Los números de 2014 en un laboratorio


Los duendes de las estadísticas de WordPress.com prepararon un informe sobre el año 2014. Yo he añadido mis impresiones…

El Museo del Louvre tiene 8.5 millones de visitantes por año. Este blog fue visto cerca de 74.000 veces en 2014. Si fuese una exposición en el Museo del Louvre, se precisarían alrededor de 3 días para que toda esa gente la visitase.

Eso dice el informe, que añado abajo.

Para mí , además, ha sido el año de un importante reconocimiento al trabajo realizado (el XV Premio Nacional Doñana) , el de la participación en un proyecto científico, ambiental y de exploración fascinante (el Trineo de Viento de Ramón Larramendi) , el del impulso al proyecto que tenemos entre manos el arqueólogo Eudald Carbonell y yo misma sobre Atapuerca, el de un buen puñado de artículos para EL HUFFINGTON POST (de ciencia y medio ambiente) y también para ESCUELA ( fundamental es la educación),  y sobre todo el de la recopilación de noticias en este LABORATORIO PARA SAPIENS que intentan poner en valor (social) a los investigadores de este país, porque siguen en el cuarto oscuro (y con ello me refiero a que no veo ni en los partidos políticos tradicionales ni en los nuevos un mensaje que hable del cambio hacia una sociedad del conocimiento, con un papel fundamental de  la ciencia).

Acabo este año, como todos, perdida en Picos de Europa, en zona de osos.

A todos los que entráis en este espacio: FELIZ 2015, esperemos que un año de cambios a mejor.

Haz click para ver el reporte completo.

“Reciclar con la música es una buena fórmula para aprender a cuidar la Tierra”


ROSA M. TRISTÁN

(publicada en ESCUELA)

Hurgando en la basura, aquí y allá, para convertir un desperdicio en arte sonoro, en un espectáculo en el que los objetos ‘resucitan’ y que fascina por igual a niños y adultos. Hace ya algún tiempo que los cinco miembros del grupo de percusión Toom-Pak se pasean por el mundo con su ReciclART 2.0, una vuelta de tuerca de su anterior show que acompañan con un proyecto que triunfa en las aulas: ReciclART SCHOOL. Si algo tiene claro Gorka González, su director, es que el mensaje medioambiental que transmiten debe calar en los pequeños cerebros infantiles “¿Qué mejor que hacerlo divirtiéndose con lo que tienen más a mano?”, se pregunta.

¿Cómo surgió la idea de este proyecto?

Gracias a un profesor de percusión del Conservatorio, el rumano Rares Hotescu. Quería montar un grupo y nos encandiló a un grupo de alumnos. En mi caso, estudiaba Filología árabe, y acabé dejando la carrera. Rares no sólo nos enseñó sino que, además, no implicó en el proyecto, en su diseño. Eso hizo que nos volcáramos de lleno en hacer algo diferente. En menos de un mes ya salíamos en el Telediario. Como sólo teníamos dinero para pagar un local de ensayo, tuvimos que buscarnos la vida para conseguir los instrumentos: bidones, latas, maderas… En cualquier contenedor encontramos con qué hacerlos. Y vimos que a la gente le gustaba el espectáculo, y que percibían que lo hacíamos sin gastar un duro. Ya se reutilizaban materiales en la pintura, la escultura, la moda, pues también en la música se puede reciclar y aprender a cuidar la Tierra. En Toom-Pak queremos divertir, pero aportar a la sociedad la idea de que hay que reducir el consumo. Qué mejor ejemplo que una compañía de percusión sin instrumentos de percusión.

Gorka González, en un parque de Lavapiés. |ROSA M. TRISTÁN

Gorka González, en un parque de Lavapiés. |ROSA M. TRISTÁN

¿Cómo es el proceso creativo?

Muy variado. A veces las ideas provienen de un amigo, de un encargo, incluso de un sueño. Pero lo que nos marca es el instrumento. Algunos los utilizamos tal cual los encontramos, pero otros hay que transformarlos. Los melódicos hay que afinarlos, o ponerles caja de resonancia. Luego, en el montaje del espectáculo participamos todos. Yo soy el director solamente de cara a la galería, no en la composición, donde los cinco aportamos, discutimos. Las ideas evolucionan entre todos. Queremos que sean espectáculos visuales porque vivimos del directo. Por ejemplo, en ReciclART 2.0  somos rebuscadores de residuos que damos vida a la basura en un mundo un tanto siniestro que se transforma.

El espectáculo actual lleva ya varios años  ¿Tenéis pensado alguno nuevo?

El primero que hicimos se llamaba Toom-Pak y sirvió para forjar la compañía; luego creamos el primer ReciclART, que ahora se ha renovado en ReiclART 2.0. Y, efectivamente, ya tenemos en mente el siguiente, y tiene que ver con la misma esencia del grupo. Queremos que el espectáculo se cree a partir de objetos que traiga el público, así que cada día será diferente. Es un reto complicado porque se basa en la improvisación y en nuestro trabajo es fundamental la sincronía y la coordinación. Será un gran reto porque el público y los materiales que aporten serán heterogéneos, pero tengo mucha ilusión en su puesta en escena. Vamos a mostrar sobre el escenario cómo creamos a partir de sus materiales. Aún así, seguiremos manteniendo vivo ReciclART 2.0 porque ahora mismo es un show compacto.

De ahí surgió ReciclART SCHOOL. ¿Cuál es su esencia?

Surgió a raíz del un encargo de la Comunidad de Madrid de hacer un taller para niños. Y disfrutamos tanto que quisimos montar algo específico con ellos. En realidad, nuestro espectáculo lo ve todo el mundo. De hecho, recientemente en México lo han visto 34.000 personas y casi la mitad eran niños. Es gratificante ver cómo lo disfrutan. Pero queríamos ir un paso más allá. Enseñarles lo que hacemos escogiendo lo más didáctico, transmitiendo el mensaje del reciclaje y de que hay que consumir menos y reutilizar más. Así que hicimos un texto con una historia y creamos un personaje, que vamos adaptando según el lugar. A través del humor, la percusión y la música captamos su atención de forma lúdica, utilizando más de 100 instrumentos y objetos reciclados con los que participan. Tanto nos gusta el proyecto que lo gestionamos directamente para abaratar los costes.

Y además tiene un componte de solidaridad social ¿en qué consiste?

Las entradas son baratas, sólo 6 euros, pero 50 céntimos de cada una los donamos a la ONG Educación Sin Fronteras. También tenemos un proyecto de recogida de tapones de plástico en los mismos colegios porque colaboramos con la asociación AEFAT de afectados por una enfermedad degenerativa y rara llamada ataxia telangiectasia. Los niños llevan tapones de plástico a su colegio y nosotros los recogemos y cuando hemos reunidos dos toneladas, la planta de reciclaje viene a buscarlos a nuestro local.

¿Os supera la demanda de colegios?

Rara vez hemos tenido que aplazar una función escolar por un compromiso artístico. Además, el grupo fundador somos cinco personas, pero Toom-Pak lo forman ahora 15 personas, que nos distribuimos el trabajo.  Además, hasta ahora en todos los colegios ha habido una instalación adecuada para hacer ReciclART SCHOOL. En algunos centros hemos hecho hasta tres funciones porque el salón de actos era pequeño, y así abaratamos costes. De hecho, hemos preferido ir nosotros a los centros educativos, y no que ellos vengan a nuestro espectáculo, porque así no tienen que gastar en transporte y es menos contaminante que nos movamos nosotros que cientos de niños. Tampoco debe preocupar que algún alumno no pueda pagar la entrada. Somos conscientes de la situación económica actual de muchas familias y no les vamos a dejar fuera. Con nosotros, los niños no se dan cuenta de que aprenden, solo disfrutan. Y cuando tienes la sensación de disfrutar es cuando más se aprende.

¿Ya no hacéis más talleres de reciclar instrumentos?

No, pero tenemos en proyecto crear una escuela con todas las vertientes de la compañía: la creación instrumentos, la coreografía, la música… Ya hay profesores dispuestos a colaborar. Y sí nos gustaría montar actos en los que participen 200 niños tocando instrumentos. Queremos contar con una cantera de Toom-Pak para que otros sigan nuestro camino.

¿Cuál es el último instrumento que habéis recli-inventado?

La Tacitarra. Es una tapa de la taza del váter que se me rompió en casa y llevé al local. A las dos semanas un compañero estaba haciendo una guitarra. Justo al terminarla, murió Paco de Lucía, así que la usamos como homenaje. Estoy seguro de que la percusión ha sido el primer instrumento del ser humano. Es más, creo que ha debido utilizarse siempre como un medio de comunicación previo al lenguaje, ancestral.

Los clásicos, la ‘maría’ de la literatura en las escuelas


 

Arturo Pérez-Reverte, en la presentación de 'su' Quijote. |ROSA M. TRISTÁN

ROSA M. TRISTÁN

(Publicado en ESCUELA)

 

No suelo escribir de Literatura, pero recientemente publiqué este reportaje sobre los clásicos en la enseñanza de la Literatura escolar, al hilo de la presentación de una nueva versión de El Quijote, en el periódico ESCUELA. En un mundo donde los niños están abducidos por las máquinas, es evidente que aprender a leer reflexionando sobre lo que se lee requiere un esfuerzo suplementario por quienes tienen la responsabilidad de enseñar y de aprender.

En los enlaces a continuación podéis descargaros las dos páginas del reportaje

ESCUELA PAG. 1 

ESCUELA PAG. 2

Un ciervo paleolítico que emigró de Asia a Getafe y un yacimiento abandonado


Un neandertal, con un ciervo 'H. mediterraneus' al hombro, en Getafe. |ILUSTRACIÓN CEDIDA POR MAURICIO ANTÓN.

Un neandertal, con un ciervo ‘H. mediterraneus’ al hombro, en Getafe. |ILUSTRACIÓN CEDIDA POR MAURICIO ANTÓN.

ROSA M. TRISTÁN

Hace unos día se presentaba en el Museo Arqueológico de Madrid un ciervo paleolítico madrileño. Sus huesos, enterrados hace 84.000 años junto al cauce el Jarama, a su paso por Getafe, lucen recién restaurados en el Museo Arqueológico Regional de Madrid. Se trata de un ‘Haploidoceros mediterraneus‘, una especie asiática que llegó a Europa en dos oleadas, hace 300.000 y unos 100.000, según los expertos, y que ahora el director del Museo, el arqueólogo Enrique Baquedano, utiliza para que los estudiantes y el público sean conscientes de lo que supone el trabajo científico en un contexto arqueológico. El rico yacimiento donde se encontró lleva 10 años sin excavar por falta de fondos para su investigación.

IMG_7905La exposición no es de grandes dimensiones: una vitrina en la que lucen los fósiles, que suponen casi el 100% del esqueleto, lascas utilizadas por los humanos que vivían por la zona, una foto de la excavación, y dos fantásticas ilustraciones de Mauricio Antón en la que se puede ver a un neandertal cargando con uno de estos ciervos, de unos 120 kilos, echando la gota gorda.

El ciervo, que inaugura un espacio bautizado como El presente de la arqueología Madrileña en el museo, estará expuesto hasta octubre y Baquedano confía en que «despierte vocaciones  paleontológicas porque explica el descubrimiento, restauración y estudio»; por ello ha llamado la exposición con el nombre científico del cérvido.

Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico Regional, en la presentación. |ROSA M. TRISTÁN

Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico Regional, en la presentación. |ROSA M. TRISTÁN

El paleontólogo Jan van der Made, del Museo Nacional de Ciencias Naturales, y el tafónomo José Yravedra, profesor en la Universidad Complutense (al menos hasta febrero, que acaba su actual contrato) han sido  los responsables del estudio del cérvido, que desde que se encontró, en 2005, ya se adivinaba distinto a los conocidos en Europa. «Lo encontramos en una gravera, en Preresa, hace casi 10 años, cuando se puso en marcha un proyecto para buscar yacimientos en la Comunidad, pues se conocían los mismos desde los años 70», recuerda Yravedra para este Laboratorio.

Eran otros tiempos. Cuando había dinero para estas cosas de la ciencia. El primer año en este lugar ya encontraron un posible uro en conexión anatómica y restos de un elefante ‘comidos’ por humanos, que publiqué en EL MUNDO. Al siguiente, en 2005, apareció el ‘Haploidoceros‘, que por entonces era el primero del continente. Años después se localizó otro en Cataluña y también restos en Francia que se acabaron publicando en una revista científica antes. «Nosotros aún no hemos publicado un artículo sobre este ejemplar, siendo el más completo, porque la mayor parte del equipo está en precario y hemos tenido que dejarlo para buscarnos la vida con otros trabajos», apunta el arqueólogo Yravedra.

Afortunadamente Van der Made, especialista en macrofauna del CSIC, si pudo dedicarle tiempo y averiguó que sus extrañas astas tenían un pariente muy lejano: en Asia, de donde llegó en las dos oleadas mencionadas aprovechando un clima cálido. También averiguaron que vivía en zonas pantanosas y que su muerte fue natural, probablemente arrastrado por el río hasta quedar sepultado tal cual en un terreno limoso. Para su sopresa, carecía de marcas de corte hechas por herramientas de piedra, que sí había en otros animales en el mismo lugar. «Lo importante», comentaba Baquedano, «no es sacar una pieza y punto, sino que se entienda el contexto en el que vivió y el proceso científico».

Mauricio Antón y Jan Van Der Made, en la exposición. |@RosaTristán

Mauricio Antón y Jan Van Der Made, en la exposición. |@RosaTristán

Claro que de ese contexto hay muchas más preguntas pendientes que respuestas, asegura Yravedra, que participó en la excavación con sus responsables, Joaquín Panera y Susana Rubio.  «Sabemos que los humanos estuvieron allí y que comieron elefante, lo que no se ha visto en ningún otro lugar. También encontramos en Preresa el único diente de león que existe en Madrid, pero la investigación está parada fdesde hace una década; por desgracia, somos una generación en la que casi nadie tiene un contrato y si nadie paga, parece evidente que no podemos dedicarnos toda la vida a investigar gratis, aunque a menudo lo hacemos», apunta el arqueólogo.

Yravedra ha sentido no poder ir a la inauguración, al estar dando clase, y haber aprovechado para pedir recursos  para reabrir este yacimeinto al director general de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, Fernando Carrión, que estuvo en la inauguración, en la que la que había muchas cámaras y fotógrafos. Podría interpretarse como interés por la ciencia, pero todo parece indicar que no es eso lo que llevó a Carrión a Alcalá de Henares, habida cuenta de que el dinero en esta comunidad ha ido para otros asuntos: candidaturas olímpicas, el proyecto retomado de la Ciudad de la Justicia, etcétera, etcétera.

Ahora bien. Que a un científico, cansado de que no le hagan caso desde las instituciones, no se le ocurra contar alguna noticia importante a un periodista sin foto de por medio, porque entonces le montan ‘la de San Quintín’ .

 

 

 

 

 

Un regalo que se recuerda 12 meses, y financia un blog de ciencia


ROSA M. TRISTÁN

279_4_1_3El mensaje me pilló de sorpresa. La revista National Geographic ¡quería poner publicidad en mi blog! Hace tiempo que amigos, conocidos y lectores me venían diciendo que debía ‘monetarizarlo’, sacar algún rendimiento económico de tanto trabajo (que lo tiene), pero no sabía por dónde empezar.  Se que el perfil, que dirían los expertos, de quienes leéis este Laboratorio para Sapiens es un lujo. Gentes interesadas en la ciencia, en cuidar el medio ambiente, en una educación en la primen valores más saludables y justos que los que nos ofrece esta sociedad. Adivino muchos científicos detrás de los retuits, a no pocos docentes, a mucha gente joven, o no tanto; también a colegas de otros medios, pero sobre todo gentes curiosas, que es lo más importante.

Por ello, supongo, National Geographic se fijó en él. A fin de cuentas ya sumáis más de 10.000 seguidores fijos, entre redes sociales, la web de Facebook, suscriptores… Y lo hizo con una gran oferta, que os explico: si os suscribís por un año a través de mi Laboratorio, no sólo os sale más económico que a través de su propia web (cinco euros menos), sino que estaréis apoyando este proyecto personal en el que he puesto tanta ilusión, y la seguiré poniendo.

Sin títuloEn definitiva, por menos de 25 euros, podéis hacer un regalo de los que transmiten conocimiento a través de grandes reportajes de ciencia y medio ambiente, que servirá para recordaros durante 12 meses (pues cada 30 días se recibe un ejemplar de la prestigiosa revista), que de cuando en cuando os recordarán aún más (pues la oferta incluye dos libros, sobre Einstein y Newton), y que cada día trasladará al beneficiario con las imágenes de un calendario y de una agenda sobre las maravillas de este planeta. Y si no para terceros… ¡Os lo regaláis a vosotros mismos!

Para suscribirte, pincha en la publicidad, y rellena los datos…

En fin, como no soy comercial, me parece que ésta es una fórmula excelente para aquellos que queráis colaborar con la responsable de poner los cimientos de un Laboratorio que tiene las ventanas y la puerta abiertas para que entre el conocimiento y también la crítica, constructiva, que sirva para la reflexión.

Entre mis fieles suscriptores, que son más de 350, los seguidores de la página de Facebook (hoy, 6.880 y creciendo), de las redes sociales (casi otros 6.000) y los coyunturales, en este Blog Laboratorio para Sapiens  calculo que somos cerca de 15.000. Gracias a todos por estar ahí.

SALUDOS!

Y FELICES FIESTAS (A ser posible, teniendo presente que también deben serlo para la Tierra)

 

 

La cueva de Altamira aumenta de tamaño un 20%


Ortoimagen de la Sala de Polícromos de la Cueva de Altamira. |ASFIMAGEN

Ortoimagen de la Sala de Polícromos de la Cueva de Altamira. |ASFIMAGEN

ROSA M. TRISTÁN

PUBLICADO EN EL HUFFINGTON POST

La cueva de Altamira es más grande de lo que se pensaba y su Sala de Polícromos, donde se encuentran las pinturas rupestres, más pequeña.  Así lo concluyen las nuevas técnicas de imagen aplicadas en su interior por el equipo SIGAREP, unos resultados que ayudarán a comprender con más precisión lo que ocurre en la caverna. En concreto, la famosa cueva cántabra tiene un 19% más de superficie de lo que se había topografiado hasta ahora, lo que son 723 metros cuadrados más. Por contra, el espacio en el que está el famoso techo, cuenta con un volumen total de 286 metros cúbicos,  un 15% menos que la cifra utilizada hasta ahora.

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Un robot, diseñado por una congoleña, revoluciona las calles africanas (VÍDEO)


Thérése Izay Kirongozi. |@ROSA TRISTAN

Thérése Izay Kirongozi. |@ROSA TRISTAN

ROSA M. TRISTÁN
(Vídeo del robot al final)

Un robot, desarrollado por una investigadora africana, se está haciendo con las calles en Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo. No tiene nombre, pero se está convirtiendo en un héroe en un país donde las muertes por el tráfico son un problema nacional. Su fama ya ha traspasado las fronteras congoleñas y Thérèse Izay Kirongozi, la ingeniera que le ha dado vida (artificial, claro), está empeñada en que triunfe en todo el mundo. Y va camino de conseguirlo. Días atrás ha estado en Madrid, invitada por la Fundación Mujeres por África, que presentaba su proyecto Ellas Investigan, del que ya se ha hablado en este Laboratorio para Sapiens. De sus palabras se deduce el ímpetu con el que nuevas generaciones de mujeres de ese continente están entrando en el mundo la de la ciencia africana e internacional, conscientes de  su: realidad:  «Los africanos debemos ser quienes transformemos nuestros recursos en desarrollo».

En un país donde la situación y los derechos de las mujeres se violan continuamente ¿Cómo ha sido su carrera hasta aquí, y más en una profesión como la electrónica, donde también en Europa hay pocas mujeres? 

Yo era la mayor de seis hermanos. Mi padre era ingeniero electromecánico y fue  él quien me animó mucho a estudiar nuevas tecnologías, pues pensaba que ahí estaba el futuro. Tiene razón que es un profesión muy masculina. De hecho, en mi promoción éramos sólo tres mujeres entre 15.000 hombres. Era un grano de arena. Luego su número han aumentado y ahora somos un 5%, poco pero un gran avance. En mi caso, estudiar estudiar sólo con chicos me vino muy bien para romper la timidez y me demostró que las mujeres podemos hacer todo lo que nos propongamos, exactamente lo mismo que los hombres.

¿Cómo nació este robot? ¿Se había hecho algo similar antes?

Pues no, no se había hecho nada parecido en ningún sitio. El robot nació porque constaté que en África el tráfico era un gran problema. Según informes de la OMS, cada hora mueren 26 personas en accidentes en África, y únicamente tenemos el 2% del parque automovilístico mundial. Eso es lo convierte en la causa principal de fallecimiento. Además, las víctimas más comunes son niños y mujeres. En Kinshasa en 2012 hubo más de 5.500 accidentes en 10 meses, con más de 3.000 muertos. Al conocer estos datos, se me ocurrió diseñar un robot para el control del tráfico, porque hay señales pero no son suficientes porque mucha gente no las entiende. Y porque en mi país hay muchos conductores que no han estudiado y no saben interpretarlas. Respecto a los guardas, no siempre están cuando se necesitan. Por ello, diseñamos un robot que todo el mundo puede entender. En realidad tenemos dos generaciones. Uno que ayuda a los niños a cruzar calles y otro que ayuda a aclararse en las rotondas o cruces, donde hay muchas señales. Y le hemos dado voz: si un niño quiere cruzar, da a un botón y el robot le dice cuando puede cruzar, y le habla para que  aprenda. Incluso canta. Desde que está, la población se siente cercana a la máquina. Antes, nadie les hablaba para informarles. Nuestro robot lo hace.

¿Y qué ocurre cuando alguien comete una infracción?

También tenemos un sistema de vigilancia con cámaras instaladas en el autómata que registra todo lo que pasa y saca fotos de los que van a demasiada velocidad o se saltan una señal. Tiene una visión de 360 grados, que es mucho más que una persona. Incluso en Europa las cámaras tienen un ángulo de visión de 180 grados, así que es una gran innovación. Pero nuestra meta es tener un autómata perfecto, y estamos en ello. Le hemos hecho de 2,5 metros de alto, y sobre una peana, para que infunda respeto a los conductores. Ante un robot, se piensan si cometer una infracción. Otra característica es que, como en Congo hay problemas de suministro eléctrico, funciona con paneles solares. Y como tiene inteligencia artificial, se apaga cuando hay poco tráfico. Todo ésto está conectado con un Centro de Control de Operaciones.

Este desarrollo surgió de una coopeerativa de mujeres ¿Cómo lograron sacarlo adelante?

Efectivamente, es fruto de un diseño que surgió en la cooperativa Women Technology, un grupo que comenzó siendo únicamente de mujeres ingenieras, aunque ahora hemos incorporado a hombres. Nuestro objetivo es crear empleo. De hecho, ya tenemos seis robots instalados en RD Congo y a partir de enero habrá otros 20, que estamos fabricando ahora. Incluso tenemos pedidos en Angola, en Abuya (Nigeria), en Brazzaville (República del Congo) y en Abidjan (Costa de Marfin). En Europa, Bélgica quiere apoyar esta iniciativa y comprará un robot para la ciudad de Namur; también en Paris, la asociación Color de África quieren uno para presentarlo en su país.

¿Cuánto cuesta un robot así? A ver si nos ponen uno en Madrid…

Lo vendemos entre 20.000 y 25.000 euros. Por eso quiero dar las gracias a la Fundación Mujeres por África, que nos ha invitado a venir y darnos a conocer. Su visión de la mujer es como la nuestra. Es la de una mujer que está en el origen del desarrollo. Y queremos que las jóvenes, a través de la ciencia y de las nuevas tecnologías, puedan avanzar. Mi país es el pulmón de África, tenemos muchos minerales, ningún otro país africano tiene tantos recursos, pero sin embargo somos de los más pobres. Y si conseguimos que las mujeres tengan espíritu de empresa e innovación se podrán conseguir cambios de verdad en África, y sobre todo en mi país.

¿Fue fácil implicar a más mujeres en la cooperativa?

La creé hace 10 años porque ví que no teníamos trabajo en las empresas y que al final, pese a tener formación, las tituladas acababan despachando en una tienda. No se si nos subestimaban por ser mujeres o si se debe a que hay mucho desempleo. Pero yo soy muy  emprendedora, así que comencé organizando talleres de electrónica para enseñarles cómo arreglar ordenadores o móviles y, poco a poco, surgieron pequeñas empresas. Más adelante, organicé ferias en las que se mostraban las innovaciones tecnológicas que hacían estas mujeres y los jóvenes, pero no había interés en las empresas. Una de esas innovaciones que se presentaron fue un robot de madera, que me dió la idea de transformarlo en un sistema de tráfico inteligente, puesto yo había hecho la especialización en autómatas; pensé que se podía desarrollar la idea a través de una cooperativa de mujeres, en las que se implicaron muchas.

¿Tienen otros proyectos en mente?

Tenemos los cajones llenos de proyectos, pero uno de los más interesantes es el desarrollo de un sistema mecánico que ayude a las mujeres que cargan peso sobre la cabeza. En Congo hay dos o tres provincias donde llegan a acarrear casi 200 kilos de este modo. Las llamamos las ‘mujeres transportistas’ y queremos buscar una solución. Algo sencillo, sin piezas electrónicas, que encaje en el medio ambiente porque se trata de una zona montañosa.  Además, con el dinero que consigo a través de Womens Technology también tenemos en marcha proyectos sociales de ayuda a mujeres y niños. En Madrid he visto que también podemos desarrollar otros ámbitos importantes para las mujeres. Y todo lo financiamos vendiendo robots, aunque al principio pagué la formación de las mujeres con tres restaurantes que tengo abiertos. Porque en mi país no hay subvenciones y desde que tuvimos dos prototipos en la calle, tardamos dos años en tener el primer pedido.Pero siempre fuimos optimistas. Ahora tenemos seis en acción, además de los 20 que estarán en marcha en enero.

Es una auténtica fábrica

(Risas) Prefiero llamarlo laboratorio. Fabricamos de forma artesanal. Somos sólo 15 personas de momento, pero pienso que podemos llegar a ser más de mil. Una parte para fabricación, otra mantenimiento y también para el centro de control. Además, es un sistema que permitirá al Estado recaudar mucho dinero a través de las multas; si el Estado nos financiara con un 5% de esa cantidad, ayudaría a que la cooperativa sobreviva. En Sudáfrica, el 17% del presupuesto nacional se consigue por las sanciones  de tráfico y en Zambia, hasta un tercio. Pero en mi país, con 70 millones habitantes, es una aportación irrisoria. Quiero decir con ello que no sólo aportamos nueva tecnología, sino también podemos generar ingresos. Y también trabajo para los jóvenes, en un país donde hay un 80% paro juvenil con una tecnología propia. Tendremos que importar los paneles o las cámaras, pero lo demás es diseñado en RD Congo.

¿Qué factor diferencial aporta que sea investigación hecha en África frente a que les llegue de fuera para África?

El padecimiento que tiene este continente es su incapacidad para la transformación. Siempre digo que conseguiremos salir adelante cuando seamos capaces de aprovechar nuestros recursos, como por ejemplo los minerales. Ya hemos dado un primer paso al fabricar algo en el Congo, un país que valora poco la inteligencia humana. En general, en África se tiene en cuenta la riqueza en recursos, pero se olvida que la inteligencia humana es fundamental para el desarrollo, que es algo que si se entiende en Europa. No sirve de nada tener  minerales valiosos si no hacemos nada con ellos. Mientras África no sepa transformar sus materias primas, no se podrá desarrollar.

¿Tiene algo que hacer al respecto la comunidad internacional?

Debemos ser nosotros mismos los que nos demos cuenta. En mi país hay gente viviendo en casas en las que crece el algodón, o en las que se ve el cobalto. Pero lo que hacemos es venderlo y otros se hacen ricos transformándolo. Somos los africanos los que debemos ser conscientes de lo que pasa. Podemos desarrollar África solos.

¿Hay contactos entre investigadoras africanas en los que comparten sus trabajos?

Si, pero no muchos. Ha habido reuniones en Angola o Nigeria. Y en todas animamos a las jóvenes a implicarse en las nuevas tecnologías. Prefieren la medicina, la docencia, incluso el periodismo, pero intentamos que amplíen su escenario porque aquí hay mucho futuro. Desde las instituciones públicas también hablan de ello, pero en África se habla mucho y se hace poco.

¿Está satisfecha con el eco internacional de su robot?

Mucho. Ha sido una sorpresa que esta Fundación española se haya interesado en nuestro proyecto; es la segunda gran sorpresa. La primera la tuvimos cuando la mujer del vicepresidente de Estados Unidos, de visita en Congo, vino a conocer nuestro laboratorio porque la CNN lo había sacado en antena.  Ahora, para mí es un sueño poder haber conocido a alguien como María Teresa Fernández de la Vega y poder colaborar con su programa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Campaña de cerebros científicos ‘fugados’: «Yo soy leyenda urbana»


 

Leyenda

ROSA M. TRISTÁN

De nuevo los científicos del CSIC recurren a la plataforma CHANGE.ORG para intentar salvar la institución científica más grande del país. Si en julio de 2013 lograron casi 300.000 firmas para evitar el colapso del Consejo, al que se le había dejado con un presupuesto irrisorio (tanto que tuvo que ser ‘rescatado’ con una inyección de dinero) y en marzo de 2014 lanzaban otra campaña para evitar el cierre del Observatorio El Calar Alto, ahora vuelven con una nueva petición bajo el título: NO A LA DISCRIMINACIÓN DE TRABAJADORES EN EL CSIC. Además, la
Asociación para el Avance de la Ciencia y la Tecnología en España acaba de lanzar la campaña: «Yo también soy una leyenda urbana», en relación con las declaraciones del presidente del CSIC sobre la fuga de cerebros.

 

csic

Para empezar, la denuncia surge del autodenominado grupo de los Afectados Bolsa de Empleo CSIC,  tras conocer que éste quiere dar un giro al sentido de esta Bolsa, en la que se encuentran los profesionales a los que se les acaban los contratos, por obra o por servicio, y que hasta ahora volvían a ‘engancharse’ cuando había una oferta. En adelante, se pretende prohibir esta posibilidad a quienes hayan estado contratados durante más de dos años en los últimos 30 meses. Sólo podrán acceder a un nuevo contrato en el mismo lugar una vez que hayan transcurrido cuatro meses desde que dejaron su puesto.

Según Comiones Obreras e IU, que ha hecho público un comunicado, esta medida vulnera los derechos recogidos en el Estatuto Básico del Empleado Público (Artículos 55.1 y 55.2 del EBEP) y tiene su origen en las sentencias que han ganado unas 280 personas que encadenaban contratos y a la que se ha reconocido como personal indefinido no fijo en el CSIC. Un desastre vamos. Un trabajo fijo. Dónde vamos a parar…

Jordi Bascompte, del CSIC. |CSIC

Jordi Bascompte, del CSIC. |CSIC

La realidad es que en la actualidad hasta el 38% del personal de esta institución está contratado, y dado que no se convocan prácticamente plazas, que los mayores se jubilan, que algunos de los que si tienen plaza se están yendo porque en otros países tienen más dinero para investigar y que becas hay muy pocas, la única posibilidad de sacar adelante muchos proyectos es contratar, y a ser posible al personal más cualificado y que conoce mejor un área de investigación determinada. «Son estos contratos los que han permitido a los grupos funcionar, crecer y seguir formando científicos y técnicos», aseguran en su comunicado.

La petición de Change.org, con la que piden apoyo ciudadano, la dirigen al presidente del Consejo, Emilio Lora-Tamayo quien, como señalaba, durante la celebración del 75 aniversario de esta institución señaló que la fuga de cerebros en España «es una leyenda urbana»,  declaraciones que no sentaron nada bien en la comunidad científica. Tanto es así que ha dado origen a la campaña de la Asociación para el Avance de la Ciencia y la Tecnología en España (AACTE), en la que piden a los científicos que trabajan en el extranjero que se hagan una foto con el cartel que encabeza este artículo y lo envíen a un email  (aactes@gmail.com) con el nombre, especialidad y centro de trabajo.

 

Uno de los que se podrían hacer la foto con el cartel es el Premio Nacional de Investigación Jordi Bascompte, que denunciaba en EL PAIS, la descapitalizaciòn del CSIC a la que está llevando la falta de medios y una burocracia que poco casa con la ciencia. Y es que este ecólogo, al que entrevisté para el Anuario de Caja Burgos hace algún tiempo, y que logró 1,7 millones de fondos europeos para su proyecto, es uno de los protagonistas de esa ‘leyenda urbana’, pues es un cerebro que se va a la Universidad de Zurich (Suiza), porque aquí no puede trabajar. Y porque, según explica en este artículo, en este país ara contratar a un joven de la Universidad de Oxford (la sexta más prestigiosa del mundo) tiene que esperar meses de trámites, total para que al final concluyan que no tiene convalidada su carrera. De traca, pues en ese mismo ránking la primera universidad española ocupa el puesto 177. Y añade que, además, le obligan a especificar cada una de las funciones que va a desempeñar ese joven investigador, no sea que un día se le ocurra encargarle algo que no le corresponde y haya una demanda de las que ponen de uñas al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Carlos Andradas, en un acto por la ciencia.@RosaTristán

Carlos Andradas, en un acto por la ciencia.@RosaTristán

Pero es que la situación del Consejo no mejorará tampoco en 2015, a tenor de los presupuestos previstos. El Pacto por la Ciencia, firmado hace ahora un año, sigue siendo el acuerdo al que se agarran los investigadores para tratar de regresar al pasado, al 2009.  Pero, ay, no lo firmó el PP. Carlos Andradas, presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) me decía en una reciente manifestación por la ciencia: «En ese acuerdo queríamos recuperar las inversiones de ese año, pero a lo largo de cuatro años, queríamos que hubiera un plan en el capítulo de subvenciones, que es lo que realmente financia la ciencia pública, los OPIS como el CSIC, la investigación en las universidades. En este país, hemos perdido 1.800 millones de euros en cinco años. Y se podrían recuperar, a razón de unos 400 millones por año si, como nos dicen, la economía comienza a crecer, y, como nos dicen también, hay que apostar por el I+D. Pero los presupuestos para 2015 han sido una gran decepción. Se dijo que se iba a hacer esa apuesta en cuanto se pudiera, y resulta que las subvenciones son menos que en 2014. Si estos son presupuestos de consolidación de la recuperación, pues la apuesta por la I+D de este gobierno es muy pobre».

Con este panorama, parece que la única alternativa que queda a los investigadores españoles es irse o reclamar en plataformas públicas y conseguir fondos por sistemas de donación pública como el crowfunding. Una de esta plataformas para conseguir medios, Precipita, ha sido lanzada, precisamente, desde una Fundación pública, la FECYT, que depende la Secretaria de Estado de I+D+i. Vamos, que el Gobierno pide a los ciudadanos un compromiso que sus representantes no tienen. Y la verdad, por el éxito que suelen tener estos métodos, responden mejor los segundos que el primero, y que la inmensa mayoría de los empresarios. Ah, que esos también se lo están llevando fuera…