Ni siquiera se ha molestado en ir a Nápoles. El ministro de Indutria, José Manuel Soria, no ha querido estar presente en reunión interministerial de los países miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA), en donde se deciden los programas para los próximos años y la financiación que aportara cada Gobierno. Total, el presupuesto para 2013 da un tijeretazo brutal a la participación española y con ello a las pocas expectativas que tenía la industria espacial española de que reconsiderara esta decisión.
El Gobierno deja así claro que ni siquiera la investigación y el desarrollo que tiene aplicación inmediata y genera riqueza tiene interés para el futuro este país. Porque no invertir en programas espaciales de la ESA no significa únicamente no participar en futuras misiones, sino dejar en la estacada a empresas que durante la última década han generado un gran retorno industrial, con profesionales de alta cualificación, logrando un lugar muy respetable a nivel internacional. Así me lo comentaban los directivos de algunas de las principales empresas del sector, en la presentación del satélite Gaia, hace un mes escaso.