Miles de científicos españoles, de los que aún no están haciendo las maletas, han visto como en el último Consejo de Ministros de mayo se esfumaba el compromiso que la secretaria de Estado de Investigación, Carmen Vela, había adquirido con ellos. A saber: que antes de que finalizara este mes el Gobierno daría vía libre a la convocatoria del Plan Nacional de Investigación, es decir, el dinero público del que disponen los investigadores para sacar adelante sus proyectos durante los tres siguientes años. «Es el desplante nacional’, me aseguran miembros de la Plataforma por la Investigación Digna, que también denuncian otro incumplimiento: no se están cubriendo las plazas de los jubilados en los centros públicos de investigación, que cada día parecen más desiertos.
Archivo mensual: mayo 2013
El Fondo Kati ya tiene web y sede en España
El Fondo Kati de manuscritos de Malí ya tiene página web y sede en España. Son los dos primeros pasos para poner en marcha un proyecto cultural y científico que trata de consolidarse en este país, después de que la inestable situación en el norte del país africano supusiera que la famosa biblioteca tuviera que ser desperdigada y escondida hasta que la situación mejore.
Inmersión en la ‘discrepancia de datos’
ROSA M. TRISTÁN
La ‘discrepancia de datos’ se está haciendo fuerte. En pleno siglo XXI, capaces de poner una nave en Marte, de clonar células embrionarias humanas, de localizar exoplanetas en galaxias a miles de años luz, hay apabullantes ‘discrepancias de datos’ que se convierten en auténticos ‘agujeros negros’ por los que escapa la capacidad de raciocinio humana, que nos ha costado dos millones de años de evolución alcanzar.
Los niños, víctimas ‘invisibles’ de la violencia machista
ROSA M. TRISTÁN
Son ya 22. O 29, según otras cifras, que nunca cuadran las oficiales con las de las organizaciones sociales. Mujeres que en lo que va de año han muerto a hachazos, descuartizadas, estranguladas, apuñaladas, tiroteadas… Qué diversidad de métodos usan los asesinos para acabar con ellas y qué poco sabemos de sus vidas, de sus miedos, de sus silenciosas llamadas de auxilio, de cómo les están afectando los recortes en los servicios a los que acudían, de lo que será de sus hijos…
JUSTA MONTERO: «La educación promueve una sociedad clasista y sexista»
ROSA M. TRISTÁN
Comparto aquí la entrevista que recientemente hice a Justa Montero, una luchadora incansable por los derechos de la mujer, esos por los que hay que seguir peleando, hombres y mujeres, ahora más que nunca.
Publicado en periódico ESCUELA)
Justa Montero lleva toda la vida peleando por la igualdad de género. Miembro de la Asamblea Feminista y representante histórica del movimiento en España, esta incansable luchadora fue una de las primeras mujeres en reclamar derechos que hoy disfrutan todas las españolas. Ya desde 1974, cuando estaba en la universidad, Montero comenzó a trabajar con organizaciones de mujeres y también estuvo en los primeros grupos de barrios de Madrid en los que se asesoraba a las mujeres sobre anticonceptivos o sobre aborto, en un momento en el que difundirlos suponía largas condenas de cárcel. Mucho tiempo ha pasado desde entonces, pero ahora, medio siglo después, vuelve a ser testigo de una nueva vuelta de tuerca ideológica que, asegura, “las mujeres no van a tolerar”. Recibe a ESCUELA el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, una fecha emblemática para hacer balance.
Pescadores y ecologistas, unidos contra los océanos muertos
ROSA M. TRISTÁN (Publicado en ‘El Huffington Post’)
A bordo del Arctic Sunrise de Greenpeace
En una manifestación en el mar las pancartas son bien grandes y los gritos son sustituidos por las sirenas de los barcos. En una protesta marinera, el manifiesto se lee a través de la radio que une a los participantes en un todos a una. Así ha sido la que se vivió el lunes en el límite de la ría de Muros con el Océano Atlántico, un encuentro entre los pescadores gallegos y la organización ecologista Greenpeace muy diferente del que tuvo lugar hace unos años, cuando los del mar tiraban huevos a los del arco iris.
Hoy, los pequeños barcos pesqueros de las rías ya no ven a los ecologistas como un peligro para su forma de vida. Sus mensajes conservacionistas son ahora compartidos porque cada día vuelven a casa con las redes más vacías, y los bolsillos de sus pantalones con agujeros más grandes, que son las deudas. «Mire, un pulpo es lo que llevamos hoy, y poco más», me contaba uno de los patrones desde su barco, de no más de cinco metros de eslora. A través de su cerrado acento gallego se dejaba entrever la desolación de otro día perdido.
Mis neuronas ‘espejo’, con los pescadores artesanales
ROSA M. TRISTÁN (a bordo del Arctic Sunrise)
Cuanto más tiempo pasas en el mar, más consciente eres de la dura vida de los marineros. Dos días de temporal, con olas de cuatro metros, han sido duros, muy duros. ¿Cómo no admirar a quienes aguantan, un día tras otro, situaciones mucho peores, con olas que duplican esa altura, para volver a tierra con sus redes medio vacías?
Llevo seis días a bordo y mi empatía con ellos va ‘in crescendo’. Las primeras jornadas fueron de tranquila navegación, de maravillosos atardeceres, de barbacoa en cubierta, con un buen vino. Dos días para ir conociendo a los que viajan a bordo del ‘Arctic Sunrise’, el emblemático barco de Greenpeace que está dando la vuelta a la Península Ibérica.
Surcando mares con Greenpeace, una aventura
ROSA M. TRISTÁN
La costa es ya una nebulosa en el horizonte. Vuelan pardelas a ras del agua. Navego desde el puerto de Dénia (Valencia) en el Arctic Sunrise, el barco que Greenpeace ‘recicló’ de cazador de focas a rompehielos ‘verde’, activista del arco iris. Poco antes del desatraque, los nuevos a bordo recibimos una ‘clase’ sobre emergencias e incluso tuvimos un simulacro de naufragio. El capitán, el argentino Daniel Rizzotti, no quiere cabos sueltos.
El laboratorio teatral de José Sanchís Sinisterra
ROSA M. TRISTÁN
José Sanchís Sinisterra es un maestro. No sólo en la amplia acepción de la palabra. También en la más pequeña, porque durante muchos años ejerció de docente en institutos de Secundaria y en la Universidad. Hoy no ha perdido esa vocación y sigue empeñado en que el teatro sea, además de entretenimiento, un lugar al que acudir a aprender sobre la vida, a ampliar nuestros conocimientos sobre nosotros mismos y sobre lo que nos rodea.
En su Nuevo Teatro Fronterizo, un espacio de experimentación y creatividad en el barrio castizo, multicultural y luchador que es Lavapiés, trabaja ahora en la puesta en escena de una obra en la que Ciencia y Teatro se dan la mano, a través de la historia de tres mujeres científicas. «El teatro no puede vivir de espaldas a la ciencia», me dice en el transcurso de una entrevista publicada en el periódico ESCUELA.