ROSA M. TRISTÁN (Publicado en el Blog de la AECC (Asociación Española de Comunicación Científica)
«La mañana del 24 de noviembre de 1974, el investigador Donald Carl Johanson fue convencido por el estudiante Tom Gray para salir a buscar fósiles, abandonando el tedioso trabajo de organizar sus notas. Se encontraban en la región de Afar, al norte de Etiopía, y formaban parte de una expedición científica que buscaba fósiles de homínidos muy antiguos….Tras unas horas de búsqueda, Johanson encontró el primero de una serie de restos que acabarían componiendo el esqueleto más completo conocido hasta ahora de un homínido». Así relata el paleontólogo Ignacio Martínez, en su libro ‘El primate que quería volar», cómo el científico norteamericano se topó aquel día con ‘Lucy’, la primera ‘Australopithecus afarensis‘, una homínida que era más similar a un chimpancé que a nosotros, los ‘sapiens’, y que acabó convirtiendose en un icono de la Prehistoria humana de hace 3,5 millones de años.
El pasado fin de semana, Johanson, a la sazón director del Instituto de Orígenes Humanos, en Arizona, se reencontró con ‘Lucy’ en el Museo de la Evolución Humana de Burgos, bueno, con una recreación a tamaño natural de aquella especie, una de las mejores documentadas en fósiles desde entonces. En la actualidad, hay quien duda que su estirpe sea la nuestra, y también hay quien lo defiende. Ya se sabe, la ciencia es debate.
Johanson, un hombre encantador que, por lo visto, acabó fatal con su colega en Etiopía, Tim White, vino a España (sorpresa) como guía turístico de National Geographic, acompañando a 25 viajeros ‘muy especiales’, que son los que han podido pagar una excursión con semejante acompañante por los principales emplazamientos prehistóricos del oeste de Europa: las cuevas de Lascaux, Pech Merle y Altamira, además de los yacimientos de Atapuerca. Y es que el famoso paleontólogo explicaba que ahora se dedica a la divulgación y a la educación. «Espero poder colaborar con este museo, compartir moldes de fósiles, intercambiar científicos, de estudiantes«, dejaba caer ante Juan Luis Arsuaga, que ahora es el director del Museo burgalés.
Precisamente fue Arsuaga quien por la mañana les acompañó a los yacimientos y por la tarde, ya en Burgos, les mostró los tesoros que guarda el Museo. Pasmado se quedó el norteamericano ante el cráneo de Miguelón, la pelvis Elvis o el bifaz Excalibur de la Sima de los Huesos…. «Estoy totalmente sorprendido con Atapuerca, porque ya han conseguido mucha información, pero queda mucha más por descubrir. Fuí afortunado por trabajar en Etiopía y encontrar a Lucy, pero desde 1974 se han encontrado A. afarensis niños, adultos, hembras y machos, más de 400 restos de especímenes. Y ahora, este lugar en Europa tiene un retrato completo de la evolución humana desde hace 1,2 millones de años. Es impresionante«.
Como no podía ser menos, el científico defendió la importancia de seguir investigando, algo que no tiene claro los responsables políticos españoles: «Cuanto más sepamos, más preparados estaremos para afrontar los retos de la especie. También en Estados Unidos hay crisis y los fondos públicos son limitados. Pero creo que hay que tener información de quienes somos como especie para contestar a preguntas que amenazan nuestro entorno y a nuestros semejantes».
No fue una declaración original o inesperada, pero si certera: si no se investiga, y si no se divulga lo que se investiga, no habrá respuestas. Otra cosa es si decidimos que queremos conocerlas o seguir tirando para adelante a la deriva. Otra cosa es que a quienes tienen en su mano potenciar la Ciencia con dinero público (el privado en España, no se mueve) prefiere que los votantes las ignoren, y por tanto sean más manipulables.
También habrá que piense que buscar fósiles mientras la Sanidad se privatiza, la Educación se hunde y los Servicios Sociales dejan de ser ‘sociales’ y ‘servicios,’ porque se cierran, no es lo más prioritario. Bien, se me ocurre otros asuntos que ‘recortar’ mucho menos importantes. Yo quiero seguir teniendo respuestas a mis preguntas, y divulgarlas. Como Johanson.
Hola Rosa,
Magnífico reportaje. Conocí a Donald Johanson hace seis años en Italia durante un congreso y me pareció una persona encantadora y muy amena. También ha sido revisor de algunas publicaciones nuestras (siempre se identifica como evaluador) y sus comentarios ha sido siempre constructivos y respetuosos. Siento una gran admiración por su trabajo, puesto que la lectura de su libro «Lucy: el primer antepasado del Hombre» fue uno de los acicates para dedicarme a esta profesión.
Gracias por seguir acercando la ciencia a todos/as y por tu cruzada personal en favor de la ciencia.
Un abrazo
José María Bermúdez de Castro
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