Llegan las primeras visitas a Altamira y no puedo por más que volver sobre el asunto, sobre todo tras leer cómo algunos medios de comunicación titulaban, sin sonrojo ninguno, que las pinturas no corren peligro (ABC). Para mí que quien lo escribe sabe más que los científicos, porque resulta que se trata de ‘visitas experimentales’, como después precisan, para ver si realmente los sufrirán o no. Pero es que, además, como recordaba en el post anterior (que ahora amplío) se trata de un experimento viejo, testado y publicado.
Archivo mensual: febrero 2014
Los viajes humanos desde África, polémicos desde hace dos millones de años
José María Bermúdez de Castro, codirector del Proyecto Atapuerca, se inició en el estudio de las dentaduras humanas nada más volver de la mili. Aquella primera investigación, que sería el objeto de su tesis, estaba centrada la antropología dental de los antiguos pobladores canarios, y tuvo que pasar no pocas penalidades económicas para terminarla. La pasada semana ha sido protagonista porque acaba de publicar un trabajo científico que echa por tierra una de las noticias de más impacto mediático publicada en la prestigiosa Science de los últimos tiempos, una exhaustiva investigación que tenía guardada en un cajón y que ha desempolvado para volver a dejar las cosas en su sitio, en lo que al viaje de la especie humana fuera de África se refiere.
Las voces de nuestros ancianos sabios
ROSA M. TRISTÁN
Pertenezco a esa generación que creció en una gran ciudad, pero cuyas las raíces están bien ancladas en el mundo rural. Una pareja, la de mis padres, nacida y crecida en un pueblo castellano, Fuentenebro (Burgos), que en los años 60 inició la aventura de la migración. Pertenezco pues a esa generación acabó desligándose de la tierra, a veces ocultando ese pasado campesino y pobre tan alejado de la modernidad. No es mi caso. Cuando era cría siempre que tenía ocasión contestaba que era ‘de Fuentenebro’ porque ser de Madrid me resultaba insulso,aburrido, porque donde realmente disfrutaba era en ese pequeño pueblo de la Ribera del Duero en el que pasaba los veranos con mi abuela. Ese lugar donde se iba a por agua a la fuente con un botijo y se montaba en burro.
Todas las aves de España, a un ‘click’ en el móvil
«Es un milano». «No, no, es un aguilucho». «Pues a mí me parece una aguililla calzada». «Y aquello es un pato, pero ¿qué pato? Casi siempre que miramos al cielo y vemos un ave desearíamos tener al lado un ornitólogo que, con la certeza que da la sabiduría en una materia, nos aclarara las dudas, o una guía de esas que al final no metemos en la mochila porque pesa y porque cuando queremos encontrar lo que buscamos, el ave en cuestión ha largado volando. Ahora, la Sociedad Ornitológica Española (SEO/Birdlife) nos lo pone muy fácil: acaba de presentar una aplicación para teléfonos móviles, totalmente gratuita, que contiene toda la Guía de Aves de España con sólo pulsar una tecla. Y no solo eso: también incluye los mejores itinerarios para poder encontrarlas.
La Cuna de la Humanidad viaja de Tanzania a España
ROSA M. TRISTÁN
«La ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento» (Charles Darwin, que nació un 12 de febrero, 1809)
Que un equipo español haya logrado traer a España más de 200 piezas del Museo Nacional de Tanzania, uno de los que más tienen del rompecabezas que es el pasado de la especie humana, es un acontecimiento sin precedentes. Que, además, algunas de las piezas más importantes hayan sido encontradas, precisamente, por ese equipo, sin prácticamente ningún apoyo oficial, es una heroicidad. Y que la exposición ya esté siendo demandada por museos de toda Europa es el resultado de su excepcional calidad. Se trata de ‘La cuna de la Humanidad’, que esta semana ha sido presentada oficialmente en el Museo Arqueológico Regional de Madrid, una cita imprescindible para todos aquellos que quieran saber de dónde venimos y por qué somos como somos. Son cuatro millones de años de historia resumidos en una hora.
El mundo líquido de Zygmunt Bauman, que nos ahoga
Un auditorio a rebosar. De lujo. Un público variopinto, en el que predominan los hombres trajeados y las mujeres muy puestas. Y enfrente, un anciano menudo, de pelo blanco y aspecto frágil, pero capaz de remover al auditorio en pleno por dentro. Algunos, comprenden su discurso, lo mal que vamos, y lo apoyan, incluso han venido con sus libros por si hay ocasión de que los firme. Otros, no, otros mueven la cabeza, negando, cuando el anciano habla de la igualdad, del absurdo crecimiento, de la insolidaridad y la falta de ética. No dicen nada, pero se les nota nerviosos en el asiento. Estoy en la conferencia de Zygmunt Bauman, el sociólogo polaco, ha ofrecido en la Fundación Rafael del Pino. Es uno de los grandes pensadores de nuestro tiempo, autor de más de 50 libros y más de un centenar de ensayos. Premio Príncipe de Asturias en 2010. Un cerebro privilegiado.
Atlas de islas remotas: de Isla Socorro a Isla Utopía
Hasta que no abrí el libro ‘Atlas de las Islas Remotas’, de Judith Schalansky, nunca había oído hablar de Pingelap, una diminuta isla del Océano Pacífico donde muchos de sus habitantes son daltónicos. La culpa de que no puedan ver el color esmeralda del agua en sus costas, el verdor de sus bosques, el rojo atardecer reflejado sobre las olas, al parecer la tiene una mutación genética que se extendió como el fuego con la yesca, que ha condenado a uno de cada 10 a una vida gris en un mundo de colores.
Así lo cuenta la autora, Judith, en este fascinante tratado geográfico sobre 50 pedazos de tierra, que son 50 historias maravillosas. Lo presentó, hace unos días, el catedrático de Geografía Eduardo Martínez de Pisón, junto con el aventurero y escritor Sebastián Alvaro (ex director de ‘Al filo de lo imposible’) en la librería Desnivel. «Una isla es lo pequeño, asilado como dice su nombre, pero también es un oasis en un desierto, un fortín o un planeta en un cielo lleno de estrellas», fue desgranando el profesor, mientras la audiencia se rendía al embrujo de sabiduría que emanaba de sus palabras.
Martínez de Pisón nos habló de la isla fantasmagórica de San Borondón, en Canarias, de Islandia (cuando aún no figuraba en los mapas), de la Isla Livingston, en la Antártida, la única del Atlas que ha pisado, porque allí hay una base científica española, y de otras muchas tan inexploradas como desconocidas: Isla Socorro, Isla Navidad, Isla Posesión..
De todo lo que nos contó, me llamó especialmente la atención el caso de un usurpador, cosmógrafo y alto cargo durante el reinado de Felipe III (siglo XVII) llamado Andrés García de Céspedes. Al parecer, este asesor científico de la Corte se aprovechó de su acceso a las bibliotecas reales para hacerse con el ejemplar de un ‘Islario general de todas las islas del mundo’ que en el siglo anterior había realizado Alonso de Santa Cruz para Felipe II. Ni corto ni perezoso, García de Céspedes ‘raspó’ el nombre de Alonso y de este monarca, para poner el suyo y el de su Rey, un chanchullo bastante chapucero que dio el pego en su época. Un usurpador, un tramposo, o como diríamos hoy, un ‘manipulador’.
Según nos lo relataba el catedrático, la figura de García de Céspedes, sobre quien, por cierto, escribí hace unos meses un guión para CON CIENCIA de RTVE, se me transmutando en la de algunos políticos de nuestro tiempo que andan tratando de borrar, o hacer desaparecer, sus nombres de algunos papeles comprometedores donde si estaban en el pasado; de otros que los ponen con mayúsculas en leyes que, por contra, son del siglo pasado y de algunos más que quisieran poner su nombre en lo más alto, aunque sea ‘raspando’ al mismísimo jefe. Diría que habitamos en nuestra particular Isla Socorro.
Muchas son las metáforas que el geógrafo nos puso en su conferencia: isla-cárcel, isla-parque, isla-Tierra… Pero a mí se me ocurren otras que tampoco está en el Atlas, pero que cada día nos rodean más: los responsables políticos que hoy rigen nuestros destinos son también ‘islas’, pues viven separados por un gran océano de la realidad social; islas a la deriva que se alejan cada día un poco más de los continentes, que somos todos; islas de poder que, como le pasa a la isla Takuu (en Papúa Nueva Guinea), se van hundiendo a medida que aumentan las mareas, que ahora son verdes, y blancas, y rojas y violetas… Muchos de los habitantes de Pingelap no las podrían ver.
Al final del acto, nos acabó hablando de la isla más remota y deseable, que es la Isla Utopía. La que siempre está dos pasos más allá, como nos recuerda Eduardo Galeano. La que siempre tenemos que ver en el horizonte, sin perder el rumbo.
El Starmus Festival vuelve a Tenerife
¡¡ÚLTIMAS NOTICIAS!!
La nueva edición del Starmus Festival, en septiembre de este año en Tenerife, no sólo reunirá Premios Nobel, sino que contará con la participación de al menos tres de los seres humanos que pasearon por la Luna: Harrison Schmitt, del Apolo 17, Charlie Duke, del Apolo 16 y Edgar Mitchell, del Apolo 14.