ROSA M. TRISTÁN
José Sanchís Sinisterra es un maestro. No sólo en la amplia acepción de la palabra. También en la más pequeña, porque durante muchos años ejerció de docente en institutos de Secundaria y en la Universidad. Hoy no ha perdido esa vocación y sigue empeñado en que el teatro sea, además de entretenimiento, un lugar al que acudir a aprender sobre la vida, a ampliar nuestros conocimientos sobre nosotros mismos y sobre lo que nos rodea.
En su Nuevo Teatro Fronterizo, un espacio de experimentación y creatividad en el barrio castizo, multicultural y luchador que es Lavapiés, trabaja ahora en la puesta en escena de una obra en la que Ciencia y Teatro se dan la mano, a través de la historia de tres mujeres científicas. «El teatro no puede vivir de espaldas a la ciencia», me dice en el transcurso de una entrevista publicada en el periódico ESCUELA.