Un fósil ‘de pega’ en Cosmocaixa


El diario Folha de Sao Paulo acaba de publicar una noticia que atañe a uno de los más importante museos de ciencia de España: el Museo Cosmocaixa de Barcelona. Científicos brasileños han comprobado que el fósil de un pterosaurio,atribuido al Cretácico (hace entre 145 y 100 millones de años) y expuesto en sus salas, no es original en un alto porcentaje. En realidad, afirman es una combinación de huesos de varios ejemplares, ensamblados para formar un ‘Anhanguera piscator’, que sería uno de los primeros vertebrados en conquistar el aire.

Desde el Museo, Jorge Wagensberg, director científíco de la Fundación La Caixa, que lo adquirió, asegura que lo sabe desde que lo adquirió en Denver, en 1998, aunque  en su cartel no pusiera que es un ‘composite’ (es decir, piezas reales y otras que no lo son), algo que afirman se va a subsanar en unas semanas.

Instituciones similares a Cosmocaixa señalan a este Laboratorio que lo habitual es distinguir entre las partes que son originales y las que no lo son, para evitar equívocos. «Suelen diferenciarse a simple vista y, además, se informa en la cartelería con dibujos», señalan.

Gráfico del pterosaurio del Museo Cosmocaixa. |Folha de S. Paulo

Gráfico del pterosaurio del Museo Cosmocaixa. |Folha de S. Paulo

Para el diario brasileño, es un caso que recuerda al del ‘Archaeoraptor liaoningensis’, un híbrido de ave y dinosaurio que, en el año 1999, ‘National Geographic’ presentó como un eslabón perdido y resultó ser una combinación de piezas muy conseguida, comparación que no ha gustado nada a Wagensberg, según ha declarado a este Laboratorio «porque en aquel caso se inventaron una especie y este pterosaruio existió realmente».

 El autor de esta denuncia ha sido el paleontólogo brasileño Fabio Dalla Vecchia, que pidió unas piezas prestadas al Museo Cosmocaixa cuando estaba realizando un master en el Instituto Catalán Paleontología Miquel Crusafont, entre ellas la que figuraba como un ‘Anhanguema Piscator’, un pterosaurio del nordeste de su país que le sorprendió especialmente.

Tras una investigación de la pieza, concluyó que el fósil eran huesos de varios ejemplares fosilizados, y ninguno de ellos pudieron confirmar que fuera de un ‘Anghanguera piscator’ auténtico. De hecho, algunas de las piezas resultaron ser de plástico pintado, como reveló su investigación al analizarlas con una lupa. También tuvieron ocasión de observar el cráneo y la mandíbula con luz ultravioleta y una tomografía computerizada y comprobaron que casi el 50% eran reconstrucciones.

Un 'Archaeorpato liaoningensis', que tampoco existe.

Se da la circunstancia de que el hábitat del antiguo pterosaurio ‘Anhanguera piscator’ fue Araripe, una zona del nordeste brasileño que es famoso, dice el diario, porque se han hallado fósiles de reptiles voladores muy bien conservados, los que tienen más valor. Por ello, aunque en Brasil está prohibida la compra-venta de fósiles, se sabe que en esa zona hay excavaciones clandestinas cuyo material se saca con facilidad, pero ilegalmente.

El Simposio Internacional de Pterosaurios, celebrado en mayo, fue el foro elegido por Della Vecchia para sacar a la luz al nuevo ‘Frankenstein’, donde otros colegas presentes acusaron al Museo Cosmocaixa de sufrir una estafa por comprar ilegalmente, algo que niegan desde Cosmocaixa.

Wagensberg explica lo compró en el contexto de una exposición sobre la evolución para la que buscaba fósiles que ejemplificaran hitos, como el paso del agua a la tierra y de la tierra al aire. «Piezas tan grandes como este dinosaurio volador rara vez está enteras, por lo que se hacen composites [composiciones] en las que se reconstruye». «Cuando se compran ya se sabe que sólo son auténticos en un porcentaje, y por eso costó unos 3.000 dólares, y no 300.000», argumenta.

«Si se pone en otro color todo lo que no es auténtico, pierde vistocidad para un exponerlo en un museo cuyo objetivo es pedagógico», añade.  También ha indicado que si no lo ponía en el cartel es porque «no cabe» toda la descripción, dado que el espacio es reducido». Una explicación que no convence a algunos investigadores.

Por otro lado, asegura que lo compró legalmente en Denver, a la empresa Paleo-Research, y que tenía su certificado correspondiente, si bien reconoce que «todos los fósiles los tienen, aunque eso no significa que sean buenos». «También pudiera ser que el fósil saliera de Brasil antes de que fuera ilegal sacarlos», expllica.

Por su parte, Nacho López, subdirector del área de Ciencia de la Obra Social La Caixa, desconocía hasta este trabajo que la pieza no era auténtica 1’00% y apunta que en febrero ya recibieron los resultados de la investigación de Della Vecchia. «Nos hemos retrasado demasiado en el cambio de la cartela informativa, pero lo haremos en unas semanas», confirma.

 

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