
No será la mejor foto de auroras que has visto, pero así la capté con mi cámara en Groenlandia el año pasado. La casita, mi alojamiento. |ROSA M. TRISTÁN
Hace un año por estas fechas tuve el privilegio de ver las primeras auroras boreales de mi vida. Y lo hice de la mano del astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias Miquel Serra Ricart que, a través del proyecto europeo Gloria y Shelios, lleva ya unos cuantos años retransmitiendo al mundo en directo ese fenómeno fascinante que el Sol regala a la Tierra soplando en su dirección (a fin de cuentas las auroras se producen cuando partículas solares cargadas de energía alcanzan nuestra atmósfera terrestre).
Hace casi 12 meses que pisé por primera vez las gélidas tierras del Ártico, en Groenlandia, porque Serra Ricart eligió esa gran isla para transmitir al mundo el espectáculo, dado que esas diminutas partículas se sienten atraídas como un imán por el campo magnético terrestre, por lo que sólo penetran por el Polo Norte (Auroras Boreales) o por el Polo Sur (Auroras Australes).
Hoy, de nuevo el equipo está en marcha camino de Groenlandia (previa parada en Islandia), donde le espera el explorador polar Ramón Larramendi, ya repuesto de su última aventura, la primera Circunnavegación de Groenlandia en un trineo movido por el viento de la historia. Es allí donde tiene su empresa de turismo, Tierras Polares, que ha hecho posible que miles de viajeros vean con sus propios ojos las mismas auroras que Serra Ricart acerca a quienes no tienen oportunidad de viajar a un lugar tan extremo.
Los pormenores de la aventura ya os los conté el año pasado y también mi experiencia personal sobre el terreno cuando el cielo nocturno se cubría de cortinas de luz en movimiento. Pero este año hay novedades. Para empezar, las retransmisiones serán del 23 al 25 de agosto desde Groenlandia y después desde Islandia (hasta el día 28)
Si el año pasado fueron cuatro adolescentes los afortunados de acompañar a la expedición Shelios en la llamada Ruta de las Estrellas, este año su número ha aumentado a seis ( Miguel, Ana, Guillen,Maria, Berta y Nuria). Todos ellos tendrán la oportunidad de aprender el método científico, aplicado a la Astronomía, en un lugar privilegiado y con unos maestros de primera fila.
Este año se incorpora al grupo el astrónomo del IAC Josep María Bosch. Cuando estaba esperando para embarcar, en Barcelona, Bosch me contaba vía telefónica que su intención es enseñar a los chavales todo lo relativo a los asteroides, un tema en el que es un experto.
Por ello, no pude resistir la tentación de preguntarle por el peligroso asteroide que amenaza a la Tierra allá para el año 2880 (publicaba ‘Nature’ esta semana), si es que para entonces los humanos hemos dejado algo en pie. Y su respuesta pone en entredicho la noticia, publicada a ‘bombo y platillo’ estos días de atrás: «Es imposible hacer una predicción de este tipo porque las órbitas de los asteroides están sometidas a tensiones gravitacionales generadas por los planetas, así que no se puede saber cómo variará en 800 años. Pero es que, además, el asteroide se llama 1950 DA porque fue ese año que se detectó en el Minor Planet Center. Desde entonces habrá dado al menos 20 vueltas al Sol, pero su órbita no es fiable. ¿Cómo pueden predecir día y hora con tanto tiempo?», argumenta.
Ahora, sólo queda esperar al próximo 23 de agosto. Encender el ordenador sobre las 3 horas de la madrugada (23h locales). Buscar la web de Gloria o Sky-live.tv y esperar… Nadie puede garantizar que la magia se produzca, pero lo fascinante de este mundo es lo imprevisible. Y tienes más días para intentarlo.
¡Suerte!