Javier Reverte: «El ministro Wert es un genocida de la cultura»


Fdo: Teresa Rodríguez

Fdo: Teresa Rodríguez

ROSA M. TRISTÁN (Publicado en ESCUELA)

PÁGINA 1, ENTREVISTA 

PÁGINA 2 ENTREVISTA 

Javier Reverte anda preparando la mochila para una nueva aventura en África cuando nos encontramos en el centro de Madrid. El escritor, uno de los autores de más éxito de nuestro país, de los más viajeros y de los más prolíficos, acaba de regresar de Roma, donde ha estado escribiendo durante los tres últimos meses un diario de su estancia, trufado de historias, que aún tardará en ver la luz. Reverte, de 69 años, no se cansa de recorrer mundos, casi siempre situados en el espacio geográfico, a miles de kilómetros; otros ubicados en el tiempo, décadas atrás. Así es su última novela, ‘Tiempo de Héroes’, dedicada a un miliciano de la Guerra Civil española.

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La clase en un huerto, y con plantas y animales


Acababa de publicar un reportaje a doble página en el periódico ESCUELA sobre la importancia de que los niños tengan contacto con la tierra, con las plantas, con los otros seres vivos de su entorno cuando salió en las noticias que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, tomó una decisión, otra más, que me dejó perpleja: resultaba que los alumnos de Bachillerato que eligieran Ciencias no estudiarían nada que aumentara su conocimiento sobre la biodiversidad del planeta, con los animales, los árboles, las flores, las algas… Nada.

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¿Qué pasa con Altamira? En 15 meses, del rojo al verde


CuevasAltamira

El Patronato de Altamira ha anunciado que se reabrirán las cuevas de Altamira, cerradas desde hace sólo 12 años. Cuando el científico Sergio Sánchez del Moral, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) me lo anunció hace poco más de un año, no quise creeerle, pero su destitución y la de sus compañeros como responsables de la conservación de la cueva, después de 15 años, hacía presagiar que acabaría sucediendo.

Sánchez del Moral y Juan Carlos Cañaveras, de la Universidad Autónoma de Madrid, junto con otros investigadores, llevaban más de una década controlando el delicadísimo ecosistema interior de la cueva que acoge las pinturas rupestres más famosas del mundo, Patrimonio de la Humanidad, es decir, de todos, no de los cántabros, ni siquiera de los españoles, ni de los europeos.

Con sofisticados sensores, controlaban cada mínimo cambio en su atmósfera y comprobaban, cuando iban a recoger los datos, que incluso su escasa presencia provocaba cambios en la temperatura y la humedad (la que genera nuestro cuerpo) que resultaba peligrosa. No digamos los virus y bacterias que los humanos llevamos a cuestas. De hecho, en la revista ‘Science’ publicaron en 2011 un artículo en el que detectaban hongos y bacterias en esas maravillosas pinturas, con más de 15.000 años, y recomendaban que siguieran cerradas al público si se quería mantener este tesoro para las generaciones venideras.

Pero, los trabajos de estos científicos no gustaban mucho a los políticos del lugar, que no podían fardar de Patrimonio ante sus ilustres visitas (Chirac, Calderón, quizás Obama. ..) Y se buscaron otros. Así que en septiembre de 2012 (cuando Sánchez del Moral y Cañaveros me hablaban de su destitución mientras visitaba la cueva de El Sidrón), el Patronato ya había encontrado a otros investigadores que les sustituían; otros, elegidos por el Gobierno de Cantabria, que quiere que Altamira sea ‘la gallina de los huevos de oro’ en tiempos de crisis y así, en menos de año y medio, hemos pasado del rojo al verde y ahora resulta que la ciencia dice que las pinturas están estupendas y podemos visitarlas.

¿Y quién lo dice? Pues para ‘la nueva fase’ se buscó a un director científico de fuera, aunque en España hay muy buenos expertos en la materia, entre los más reconocidos del mundo. Se trata de  Gaël de Guichen, ingeniero químico de la Universidad de Lausanne (Suiza), que durante dos años fue responsable de la conservación en las cuevas francesas de Lascaux. Por cierto, éstas si que están cerradas a las visitas desde 1963 porque las deterioraban los turistas, como lo están, repito, las de Chauvet. Con Guichen, un equipo de investigadores, estos sí, todos españoles. Espero ver pronto su trabajo en ‘Science’.

El ingeniero químico Gael Guichen.

El ingeniero químico Gael Guichen.

Curiosamente, cuando se anunció este cambio de equipo, en agosto de 2012, se informó en la web del Ministerio de Educación, Cultura y Cultura con estas palabras: «Este programa de investigación fue aprobado por el Patronato del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira el día 3 de agosto de 2012 y cuenta con un plazo de dos años para la presentación de su informe de conclusiones». Las otras no valían. Pues bien, les ha sobrado medio año para señalar que las pinturas «siguen su proceso natural» estando cerradas a cal y canto y para predecir que así seguirán con las visitas experimentales, porque quiero suponer que ante una duda razonable no las abrirían. Total, una pequeña dosis, a ver si sobreviven para poder ampliarla el cupo.

Como se lo veía venir, Sergio del Moral, en julio de ese año, en un curso de verano de la Universidad de Cantabria, ya había dejado clara su postura: negativa rotunda a apoyar la apertura. Así le fue.

Coincidiendo con ese cambio de rumbo, que desconocía, yo había lanzado ese mes, en este recién estrenado Laboratorio, la propuesta de grabar una película en tres dimensiones de Altamira. Fue a raíz de ver la película ‘La cueva de los sueños olvidados‘, grabada en la de Chauvet (Francia), donde nadie puede entrar. José Antonio Lasheras, director del Museo y del Centro de Investigación de Altamira, me comentó entonces que no era necesario puesto que ya hay una réplica idéntica al original, que visitan decenas de miles de turistas de todo el mundo. Es más, hasta la presencia de un equipo de televisión para grabar el interior podía acentuar el deterioro, según los expertos. Aquello si me pareció algo exagerado, la verdad.

Por eso sorprende tanto la noticia de que casi de buenas a primeras Altamira se reabre al público. Que casi 200 personas (¿Quiénes serán esos ‘escogidos’ privilegiados?) pasearán su vista por la Sala de Polícromos a placer, y no se si controlará alguien si estornudan o sufren la Gripe A.  Si, es una  prueba ‘experimental’para cinco personas a la semana y hasta agosto, apenas siete meses, pero algo me dice que no será fácil volver a cerrarlas si los bisontes ‘enferman’ y comienzan a ‘enverdecer’.

Del rojo al verde, pasando un instante por el ámbar, como los semáforos. De una ‘Capilla Sixtina’ del Paleolítico (era lugar de culto desde hace más de 35.000 años, de cuando son las primeras pinturas) a una Altamira convertida en ‘producto de consumo’ para los ‘locales’ (entendidos en el amplio sentido de la palabra).

Si los ancestros levantarán la cabeza…

¡Quiero reciclar mi ropa, no me lo pongas tan difícil!


Quiero reciclar, quiero que aquello que ya no necesito tenga una segunda vida. ¡Pero qué difícil me lo ponen! Va para un mes que cargo con una bolsa llena de ropa. No está para ser destruida, pero los cambios físicos y por qué no, de gustos también, hacían que algunas prendas llevaran años sin ver la luz. Así que, tras intentar ‘colocarlas’ a las conocidas sin éxito, como tantas otras veces fui  en busca de un contenedor de ropa… Pero ¡Ay!, resultó ser una misión imposible. Ni rastro de uno en todo Arganzuela, en todo Madrid. Fue entonces cuando fui consciente de que el Ayuntamiento de la capital ha ordenado su retirada total, absoluta, una operación en la que se va a gastar más de ¡100.00 euros! porque seguro que ahora no hay nada mejor en lo que invertirlos.

Contenedores retirados en Madrid. |EL MUNDO/ Alberto Di Lolli

Contenedores retirados en Madrid. |EL MUNDO/ Alberto Di Lolli

Los  quitan porque, acusan sin dar nombres,» hay quien se lucra de ellos», y al decirlo da la sensación de que hablan de una multinacional, de un emporio, de aprovechados de los pobres ciudadanos. Como si los madrileños no fuéramos ya víctimas de algo mucho más grave, como son los derroches municipales  a los que nos someten. Ya me gustaría saber quien se lucra de ellos.

Además, desconozco si los que ponían esos contenedores hacen negocio o no. Alguna vez ví a un inmigrante vaciándolos por la noche, al amparo de las farolas. Y ME DA IGUAL. Yo iba a tirar mi bulto a la basura, a sacarlo de mi vida, a destruirlo. Así que si alguien puede comer de lo que yo desprecio ¿por qué me va a parecer mal? Pues bien, a mí no, pero a la alcaldesa de Madrid, doña Ana Botella, que decide por mí, por lo visto sí, porque solo ha dejado en pie los de Humana (que tiene una extensa red de tiendas, por cierto, que cuenta sólo con 37 contenedores para cuatro millones de residentes y que si ha firmado un contrato).

Como no me ha tocado la lotería de tener un contenedor Humana en mi barrio, por recomendación familiar, acudí a las parroquias, que recogen en sus horarios de misa, claro, siempre y cuando tengan un almacén y no esté lleno. Porque, de hecho, en las dos cercanas a mi domicilio que pregunté, los párrocos me echaron finamente con mi fardo, mientras me aseguraban que ahora ya no dan abasto para organizar y repartir tanta ropa, que no tienen donde dejarla. Vamos, que no quieren más. Ni verla.

Como ni con la iglesia ni con contenedor de Humana estaba fácil la cosa, hace unos días llamé al teléfono de información municipal 010, donde me indicaron que tenía que acercarme al Punto Limpio del Ayuntamiento de mi distrito. Es decir, a varios kilómetros de distancia, en un horario fijo estricto (el de cualquier jornada laboral) y sin transporte público cercano desde mi zona. Y encima cargada. Todo facilidades. Tantas que, como digo, ando con la bolsa de acá para allá a ver si un día me tropiezo con un contenedor que se les haya despistado, aunque mes y medio después de iniciar la búsqueda estoy por tirar la toalla (y todo lo demás) porque la ‘extinción’ del contenedor ‘ilegal’ ha sido tan meticulosa o más que la que planificaron para la de la viruela.

Cuando este  asunto lo comento, siempre hay alguien que me sale con aquello del ‘negociete’  de la ropa usada, de ‘los aprovechados de la solidaridad’, de ‘las mafias’ de los trapos…. Y en el fondo, lo que veo en ello es una inquina injustificada y egoísta frente a quienes se buscan las castañas como pueden. «¿Prefieres triturarlo o quemarlo en Valdemingómez?, les pregunto». Y no creáis, que hay quien no duda en contestar afirmativamente. Así son algunos  ‘sapiens’ , no todos por fortuna.

En un viaje de Mauritania a España, hace unos años, mi compañero de asiento, un mauritano, me mostraba orgulloso en su móvil fotos de la cadena de tiendas que había montado en Nouadhibou (la segunda ciudad del país) con los contenedores de ropa usada que compraba al peso en Canarias. Lo tenía distribuido por plantas, todo limpio y ordenado («Como El Corte Inglés o Zara», me decía) y daba trabajo a varias decenas de personas. No era una ONG, no era una parroquia, pero esa ‘basura’ que nosotros no queremos, organizada y limpia, daba de comer allí a muchas familias. «Lo que ustedes no quieren, aquí es ropa de lujo», aseguraba.

Sin saberlo, además, aquel señor regordete y avispado, del que no recuerdo el nombre, ayudaba a todo el planeta porque resulta que evitaba la contaminación que genera la destrucción de los desperdicios textiles y una nueva producción  (que no es poca, teniendo en cuenta los tintes, las máquinas, los cultivos, los derivados del petróleo, etcétera), como recuerda la campaña Ropa Limpia. Y no era un mafioso, ni desde luego parecía millonario.

Así que pensando en esas gentes lejanas y en otras que ahora siento mucho más cerca, las que rebuscan cada noche en mi cubo, ando ahora con mi bolsa a cuestas. Quiero reciclarla social y medioambientalmente. Quiero que no me lo pongan difícil porque a Humana tiene un contrato con el Ayuntamiento, del que desconozco como se fraguó. Y si me encuentro mi blusa en un mercadillo, y ayuda a pagar el menú escolar de un crío, sentiré una gran alegría.

Estoy segura que ningún banquero, ni constructor, ni especulador de Bolsa anda en esta empresa. Huele a mercadillo, huele a pobres.

Cientos de momias, objetivo del ‘Proyecto Djehuty’ en Luxor


Acumulación de momias de ibis y halcones, en su lugar original.|ROSA M. TRISTÁN

Acumulación de momias de ibis y halcones, en su lugar original.|ROSA M. TRISTÁN

Son cientos de momias de ibis y halcones amontonadas bajo la tierra, un montón de pequeños paquetes que desprenden un olor extraño, a muerte. Una tumba llena de secretos que el equipo del Proyecto Djehuty se ha propuesto empezar a investigar en la campaña que comienzan hoy lunes 13 de enero, cuando cojan el avión que lleva a los 16 miembros españoles del equipo, un año más, a Egipto.

Es la XIII campaña que el egiptólogo José Manuel Galán (del ‘semivacío’ Centro de Ciencias Sociales y Humanas del CSIC) dirige en la colina de Dra Abu El Nagha (Luxor), gracias a la financiación de Unión Fenosa Gas, que aporta los 150.000 euros que la hacen posible en estos tiempos de penuria para la ciencia española. Un dinero que permite pagar los gastos y a los 80 trabajadores egipcios que les esperan como ‘agua de mayo’ (esos ingresos les vienen muy bien en un país sumido en el caos desde hace tres años).

Junto a José Manuel Galán, rodeados de momias de animales.|ROSA M. TRISTÁN

Junto a José Manuel Galán, rodeados de momias de animales.|ROSA M. TRISTÁN

Antes de partir, Galán estaba muy tranquilo con respecto al panorama social que encontrarán a su llegada.  Y me contaba en que tenía puestas sus expectativas este año. Entre ellas está seguir excavando en la zona donde el pasado año encontraron el ‘cementerio de la familia del príncipe Ahmose Sapair (adorado tras su muerte), que perteneció a la poco conocida Dinastía XVII. En esa zona, sacaron material sobre este personaje, sobre otro príncipe llamado Intefmose y la tumba de un niño de 5 años. «Gran parte del trabajo lo concentraremos ahí porque ese lugar puede dar muchas sorpresas», señalaba el científico.

También continuarán con el hombre que da nombre a su proyecto, Djehuty, el escriba, el ministro de Hacienda de la poderosa reina Hatsehpsut hace 3.500 años, el dignatario cuya tumba de hermosos grabados les llevó hasta esta colina a las orillas del Nilo, una necrópolis en la que se acumulan decenas de enterramientos que eran desconocidos. Como el objetivo de los españoles es lograr que un día sea visitable, continuarán las restauraciones, pero otra parte importante de la tarea será colocar una estructura de metal y luces en el techo del pasillo que lleva a la cámara donde una estatua de Djehuty y de su esposa esperan a los futuros turistas.

Campaña de 2012, la número 11 del proyecto.|R.M.T.

Campaña de 2012, la número 11 del proyecto.|R.M.T.

Para estudiar las momias de los animales, ocultas muy cerca de la Tumba de Hery primero hay que sacarlas del pozo de unos 12 metros por el que bajé hace ya dos años, emocionada, con cierto temor, mientras el polvillo de momia se me metía por la nariz y abajo me esperaba Galán y el fotógrafo Fito Latova. Para estudiarlas, este año estará allí la experta Salima Ikram. Otro de los cuatro extranjeros de la campaña 2014 es un estadounidense experto en el estudio de huesos de animales, que ayudará a la identificación de las especies. El tercero es un experto en huesos de dientes humanos que ayudará a afinar la edad del guerrero Iquer, de la mujer llamada Valentina, de otras momias que han ido rescatando del olvido en estos años.

Todos estos trabajos quedarán grabados por el fotógrafo y director de documentales Javier Trueba, que filmará toda la campaña para Televisión Española para su emisión en la cadena. Galán comenta que para conseguir fondos para esta filmación primero pensaron en la Fundación Española de Ciencia y Tecnología (FECYT), donde les informaron de que sin garantías de emisión en una televisión, no les subvencionaban. Así que acudieron a TVE, que para su sorpresa decidieron patrocinarlo. Curiosamente, al final de la FECYT no consiguieron ni un euro.

 

Uno de los almacenes,llenos de piezas. |R.M.T.

Uno de los almacenes,llenos de piezas. |R.M.T.

Galán recuerda que ya hay cinco grandes hallazgos españoles en el Museo de Luxor, uno de los más visitados del mundo. Este año, en principio, no llevarán nada, aunque no es por falta de piezas, que se acumulan en los almacenes del proyecto.

A saber con qué nos sorprenderán este año. Sin duda, la mejor forma de estar al día es siguiendo el diario que con no poco esfuerzo, José Manuel Galán redacta cada noche, arrrastrando el cansancio, como el resto del equipo. También se les puede seguir en Twitter (@Proyecto Djehuty) y en Facebook tienen su página. Y, por supuesto, en este Laboratorio para Sapiens.

España ‘desembarcada’ de un récord científico mundial


Ana Crespo, junto a sus compañeros, a bordo del Chikyu, con el cartel sobre su récord mundial.

Ana Crespo, junto a sus compañeros, a bordo del Chikyu, con el cartel sobre su récord mundial.

Eran las 19.30 horas (en Japón) del pasado 28 de diciembre cuando una expedición científica internacional anunciaba que acababa de batir el récord mundial de perforación científica en mar abierto. Apenas una semana después se superaban a sí mismos: el gigantesco taladro a bordo del buque Chikyu alcanzaba el 6 de enero los 5.023 metros de profundidad en el Océano Pacífico por debajo del nivel del mar, a unos 60 kilómetros al sureste de la costa japonesa. Y seguían perforando al ritmo de 14 metros al día.

A bordo, dos investigadoras españolas: Ana Crespo-Blanc, catedrática de la Universidad de Granada y María José Jurado, del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera del CSIC, con otros 24 científicos que  participan en el programa internacional IODP (International Ocean Discovery Program), un ambicioso proyecto que quiere descubrir nuevos datos geológicos sobre el funcionamiento de la Tierra gracias a perforaciones profundas con las que extraen muestras del interior del planeta.

La presencia de Ana y María José en el Chikyu es una gran noticia para la ciencia española. Y quería iniciar el nuevo año con un artículo cargado de positivismo, impregnado ese ‘España va a ir bien’ que estos últimos días llena editoriales, crónicas y reportajes. Pero no. La realidad es tozuda, así que cuando celebro este hito con dos españolas a bordo, una de las protagonistas pone en tierra mi euforia porque ese sueño de participar en algo grande ha sido efímero. El Gobierno español lo ha tirado por la borda.

Torre de perforación del fondo marino del buque japonés Chikyu.

Torre de perforación del fondo marino del buque japonés Chikyu.

Y es que la geóloga Ana Crespo, que además es investigadora del Centro Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC) y su compañera española son las únicas, digamos, ‘polizones científicos’, porque resulta que su país, el nuestro, no ha pagado la parte que le correspondía de cuota al programa desde 2011.

Aún a bordo, en mitad del Pacífico y con mala cobertura, me escribe que, a día de hoy, ya están fuera del programa. «Nos piden que nos internacionalicemos en Ciencias, pero esto es un desastre. Todos los países dotan a sus científicos para participar en expediciones de IODP, salvo España. Yo me he tenido que pagar hoteles y los billetes de avión. Ni siquiera lo he comentado en el barco, porqué me da vergüenza ajena, pero así está el patio. Los demás no solo van a gastos pagados, sino que tienen un complemento de sueldo, similar al que tiene todo trabajador que está de viaje, sin posibilidad de ver a familia y amigos y sin posibilidad de salir del barco 46 días seguidos».

Atardecer en el Pacífico, a bordo del Chikyu.

Atardecer en el Pacífico, a bordo del Chikyu.

Pero ¿cuánto hay que pagar por estar en el IODP?  Al parecer, desde 2009, el coste era unos 600.000 euros al año, una cantidad que debía ser renovada en octubre de 2013, cuando se acabó la fase de 10 años iniciada en 2003 por España. No sólo no se hizo, sino que desde 2011 no se aporta lo comprometido. Así que, a día de hoy, estamos fuera de un programa que acaba de batir el récord mundial de profundidad oceánica. Por cierto que el anterior lo habían conseguido en septiembre.

Pero volvamos al Integrated Oceanic Drilling Program (IODP), un proyecto que como decía basa su éxito en perforar las profundidades oceánicas gracias a unas infraestructuras que nunca podría financiar un solo país. Su ambicioso objetivo es conocer el funcionamiento geológico de la Tierra, entre otras cosas para poder un día preveer fenómenos tan destructivos como los terremotos. Para poder pagarlo, se creó el programa entre la National Science Foundation de Estados Unidos, el gobierno de Japón y un consorcio europeo (European Consortium for Ocean Research Drilling), los principales financiadores. Crespo recuerda que además están China, Corea, Australia, Nueva Zelanda, India, y Brasil, la mayoría países emergentes que no quieren perderse la oportunidad de participar.

Y destacaría que entre los europeos, hay países que también sufren una crisis económica, como Portugal o Irlanda, pero cuyos gobiernos creen que no se puede prosperar sin ciencia.

No es fácil lograr un hueco en el IODP. Primero hay que presentar propuestas de proyectos científicos que tardan 5 años o más en ser seleccionados, o no, para participar en una expedición. Los afortunados, viajarán en uno de los dos barcos del IODP con la gigantesca torre de sondeo que permite las perforaciones: el Joides Resolution o el Chikyu.

Fosa sismica Nankai

Fosa sismica Nankai

Crespo está en este último, que perfora en la fosa sísmica de Nankai, un lugar de especial interés para Japón. «Es un mega-proyecto que puede acabar en 2015 y en el que japón quiere que se instalen unos aparatos de medidas permanentes en el  fondo del sondeo para entender mejor en tiempo real lo que ocurre durante un terremoto y quizás, en un futuro lejano, poder intentar hacer alguna predicción«, me cuenta la investigadora.

Otra expedición reciente del IODP ha sido la número 347, que acabó en noviembre de 2013 en el Mar Báltico, en este caso con el buque Greatship ManishaEl objetivo en este caso era recoger muestras del fondo que den pistas sobre el clima que había en la zona hace millones. Y en noviembre acabó también la número 346, en Asia, destinada a averiguar cómo el ciclo de los monzones (que causan tantas víctimas) está siendo alterado por el cambio climático.

Fue en abril de 2013 cuando Ana Crespo se presentó como candidata a la expedición 348, a la que ha podido ir porque Europa prefería mandar científicos europeos que americanos o japoneses y ella debía ser muy buena candidata, pero es una circunstancia que es improbable que se repita porque, a fin de cuentas, quien paga va…Y España últimamente es muy mala pagadora en temas de ciencia. Eso si, dicen que este año «España va a ir muy bien».

Los números de 2013


Los duendes de las estadísticas de WordPress.com prepararon un informe sobre el año 2013 de este blog.

Aquí hay un extracto:

El Museo del Louvre tiene 8.5 millones de visitantes por año. Este blog fue visto cerca de 72.000 veces en 2013. Si fuese una exposición en el Museo del Louvre, se precisarían alrededor de 3 días para que toda esa gente la visitase.

Haz click para ver el reporte completo.