaban materiales en la pintura, la escultura, la moda, pues también en la música se puede reciclar y aprender a cuidar la Tierra. En Toom-Pak queremos divertir, pero aportar a la sociedad la idea de que hay que reducir el consumo. Qué mejor ejemplo que una compañía de percusión sin instrumentos de percusión.

Gorka González, en un parque de Lavapiés. |ROSA M. TRISTÁN

Gorka González, en un parque de Lavapiés. |ROSA M. TRISTÁN

¿Cómo es el proceso creativo?

Muy variado. A veces las ideas provienen de un amigo, de un encargo, incluso de un sueño. Pero lo que nos marca es el instrumento. Algunos los utilizamos tal cual los encontramos, pero otros hay que transformarlos. Los melódicos hay que afinarlos, o ponerles caja de resonancia. Luego, en el montaje del espectáculo participamos todos. Yo soy el director solamente de cara a la galería, no en la composición, donde los cinco aportamos, discutimos. Las ideas evolucionan entre todos. Queremos que sean espectáculos visuales porque vivimos del directo. Por ejemplo, en ReciclART 2.0  somos rebuscadores de residuos que damos vida a la basura en un mundo un tanto siniestro que se transforma.

El espectáculo actual lleva ya varios años  ¿Tenéis pensado alguno nuevo?

El primero que hicimos se llamaba Toom-Pak y sirvió para forjar la compañía; luego creamos el primer ReciclART, que ahora se ha renovado en ReiclART 2.0. Y, efectivamente, ya tenemos en mente el siguiente, y tiene que ver con la misma esencia del grupo. Queremos que el espectáculo se cree a partir de objetos que traiga el público, así que cada día será diferente. Es un reto complicado porque se basa en la improvisación y en nuestro trabajo es fundamental la sincronía y la coordinación. Será un gran reto porque el público y los materiales que aporten serán heterogéneos, pero tengo mucha ilusión en su puesta en escena. Vamos a mostrar sobre el escenario cómo creamos a partir de sus materiales. Aún así, seguiremos manteniendo vivo ReciclART 2.0 porque ahora mismo es un show compacto.

De ahí surgió ReciclART SCHOOL. ¿Cuál es su esencia?

Surgió a raíz del un encargo de la Comunidad de Madrid de hacer un taller para niños. Y disfrutamos tanto que quisimos montar algo específico con ellos. En realidad, nuestro espectáculo lo ve todo el mundo. De hecho, recientemente en México lo han visto 34.000 personas y casi la mitad eran niños. Es gratificante ver cómo lo disfrutan. Pero queríamos ir un paso más allá. Enseñarles lo que hacemos escogiendo lo más didáctico, transmitiendo el mensaje del reciclaje y de que hay que consumir menos y reutilizar más. Así que hicimos un texto con una historia y creamos un personaje, que vamos adaptando según el lugar. A través del humor, la percusión y la música captamos su atención de forma lúdica, utilizando más de 100 instrumentos y objetos reciclados con los que participan. Tanto nos gusta el proyecto que lo gestionamos directamente para abaratar los costes.

Y además tiene un componte de solidaridad social ¿en qué consiste?

Las entradas son baratas, sólo 6 euros, pero 50 céntimos de cada una los donamos a la ONG Educación Sin Fronteras. También tenemos un proyecto de recogida de tapones de plástico en los mismos colegios porque colaboramos con la asociación AEFAT de afectados por una enfermedad degenerativa y rara llamada ataxia telangiectasia. Los niños llevan tapones de plástico a su colegio y nosotros los recogemos y cuando hemos reunidos dos toneladas, la planta de reciclaje viene a buscarlos a nuestro local.

¿Os supera la demanda de colegios?

Rara vez hemos tenido que aplazar una función escolar por un compromiso artístico. Además, el grupo fundador somos cinco personas, pero Toom-Pak lo forman ahora 15 personas, que nos distribuimos el trabajo.  Además, hasta ahora en todos los colegios ha habido una instalación adecuada para hacer ReciclART SCHOOL. En algunos centros hemos hecho hasta tres funciones porque el salón de actos era pequeño, y así abaratamos costes. De hecho, hemos preferido ir nosotros a los centros educativos, y no que ellos vengan a nuestro espectáculo, porque así no tienen que gastar en transporte y es menos contaminante que nos movamos nosotros que cientos de niños. Tampoco debe preocupar que algún alumno no pueda pagar la entrada. Somos conscientes de la situación económica actual de muchas familias y no les vamos a dejar fuera. Con nosotros, los niños no se dan cuenta de que aprenden, solo disfrutan. Y cuando tienes la sensación de disfrutar es cuando más se aprende.

¿Ya no hacéis más talleres de reciclar instrumentos?

No, pero tenemos en proyecto crear una escuela con todas las vertientes de la compañía: la creación instrumentos, la coreografía, la música… Ya hay profesores dispuestos a colaborar. Y sí nos gustaría montar actos en los que participen 200 niños tocando instrumentos. Queremos contar con una cantera de Toom-Pak para que otros sigan nuestro camino.

¿Cuál es el último instrumento que habéis recli-inventado?

La Tacitarra. Es una tapa de la taza del váter que se me rompió en casa y llevé al local. A las dos semanas un compañero estaba haciendo una guitarra. Justo al terminarla, murió Paco de Lucía, así que la usamos como homenaje. Estoy seguro de que la percusión ha sido el primer instrumento del ser humano. Es más, creo que ha debido utilizarse siempre como un medio de comunicación previo al lenguaje, ancestral.

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