ROSA M. TRISTÁN
Cada vez que este Laboratorio se acerca a un proyecto científico español descubre un drama. Ahora le toca el turno a las bases en la Antártida, que según confirma Jerónimo López, presidente del Comité Científico de Investigación Antártica (SCAR) no recibirán este año la visita de ninguno de los dos buques oceanográficos españoles que durante casi 30 años han llevado a los investigadores hasta allí. Ni el Buque Las Palmas, ni el Hespérides viajarán para abrir las bases Juan Carlos I (en Isla Livingston) y Gabriel de Castilla (Isla Decepción). Así que los investigadores deberán ir de ‘pasajeros’ en barcos de otros países cuando se inicie la campaña, y ello supone que serán pocos y con escaso material.
Archivo mensual: octubre 2013
Fósiles humanos, en el ojo del huracán
ROSA M. TRISTÁN
Revuelta anda la Paleontología estos días. «Si Louis Leakey levantara la cabeza, le daba un soponcio«, me comentaba recientemente un amigo paleontólogo. Y seguramente tiene razón porque la publicación de la portada en ‘Science’ del yacimiento de Dmanisi (en Georgia) y su espectacular Cráneo 5 (como el Miguelón de Atapuerca) con 1,8 millones de años está levantando mucha polvareda. Que la ciencia es debate y discusión, que las premisas se tumban cada día y que las hipótesis deben ser arriesgadas, es innegable Pero cada vez son más los que denuncian que en ocasiones el sensacionalismo en revistas que tiene un gran prestigio prima sobre el rigor, haciendo un flaco favor a la Ciencia. Algunos, incluso, prefieren publicar en otras menos ‘famosas’ pero en las que todo lo publicado está ‘atado y bien atado’.
Amaya Moro-Martín: “Los responsables de Ciencia deberían haber dimitido ya”
“Están desmentalendo el I+D a cambio de apostar por Eurovegas”
“Los científicos han estado adormecidos y los recortes los han despertado”
ROSA M. TRISTÁN (publicado en ESCUELA)
Amaya Moro-Martín se convertirá por dos veces en su vida ‘exiliada’ científica. Astrofísica de formación, pasó 11 años trabajando en Estados Unidos y regresó a España hace cinco con un contrato Ramón y Cajal, programa que llevaba adscrita una plaza fija en un centro de investigación en España. Pero los compromisos de ayer son papel mojado hoy y la joven científica ya está haciendo las maletas. En enero se marcha de nuevo. “Regreso a Estados Unidos a trabajar para la NASA en el programa del James Web Space Telescope, que sustituirá al Hubble. Aquí no tengo trabajo”. Mente inquieta, luchadora, ha participado en la creación de la Plataforma por la Investigación Digna y en la Carta por la Ciencia, que aglutinan a miles de científicos contra del hundimiento del sistema de I+D.
El sueño de Fernanda, y la pesadilla de Greenpeace en Siberia
Fernanda Arduino tiene 32 años. Nació a 1.200 kilómetros del mar, pero desde muy joven se empeñó en ser marinera. Fernanda es argentina y activista de Greenpeace. No está entre los 30 detenidos en Siberia, pero podría estarlo. El año pasado, como los apresados por las autoridades rusas, navegó hasta el Ártico en el rompehielos Artic Sunrise de los ecologistas, y se subió a una plataforma gasística rusa.
Y Ramón y Cajal ‘resucitó’ para unirse al luto por la Ciencia
*Los científicos convocan una carrera domingo 20/10/2013, en Madrid: LIBERANDO PRESIÓN
ROSA M. TRISTÁN
Y Ramón y Cajal ‘resucitó’. Lo hizo metafóricamente en un acto que puso fin a la jornada de ‘Luto por la ciencia’ convocada por los firmantes de la Carta por la Ciencia, ese documento con cuatro puntos básicos que firmaron decenas de miles de personas y a la que el Gobierno ha hecho caso nulo.
Ramón Larramendi: «En Groenlandia desaparecen más rápido las tradiciones inuit que el hielo»
PUBLICADO EN ‘ESCUELA’
ROSA M. TRISTÁN (en Qaqortoq, Groenlandia)
Estamos en Qaqortoq. Una ciudad en el extremo sur de Groenlandia. Estamos en una casa-albergue que el explorador polar Ramón Larramendi tiene en uno de los rincones más salvajes del planeta. Acabamos de volver del fiordo de Tasermiut, paredes de más de mil metros talladas por el hielo. Allí, me contaba, el año pasado vio en directo como el fallecido Alvaro Bultó se tiraba con un traje con alas. “Eso sí que era arriesgado”, me comentaba cuando volvíamos en la zodiac, con la mirada perdida en éste y, a la vez, otros mil asuntos.
Los gritos de las entrañas de la Tierra: ¡Basta ya!
Son los gritos de la Tierra. Un ‘Basta ya’ que hace mover los cimientos de las casas, cambia las cosas de sitio y nos hace temblar de miedo. Los seísmos provocados por el macro-proyecto Castor frente a la costa de Vinarós (Castellón) son la protesta de un planeta vivo que ya ha aguantado demasiado de esa especie: una de las 8.700.000 que la habitan, pero que en su afán de expandirse empezó destrozando su corteza y ahora manipula sus entrañas, agujereando, extrayendo o cambiando de sitio lo que dentro tiene.
Clases bajo las auroras boreales en Groenlandia
ROSA M. TRISTÁN (Enviada especial)
(PUBLICADO EN ‘ESCUELA’)
TASSIUSAQ (Groenlandia).- La noche en la granja de Tassiusaq está totalmente despejada. Al fondo, una bahía plagada de icebergs nos recuerda que estamos en Groenlandia. Proceden del glaciar Eqalorutsit Kangillit , o quizás del E. Killiit, a decenas de kilómetros. Brilla la Luna llena. Cuatro adolescentes españoles, pertrechados de curiosos instrumentos astronómicos elaborados por ellos mismos (una ballestina, un cuadrante…) esperan ansiosos una aurora boreal. Quieren medir a qué altura se producen.
El padre de ‘Lucy’, guía turístico en Atapuerca
ROSA M. TRISTÁN (Publicado en el Blog de la AECC (Asociación Española de Comunicación Científica)
«La mañana del 24 de noviembre de 1974, el investigador Donald Carl Johanson fue convencido por el estudiante Tom Gray para salir a buscar fósiles, abandonando el tedioso trabajo de organizar sus notas. Se encontraban en la región de Afar, al norte de Etiopía, y formaban parte de una expedición científica que buscaba fósiles de homínidos muy antiguos….Tras unas horas de búsqueda, Johanson encontró el primero de una serie de restos que acabarían componiendo el esqueleto más completo conocido hasta ahora de un homínido». Así relata el paleontólogo Ignacio Martínez, en su libro ‘El primate que quería volar», cómo el científico norteamericano se topó aquel día con ‘Lucy’, la primera ‘Australopithecus afarensis‘, una homínida que era más similar a un chimpancé que a nosotros, los ‘sapiens’, y que acabó convirtiendose en un icono de la Prehistoria humana de hace 3,5 millones de años.