La mayor cita mundial de arqueólogos, reunida en Burgos, ha dado un repaso al origen de la cognición de nuestra especie
El gran interés científico contrasta con el escaso interés mediático en los trabajos presentados en el XVII UISPP
Se anunció el futuro ADN nuclear de la Sima de los Huesos y se presentaron hallazgos que acercan a neandertales y ‘sapiens’
ROSA M. TRISTÁN
En total, trabajos de más de 3.000 científicos de 60 países, 115 sesiones (52 de paleolítico, 39 de protohistoria y 34 de contenido general), más de 1.600 comunicaciones, 1.500 participantes… Los números son mareantes, como mareados andaban muchos de los participantes en el 17 Congreso de la Unión Internacional de Prehistoria y Protohistoria (UISPP), con tantas sesiones y tan interesantes que no sabían a cuál acudir. Siete días en los que, en el entorno de Atapuerca, que es Burgos y su universidad, se han reunido a casi todos los arqueólogos, biólogos, paleontólogos, zoólogos o historiadores ( y me dejo muchos, seguro) que más saben de la Humanidad, desde sus orígenes, hace más de dos millones de años hasta el comienzo de nuestra era.

José Mª Bermúdez de Castro, Eudald Carbonell y Robert Sala, en la entrada al Congreso. /Rosa M. Tristán
Nada más llegar, el jueves, el encuentro con el secretario general del Congreso, Eudald Carbonell, y el también codirector de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro, me puso sobre la pista de lo que estaba siendo el evento. «Estamos muy satisfechos. Son las Olimpiadas de la Prehistoria. El nivel científico es tremendo», aseguraba el arqueólogo catalán.
Poco después lo pude comprobar en una rueda de prensa a la que acudieron los medios locales de Burgos y en la que estaban la prestigiosa investigdora Lyn Wadley (que dirige cuatro yacimientos en Sudáfrica y es una autoridad en cognición humana) y el mayor experto en ADN antiguo del mundo, el alemán Svante Pääbo, que dirigió el proyecto Genoma del Neandertal y que la logrado secuenciar el ADN mitocondrial de los fósiles de la Sima de los Huesos de Atapuerca, huesos de hace unos 450.000 años.
Fue un lujo poder hablar con Wadley, poder escucharla en la conferencia magistral que ofreció ese día por la tarde, poder preguntarla por esos primitivos ‘Homo sapiens’ que en el yacimiento de Sidubu ‘inventaron’ los colchones con insecticida, el pegamento, o las trampas hace más de 77.000 años.
En el ambiente, rondaba uno de los grandes temas del Congreso: los neandertales y no podía obviarse el tema en el encuentro informativo. El día anterior, el británico Clive Finlayson había presentado el grabado de una cueva de Gibraltar (Gorham) atribuido a esa especie. ¿Acaso esa cognición que pensábamos tan nuestra, tan ‘sapiens’, ya no lo es? ¿Hemos dejado de ser ‘la especie elegida’, como había dicho Carbonell? Wadley no dudó en reconocer que «aunque no conocemos el significado de esos dibujos, es evidente que suponen una complejidad mental que ya no es solo nuestra, aunque este grabado tampoco indica que los neandertales tengan todos los atributos de esa condición», reconocía la experta.
A su lado, el afable Svante Päävo, que con su mochila al hombro, de sala en sala, buscaba trabajos sobre el ADN de sus colegas. Päävo explicó cómo al secuenciar el ADN mitocondrial de la Sima buscaban respuestas, pero se encontraron con más preguntas: «Eran los restos más antiguos secuenciados nunca, y estaban muy deteriorados, pero queríamos averiguar las relaciones de estos humanos con los neandertales y los denisovanos de Siberia, y lo que encontramos, es que los de la Sima se relacionan más con los segundos, así que hora tenemos más dudas. ¿Les llegó ese ADN porque son sus ancestros o por mezcla con otras poblaciones?», se preguntaba.
Para tratar de contestar, anunció que ya trabaja con estos fósiles de Atapuerca para obtener ADN nuclear, aplicando una nueva técnica mucho más eficaz. «Casi seguro que lo presentaremos en 2015», afirmó, si bien sólo dos de los 10 huesos analizados tenían moléculas genéticas. Poco después, el paleontólogo Juan Luis Arsuaga me diría que es una fecha optimista, pues el procedimiento es muy costoso y están buscando recursos financieros para ello.
¿Y el genoma de los humanos de la Sima? ¿Será posible algún día?, no pude por menos que preguntar. Y la respuesta fue otra incógnita: «Si hace seis años me pregunta si tendría el del neandertal hubiera dicho que era imposible, pero luego la técnica mejoró y lo ha hecho posible; ahora le digo que ese genoma tampoco es posible porque el material está muy degradado, pero si le puedo asegurar que nos dirá muchas cosas que no saemos, entre otras si son ancestros de los neandertales o son más primitivos».

David Lordkipanidze, director del proyecto en Dmanisi, con Robert Sala, de Atapuerca, en la rueda de prensa.|R.M.T.
Como ocurrió desde el lunes, a las 10.30 horas del miércoles, el campus era ya un hervidero. En una sala, Nicholas Conard hablaba de los cazadores de Schöningen de hace 300.000 años; en otra presentaban el ‘Homo erectus’ turco de hace 1,2 millones de años que apareció en un lugar llamado Kocabas que me recordaba a Pamukale (Turquía); más tarde el arqueólogo Miguel Caparrós (del Museo Nacional de Historia Natural de París) presentaba un trabajo matemático que demostraba que entre los prehistóricos había tanta variabilidad de rasgos como entre nosotros, y concluía que hay que reclasificar las especies. «De 93 caracteres, solo un tercio diferencian una especie de otra», señalaba. Y a continuación echaba por tierra a los ‘Homo heidelbergensis’, esa especie «en crisis» que se creía antepasada directa de los neandertales y ahora anda inmersa en un mar de dudas científicas.

Comida con Cecilio Barroso y Christophe Folgueren, del Museo de Historia Natural de Francia. |R. M. T.
Sin descanso, a la hora de la comida, el profesor Cecilio Barroso, que dirige el proyecto paleontológico de Lucena, me explicaba el trabajo que había presentado el día anterior, en el que echaba por tierra las dataciones de Gibraltar, que indican que allí vivieron los últimos neandertales. «No puede ser. Tienen una estatigrafía de los sedimentos muy confusa en los niveles de hace 28.000 años en los que dicen que hay tecnología hecha por esa especie. Hay agujeros hechos por conejos, materiales cambiados de lugar, y por ello ese yacimiento no cuadra con el estudio de Nature reciente, que dice que la especie desapareció hace 45.000 años», aseguraba.
Y lo bueno de un congreso como el de la UISPP es el debate. El de Gorham o el del yacimiento de Dmanisi, porque resulta que también estaba por allí su director, David Lordkipanidze, quien mantiene que los ‘homo’ de Georgia, con 1,8 millones de años (los más antiguos hallados en Eurasia) son una sola especie, pequeños Homo erectus, aunque algunos estudios, como el que ha realizado Bermúdez de Castro, apuntan a lo contrario.

La Reina Sofía tomando café, foto que no me querían dejar hacer. ¿Por qué? No lo se. «Todos los sapiens comen», dije al escolta. |R.M.T.
También hubo una jornada sobre Orce, el yacimiento que ha resucitado en Andalucía que el equipo de Bienvenido Martínez-Navarro presentó a sus colegas. «Estoy muy satisfecho con los resultados», declaraba en una pausa.
Discusiones, encuentros, polémicas e intercambios que más que en las salas, casi todas llenas, tenían lugar en los pasillos, en la cafetería universitaria, sobre el césped del campus burgalés, donde era fácil toparse con un masai llegado desde Tanzania, con un chino o un australiano que explicaba la llegada a tierras tan lejanas de los aborígenes. «Lo importante no es sólo lo que se cuenta, sino los contactos, las colaboraciones que pueden surgir de un congreso como éste», me reconocía Ignacio Martínez, miembro del equipo investigador de Atapuerca.
El viernes se notaba el cansancio. Algunos no podían evitar cerrar los ojos en sesiones que se alargaban más de la cuenta. Además, se sentía el revuelo de la visita de la Reina Sofía, que quiso acudir «a título personal» a algunas sesiones. Eligió una sobre «El agua como generador de redes» y otra sobre «Protohistoria española».
De todas las opciones posibles, que eran muchas, elegí escuchar al arqueólogo Sergio Ripoll: sus trabajos sobre el arte rupestre Paleolítico de la cueva cántabra de El Castillo y en la cordillera central; y también a los investigadores de la misteriosa cueva de Quesem (en Israel), donde seres humanos de hace 300.000 años ya controlaban el fuego, como han demostrado dos arqueólogos españoles: Jordi Rosell y Ruth Blasco. ¿Quienes eran esos Homo tan listos?, se preguntaban los científicos al término de la sesión. Otra incógnita sin respuesta porque «falta mucho por excavar», según su responsable, Ari Gopher. Cada día parece más improbable que fueran ‘sapiens’, como publicaron en su día.
En general, muchas historias de los más viejos del planeta que fueron contadas por jóvenes científicos, pues como explicaba Eudald Carbonell, «este Congreso va a suponer un cambio de etapa, una nueva fase en la que llega una nueva generación con con fuerza y ganas de seguir haciendo». «Si, pero debemos conseguir que detrás de ellos se formen otros más jóvenes, y en este país es algo que no está pasando. Sólo así se garantiza el futuro», añadía Bermúdez de Castro.
El sábado, el esperado punto y final: la visita a la Sierra de Atapuerca, protagonista de muchos de los trabajos presentados, ya fuera como actor principal o secundario, por las referencias a sus conclusiones.
Una densa semana de historias de ciencia, novedades, cerebros ‘sapiens’ privilegiados a los que entrevistar que me sorprende que no hayan despertado más el interés de los medios de comunicación de este país. Nunca antes hubo una reunión como ésta en España, y pasará mucho tiempo hasta que se repita, si llega a ocurrir. Y, sin embargo, qué pocos colegas me crucé en estas dos jornadas por el campus de Burgos.
De vuelta, un repaso las secciones de ciencia de los medios nacionales me basta para comprobar las escasas menciones al encuentro científico que más tiene que ver con nosotros, los humanos. Qué pocas noticias relacionadas con un evento que, celebrado a poco más de dos horas de la capital del país, ha generado un buen número de notas de prensa de la Fundación Atapuerca. Desde luego, muchas menos páginas que la presentación de un futbolista de segunda o visita de un ministro a las antípodas de la que sacamos visados para que nuestros jóvenes se sigan yendo.
Yo, desde luego, me he traído un puñado de entrevistas que iré publicando en este Laboratorio para Sapiens. Y os las iré contando.

La autora, que no pudo resistitr la tentación de tener una foto del evento, con Bermúdez de Castro, Carbonell y Sala. |R.M.T.
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Reblogueó esto en Deagoterasy comentado:
Nuestro periodismo televiso y escrito es tan pobre en materia de difusión de la investigación y eventos científicos que noticias como estas ni siquiera aparecen en los escasos minutos o lineas dedicadas a difundir noticias de ciencia y tecnología, y sobre todo de temas tan relevantes como la investigaciones sobre nuestro origen como especie y desarrollo de nuestras caracteristcias humanas
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Te felicito, Rosa, por esta magnífica información. Interesantísimo todo, temas actualísimos en nuestra disciplina. Tendré en cuenta tus comentarios en mis exposiciones a los alumnos de Antropología Cognitiva y Simbólica. Gracias.
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Felicitarte buen trabajo realizado ,ya espero pronto ver esas entrevistas que serán muy interesantes
Pena que en nuestro país no despierte más interés en los medios de comunicación congresos como estes
Como punto a mejorar del congreso el no poner las grabaciones de las sesiones en algún canal para poder seguir las sesiones del congreso desde cualquier parte del mundo es imperdonable hoy en día
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