ROSA M. TRISTÁN
África, el continente de la miseria, del expolio y los virus más mortíferos, es también un espacio de crecimiento, de nuevas artes en ebullición, de diseño, y de ciencia. Y eso es lo que quieren descubrir, a quienes solo ven su lado oscuro, en la Fundación Mujeres por África, presidida por María Teresa Fernández de la Vega. Hacia esa cara luminosa del progreso se dirige su último proyecto: «Ellas investigan». Y ‘ellas’ son mujeres negras con batas blancas. Astrofísicas, genetistas, expertas en robótica, biomédicas… Africanas que, sin salir de sus países, andan metidas en precarios laboratorios de los que salen hallazgos que ayudan a mejorar la vida subcontinente. Mujeres negras en batas blancas que saben muy bien qué es lo más urgente y necesario para los africanos.