¿Gratificaciones en un CSIC en crisis? Los científicos piden explicaciones


El personal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha pedido explicaciones a su máximo responsable, el presidente Emilio Lora-Tamayo, por unas ‘gratificaciones’ que, según aseguran, han recibido determinados puestos ligados a la gestión de este organismo (el más importante de España), por un valor de unos 600.000 euros, precisamente en un momento en el que el CSIC atraviesa una profunda crisis, con un agujero de 150 millones de euros.

Una investigadora hace alusión a las 'bufandas' o gratificaciones en la manifestación del 14 de julio.|Rosa M. Tristán

Una investigadora aludía a las ‘bufandas’ o gratificaciones en la protesta del 14 de junio.|Rosa M. Tristán

Según datos que manejan, en torno al 80% de esas gratificaciones recaen en la organización central (la sede de la calle Serrano, 117), mientras el resto va a gerencias y puestos de representación (coordinadores de área, delegados en comunidades autónomas, etcétera). «Se asignan determinadas cantidades a un número limitado de trabajadores que realizan trabajos extraordinarios fuera de la jornada laboral que no se detallan y no pueden ser objeto de verificación», afirma Comisiones Obreras en un comunicado en el que también recuerda que para ese tipo de trabajo «ya existen otros conceptos como las horas extra que, sin embargo, se aconsejan reducir a su mínima expresión».

Estas ‘bufandas’, como las llaman los científicos, son legales, pero para la Plataforma por la InvestigACCIÓN no son moralmente éticas en un momento en el que muchos de ellos han salido a la calle porque no tienen ni para tinta de las impresoras, que deben dejar de trabajar con horario fijo para ahorrar luz y ni siquiera pueden hacer conferencias al extranjero. Por ello han escrito ya en dos ocasiones a Lora-Tamayo y a la secretaria de Estado Carmen Vela pidiendo explicaciones. No han obtenido respuesta… de momento.

En la primera, del 22 de mayo, le recordaban (o le insistían, porque no creo que lo hubiera olvidado) la crisis que atraviesa la investigación y hacían patente su preocupación por ‘la posibilidad’ de que autoridades del CSIC (de niveles elevados, 28, 28 y 30) hubieran recibido «las conocidas bufandas», que ya se repartieron en 2012. «Nadie niega su legalidad, pero sí su moralidad discutible teniendo en cuenta la situación actual. En momentos en el que la viabilidad del CSIC está en entredicho, con una deuda de entre 100-150 millones de euros; momentos en los que se rebajan sueldos y pagas extras; o momentos en los que la ciencia ha sufrido recortes de casi un 40%, el hecho de cobrar estos pluses es, cuando menos, éticamente dudoso, pues se ha de predicar con el ejemplo y no abrigarse con bufandas mientras el resto de personas que viven de la ciencia van con el cuello al aire (por no mencionar la mismísima retaguardia)», argumentaban en la misiva.

También aseguraban que no ponían en duda los esfuerzos de las autoridades del CSIC por mejorar la situación de la institución, ni siquiera que sus sueldos fueran bajos, «pero también lo son», señalaban, «los de todos los demás». 

Emilio Lora-Tamayo|EFE

Emilio Lora-Tamayo|EFE

Como la carta no tuvo contestación, enviaron una segunda y hasta una tercera el pasado 17 de Junio, esta vez con copia al vicepresidente Antonio Figueras y a la secretaria de Estado de I+D Carmen Vela, con términos muy similares, pero mencionando «el malestar que produce la sola posibilidad» de sobresueldos «por el escaso ejemplo de austeridad que sí es exigido en niveles inferiores». Tampoco la ha habido…  Este Laboratorio para Sapiens lo intentó a través del Gabinete de Prensa del CSIC. Silencio hasta ahora.

La única explicación (y no por escrito) me aseguran que la han recibido los representantes de CCOO. A sus requerimientos, les  han informado verbalmente de que «todos los ministerios tienen una partida asignada a tal efecto y  que no es posible utilizarla para otra cosa, por lo que se perdería ese dinero si no se repartiera». Este país de pandereta no deja de sorprenderme: tenemos normas tan estrictas que  promueven el pago de  ‘dineros extra’, ‘bufandas’ o gratificaciones (como se quieran llamar) sin criterios preestablecidos con claridad, a la vez que nos exprimen con los impuestos y nos recortan por todos los lados. Que ocurra en un organismo clave para el futuro del país que se está desmantelando, en en el que sus trabajadores se compran material con su sueldo o temen la jubilación de un colega porque saben que no será reemplazado (1.200 plazas perdidas en el CSIC en 2012), justifica la preocupación del personal.
PIDEN LA LISTA DE LOS ‘ABRIGADOS’
Desde la Plafaforma InvestigAcción y desde los sindicatos  lo tienen claro: «Lo dice la normativa, pero nos preguntamos si no podría pedirse, previamente, que se usara ese dinero con otro destino dentro del capítulo 1», que es el  gastos de personal; y, en todo caso, deberían aclararse los criterios por los cuales se conceden a unas personas determinadas. «Sabemos que se dan cada seis meses, pero ni a quién, ni cuánto. Todo es muy oculto. Por lo que parece se los reparten en entre personal de gestión, pero no lo sabemos con certeza«, me cuenta en el sindicato. Hoy mismo, desde CCOO, han pedido que se hagan públicos los niveles y cargos ‘gratificados’ y que al menos la mitad de ese dinero se destine al personal laboral no funcionario, en concepto de productividad por objetivos cumplidos en sus puestos, lo que sería mucho más transparente.

A la espera de una respuesta oficial, el ambiente entre algunos investigadores, que hacen encaje de bolillos con sus recursos, es de preocupación: » Me indignaría conocer el reparto de «fondos de libre disposición» entre las propias autoridades que nos gobiernan según los niveles de funcionariado, más allá de lo que estipulen sus cargos», me reconoce uno de ellos.

Y, por cierto, mientras, el desPLANte a los científicos se alarga Ya en julio y sin noticias de la convocatoria del Plan Nacional de Investigación para 2014…. Eso sí, al menos ya va llegando el dinero de la convocatoria de 2013, la que se resolvió en enero de este año. Ahora, por fin, muchos científicos podrán poner en marcha los proyectos que tenían que haber empezado a comienzos de año, y tapar los ‘agujeros’ financieros que han ido creando los que lograron adelantos y préstamos.

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  9. Si ese dinero, esta librado para las bufandas, sería todo un gesto que los que lo reciben lo donaran a proyectos que carecen de los medios necesarios.pero es más facil decir: no puede hacerse nada. Vaya pandilla.

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  10. Es una inmoralidad. Análoga a las situaciones de nuestros políticos que se muestran incapaces de dimitir, pase lo que pase y que muestra unos valores morales muy bajos de la sociedad en la que vivimos. Es buena esta denuncia, pues lo primero para cambiar algo es conocerla. pero no es suficiente. El cambio no es algo externo sino muy interno, vendrá por cada uno de nosotros… como muestra un botón: si nos parecen tan mal estas bufandas ¿ por qué no iniciamos las acciones para que dejen de ser legales? seguramente tendremos otras cosas mas importantes que hacer…

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  11. Hay que cambiar muchas cosas en este país… estas bufandas y sobre todo el hecho de que no se plantee cada uno de los que la reciben renunciar a ellas, es análogo a nuestros políticos que no dimiten al ser imputados (al final acaban librándose de todo), y es la base de un sistema de valores morales muy mediocres del que por desgracia formamos parte todos. Es importante denunciar estas situaciones, ya que lo primero para resolverlas es conocerlas. Pero la solución no es externa, es muy, muy interna y la tenemos todos y cada uno de nosotros que ir aplicando a nivel individual desde ya mismo…por ejemplo, si nos parecen tan mal estas bufandas, ¿por que no iniciamos las gestiones para que sean ilegales en un futuro? todos tenemos cosas mas importantes que hacer, me temo…

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