«El edificio busca participar, desde la actitud de renuncia a lo superfluo y de búsqueda de la abstracción de algunos planteamientos de la arquitectura moderna, en la recuperación y el uso de los materiales más naturales y nobles utilizados en la tradición constructiva del valle, la piedra y la madera».
Toda una declaración de intenciones de los arquitectos sobre el continente que contradice el contenido.
El Centro de Visitantes Sotama del Parque Nacional Picos de Europa, en la localidad cántabra de Tama, es uno de los homenajes al despilfarro más apabullantes que he visitado en los últimos tiempos. Más de 3.000 metros cuadrados, en un edificio que impacta en la suaves líneas de las montañas, cuyo contenido es, efectivamente, totalmente superfluo.