ROSA M. TRISTÁN
No pesa más de kilo y medio pero nos trae de cabeza con ese número que parece infinito de conexiones neuronales (en torno a un billón). Se trata del cerebro humano, el mismo que tardó seis millones de años en llegar a ser lo que es y que ahora se han empeñado en replicar, utilizando potentes ordenadores, desde el proyecto europeo Human Brain Project (HBP). Acaba de iniciar su andadura en España, bajo la coordinación de Gonzalo León, de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), si bien llevaba dos años preparándose, como publiqué en EL MUNDO.
El reto al que se enfrentan más de 350 investigadores de este continente, liderados desde la Universidad de Laussane (Suiza) tiene su interés porque, a medida que el ser humano vive más años, gracias a su evolución tecnológica, también han ido en aumento enfermedades mentales como el Alzheimer, la demencia, el Parkinson y un largo etcétera sobre cuyos mecanismos neuronales queda mucho por saber. «En las últimas décadas, la neurociencia ha avanzado en genética, fisiología, neurología… Pero cada uno por su lado. Ahora se trata de crear un modelo conjunto, de simular el funcionamiento del cerebro en su totalidad«, señalaba su coordinador español.
León, en la presentación que hizo hace unos días en la UPM, recordaba que es «el proyecto de neurociencia más avanzado del mundo«, aunque reconocía que también Obama ha puesto en marcha uno parecido en EEUU, y que China, la India y Japón andan diseñando los suyos. Al menos tienen intención de coordinarse, porque cada uno de ellos supone una inversión muy elevada.
El Human Brain Project europeo se compone de seis plataformas científicas distintas, a modo de división del trabajo, en las que participarán en total 109 instituciones de 23 países, siete de ellas españolas (todas son universidades, excepto el CSIC), que acaparan un 6% de la financiación europea; en total, se estima que el coste total será de 1.000 millones de euros durante 10 años.
De momento, la primera fase, que acaba en 2016, cuenta con 74 millones, de los que 54 millones los pone la UE y el resto las instituciones participantes. Lo malo es que en la segunda fase la UE sólo pondrá el 50% y el resto correrá a cargo de los países, lo que supondrá un gasto para España de 30 millones en siete años. León confía en que entonces la situación económica sea muy distinta y las inversiones en ciencia remonten del agujero negro en el que se encuentra ahora.
Uno de los laboratorios que trabajarán en este ambicioso proyecto en nuestro país es el que dirige Javier de Felipe (UPM-CSIC). «Recogeremos información que ya está publicada por un lado, pero también generaremos nuevos datos. En nuestro caso, experimentamos con cerebros de ratones porque tienen una estructura similar al nuestro, pero no basta con ello, porque lo que hay que averiguar qué es lo que nos hace humanos. Para ello, necesitamos especialistas en informática que procesen los datos y nos digan cómo reacciona frente a la enfermedad o a un fármaco», explicaba De Felipe. En su caso, lidera uno de los 13 subproyectos del HBP (el llamado SP1),que realiza con estos roedores, un trabajo que ya comenzó en el proyecto Cajal Blue Brain hace cinco años, que mucho más modesto (consistió en la simulación molecular del cerebro de los mamíferos).
En el HBP articipará también el Centro Supercomputacional de Barcelona, porque según los expertos el funcionamiento de nuestro kilo y medio requiere ‘poner de acuerdo’ hasta 500.000 millones de procesadores. «Es un órgano asombroso. Gasta el 20% de la energía, lo que es muy poco para sus capacidades, el equivalente a una bombilla de bajo consumo. Y, además, es muy eficaz para tareas, como el reconocimiento de caras, que ninguna máquina puede hacer porque usa algoritmos que no conocemos. Por eso queremos imitarle», destacaba Gonzalo León.
Todos los investigadores que estaban en la rueda de prensa donde se dio a conocer el proyecto (había más que periodistas, que éramos muy pocos) estaban exultantes ante lo que supone estar ahí, colaborar como uno de los grandes para desentrañar los misterios de la complejidad humana, de esa flexibilidad cerebral que interactúa con el medio ambiente desde el nacimiento y no se acaba de comprender.
Por ello, León ha pedido a los responsables de Ciencia de este país que lo incluyan en el Plan Nacional de Investigación, que desde el inicio se apoye el lanzamiento, aunque ahora el dinero se ponga en especie (a través del uso de instalaciones o los sueldos de quienes están implicados). «Lo que se invierta ahora, se duplicará en el retorno que nos llegue», insistía León, un discurso que repiten los investigadores, con escaso éxito de momento, en todos los foros. Por si acaso no hay respuesta, también está contactando con empresas que puedan estar interesadas. En este país, nunca se sabe.
El «Human Brain Project» es uno de los proyectos cientificos mas prometedores.
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Excelente Rosa, como siempre., Sienteme agradecido a la labor que realizas y que tanto ayuda
FM
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Espero que el León no se vaya de la UPM sin haber cumplido esto, y así nos da para contratar a 602.
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