Un auditorio a rebosar. De lujo. Un público variopinto, en el que predominan los hombres trajeados y las mujeres muy puestas. Y enfrente, un anciano menudo, de pelo blanco y aspecto frágil, pero capaz de remover al auditorio en pleno por dentro. Algunos, comprenden su discurso, lo mal que vamos, y lo apoyan, incluso han venido con sus libros por si hay ocasión de que los firme. Otros, no, otros mueven la cabeza, negando, cuando el anciano habla de la igualdad, del absurdo crecimiento, de la insolidaridad y la falta de ética. No dicen nada, pero se les nota nerviosos en el asiento. Estoy en la conferencia de Zygmunt Bauman, el sociólogo polaco, ha ofrecido en la Fundación Rafael del Pino. Es uno de los grandes pensadores de nuestro tiempo, autor de más de 50 libros y más de un centenar de ensayos. Premio Príncipe de Asturias en 2010. Un cerebro privilegiado.